REVISTA DEL PLAN AGROPECUARIO
Ganadería
En vacunos, el destete es una
etapa crítica tanto para el ter-
nero como para sus madres. Su
correcta ejecución minimiza pro-
blemas y sobre todo, tiene como
consecuencia el ahorro de ki-
los, que de perderse, son costos
ocultos de una medida de ma-
nejo que muchas veces por ruti-
naria, no se realiza con la planifi-
cación adecuada.
Claves para un destete barato en kilos
Dr. Alejandro Saravia Álvarez
Plan Agropecuario
Es conocido que luego del parto, el des-
tete definitivo de los terneros es de las
etapas más estresantes en la vida del
animal, más aún cuando todavía no ha
completado totalmente su desarrollo.
Muchas veces, a partir de esta medida de
manejo, quedan secuelas que afectan el
desarrollo futuro de ese ternero, no lo-
grando compensar nunca más el impac-
to negativo que tuvo la separación de la
madre en condiciones no apropiadas.
Son muchas las variables que inciden
en la realización de un correcto destete
definitivo en un rodeo de cría. Muchas
de estas, están ligadas a la propia es-
tructura del rodeo, más precisamente a
la fecha de parto. En nuestras condicio-
nes generales de pastoreo sobre campo
natural y de períodos de entore de alre-
dedor de 90-100 días, es esperable que
haya diferencia de peso y desarrollo a
favor de los primeros terneros que nacen
en la temporada frente a aquellos que
nacen por último. Además de la diferen-
cia de tiempo, seguramente las madres
de los primeros nacimientos cursan su
lactación en la primavera y no en verano
como las de cola de parición, siendo la
primera una estación más propicia para
la producción de leche debido a la dis-
ponibilidad de pasturas. Estas diferen-
tes condiciones de alimentación en las
madres, se ve reflejado en el desarrollo
de los terneros, lo que contribuye a la
dispersión de los pesos de los terneros a
la hora del destete.
Pero ¿es relevante a la hora de des-
tetar en forma definitiva esta diferen-
cia de peso de los terneros? Es fácil de
constatar estas diferencias de peso,
que muchas veces sobrepasan los 70-
80 kg de peso vivo, entre los terneros
llamados “punteros” y aquellos que na-
cen por último. Desde el punto de vista
de su comportamiento, los terneros de
más de 160 kg pueden considerarse ru-
miantes y pastorear en condiciones de
campo natural con relación de pasto
verde/seco adecuada y alturas suficien-
tes para el consumo, mientras que los
más livianos, no tienen aún las condi-
ciones para depender exclusivamente
de los nutrientes que aporta el campo
natural. De ahí que un mismo manejo
Foto: Plan Agropecuario
22