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cularidad de ser elevada en vientres
(vacas y vaquillonas). La gráfica 1 nos
muestra la evolución que ha tenido la
faena de novillos y de vientres en los
últimos 30 años, donde se puede ver
que salvo en 2010 (seca), la faena de
vientres venía siendo inferior a la de
novillos desde 1989 (otro período de
sequía). En el año 2015, la faena de
ambas categorías fue prácticamente
igual.
En el primer semestre del año 2016
la tendencia fue la misma, ya que la
variación acumulada de la faena de
vientres para el período enero a junio
de 2016 respecto igual período de
2015 fue del 0.8%, o sea igual.
No pasa lo mismo con los novillos,
cuya faena para el primer semestre
del año 2016 fue un 10.5% inferior a
igual período del año 2015. Los ter-
neros han tenido una faena para ese
período un 22% superior a igual pe-
ríodo de 2015, pero como cifran poco
(menos de 2 mil cabezas mensuales)
no tienen incidencia en el total. Con
los toros pasa lo mismo que los ter-
neros en cuanto a la incidencia en el
total (baja), pero el ritmo de faena de
esta categoría en el primer semestre
de 2016 fue similar a 2015. Esto hace
que la faena total del primer semestre
del 2016 sea un 4.6% inferior que la
del mismo período de 2015.
Las vacas de cría
Lo mencionado anteriormente se
ve reflejado en las cifras de vacas de
cría entoradas declaradas a junio de
2016, que fue un 0.4% menor al del
año 2015. Lo estimado era aún menor
a lo real, básicamente por un menor
porcentaje de refugo de vacas. Para
la proyección habíamos supuesto
que las vacas falladas se iban a decla-
rar como de invernada, partiendo del
bajo porcentaje de preñez que hubo
en el entore 2015/16 (70.6% según
datos de INIA Treinta y Tres). Sin em-
bargo muchas de esas vacas falladas
eran nuevas (de segundo entore) y los
productores prefirieron dejarlas en el
rodeo para entore de otoño-invierno o
para el próximo entore de primavera-
verano.
Por otro lado se supuso un entore
Gráfica 1.
- Faena de novillos y vientres (vacas y vaquillonas) para el período 1974-2015. Fuente:
elaborado en base a datos de INAC.
del 50% de la generación de vaqui-
llonas a los 2 años y la realidad nos
marca que no se llegó a ese guarismo,
ya que hay más vaquillonas de más de
dos años que lo proyectado. Uno de
los factores que influyó fue que se
ingresó al invierno del año 2015 con
acumulación de pasto de verano (alto
crecimiento en esa estación) y bajo
crecimiento durante el otoño, por lo
tanto la calidad de las pasturas natu-
rales, en general, no fue buena para
las categorías en crecimiento. Como
consecuencia se produjeron exce-
sivas pérdidas de peso en las terne-
ras, las vaquillonas de 1 a 2 años y
en las vacas de primera parición. De
todas formas ese menor porcentaje
de vaquillonas ingresadas no fue de la
magnitud de la retención de vientres o
declaración de vientres fallados como
de cría como para hacer disminuir la
cantidad de vientres entorados.
Lo mencionado anteriormente en
cuanto al primer invierno de las recrías
de hembras va a traer consecuencias
hacia el entore 2016/17, ya que las
vaquillonas que se entoraron por pri-
mera vez fueron las terneras que no
pasaron bien el invierno 2015, que es
su primer invierno y que está demos-
trado que es un momento clave para
esta categoría. En definitiva, la canti-
dad de vaquillonas de reposición (más
Gráfica 2.
- Evolución del stock de vaquillonas de 1-2 y más de 2 años para el período 1980-2016.
Fuente: elaborado en base a DICOSE y OPYPA.
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200000
400000
600000
800000
1000000
1200000
1400000
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
Cabezas
Novillos
Vientres
Miles de cabezas
1000
1200
1400
1600
1800
2000
2200
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996