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RECURSOS NATURALES
Prueba de la máquina
Finalizada su construcción, se pintó
y se le pusieron luces de manera de
cumplir con la reglamentación para
su traslado en ruta. Así, la primera
prueba fue su traslado de Paysandú
a la colonia, lo cual representaba una
distancia de 130 kilómetros. Lo hici-
mos con cuidado y la máquina llegó
intacta. El primer paso había sido
dado.
Posteriormente y con la ansiedad
de su presentación en sociedad, hici-
mos la primera prueba en un campito
reservado en la escuela de la Colonia.
Eso fue a mediados de noviembre,
con una primavera inusitadamente
fresca que determinó que en ese
momento las especies posibles de
ser cosechadas estuvieran aún muy
inmaduras.
Hicimos funcionar la máquina, tira-
da por una camioneta, a diferentes
velocidades del cepillo, de avance,
a distintas alturas y concluimos que
la misma cosechaba lo que esta-
ba “pronto” en ese momento y no
destruía las inflorescencias. Pruebas
posteriores mostraron lo mismo.
Presentación en sociedad: el
gran momento
A pocos días de la primera prue-
ba, la cosechadora se presentó en
sociedad. Asistieron a la misma
más de 70 personas, algunos de
Brasil, Argentina y Paraguay. Todo
esto más el riesgo de lluvia hacía
que nuestros nervios y ansiedad
aumentarán minuto a minuto. Pre-
vio a su funcionamiento se explica-
ron los fundamentos y el proceso
de construcción de la misma. Una
vez puesta en marcha, se dieron
algunas vueltas y se mostró la má-
quina en acción.
Fruto de una encuesta realizada
en ese momento podemos afirmar
que los productores vieron la temá-
tica del mejoramiento de campos y
restauración como de importancia
actual. Por otra parte percibieron
a la cosechadora de cepillo como
algo muy novedoso y original. El
uso de la misma lo ven aplicable
y muy aplicable, en tanto su fun-
cionamiento es correcto pero con
algunas modificaciones menores,
como ser el protector de la polea
y cambio de posición del tensor de
las correas.
La prueba había sido pasada, de-
jando este proceso de innovación
varios puntos a tener en cuenta. Se
obtuvo una innovación tecnológica
para el país, fruto de un trabajo en
equipo donde los productores tu-
vieron mucho que ver, ya que apo-
yaron la idea desde un principio.
Innovación tecnológica que abre
un camino de investigación para el
mejoramiento y/o restauración de
campos. Innovación tecnológica
que necesitaba un nombre y que
en forma participativa se eligió uno.
Para ello se sometieron a votación
tres opciones,
Uruguaya:
ya que la colonia J.
Gutiérrez, antes se llamaba Colonia
Uruguaya,
YU:
vocablo charrúa que significa
1 (uno), por ser la primera cosecha-
dora de este tipo en el Uruguay y
Taita:
que en guaraní significa
Papá, en honor a “Papate”, Profesor
Juan Carlos Millot quien fue forma-
dor de muchas generaciones de
agrónomos y realizó dos consulto-
rías contratado por la SFRCJG.
Por mayoría ganó el nombre TAI-
TA, el cual está siendo registrado
para posteriormente iniciar el pro-
ceso de patentar la máquina.
De esta manera el Uruguay tiene
hoy su primera cosechadora de ce-
pillo de campo natural que se llama
TAITA.
Foto: Plan Agropecuario