prende un equilibrio efectivo entre las
tres eficiencias que definen la producti-
vidad: Crecimiento de pasto, consumo de
pasto y producción animal.
Crecimiento de pasto.
La pastura tiene la capacidad de crecer
mucho cuando esta entre 7 y 20 cm apro-
ximadamente, lo que corresponde a 1.200
y 2.600 kg de MS, aproximadamente. Por
lo tanto, todo el tiempo que la pastura
está por debajo o por encima de ese ran-
go es pérdida de crecimiento; crece lento
o a tasas mínimas. Para lograr manejar la
pastura dentro de estos parámetros es
importante tener la demanda ajustada al
crecimiento del pasto, al menos, estacio-
nalmente. Es decir que la demanda diaria
del lote de animales, esté repetida tantas
veces como los días que a esta pastura
le lleve recuperarse, algo de por si desa-
fiante porque, por ejemplo, en invierno
los días que demora en recuperarse son
el doble que en primavera. Este ajuste
se puede lograr por dos vías, ajustando
la demanda (en ese caso van a variar
los objetivos productivos) o ajustando la
oferta de forraje (fundamentalmente pla-
nificando cierres para reserva). Si se logra
este ajuste, permitirá en principio, no an-
ticipar ni retrasar entradas, logrando que
la pastura esté el mayor tiempo posible
en un adecuado potencial de crecimiento.
Ver Figura 1.
Consumo de pasto.
Si el pastoreo es muy intenso, bajamos
la calidad de la dieta y, a su vez, dejamos
un remanente ineficiente obligando a la
pastura a rebrotar casi exclusivamente de
sus reservas, por lo que el rebrote se hace
lento. En el otro extremo, si el pastoreo
es demasiado aliviado, se explora una
dieta de excelente calidad pero perdemos
crecimiento de pasto por sombreado y pi-
soteo. El equilibrio óptimo entre cosecha
de calidad y remanente post- pastoreo
ocurre en la misma situación, con “pas-
toreo eficiente”, que se ubica entre el muy
intenso y el muy aliviado, y representa
utilizaciones instantáneas en torno al
50%. Esto asegura los consumos poten-
ciales, pero también algo de selección
que resulte en una dieta adecuada desde
el punto de vista nutritivo. Esta opción,
además, deja un remanente de calidad,
condición imprescindible para asegurar
el rápido rebrote de las pasturas, porque
éste se da a partir de las reservas y de las
láminas que hacen fotosíntesis. Siempre
va a rebrotar más rápido un remanente
de calidad que un remanente ineficiente
(sobre pastoreado; con pocas láminas de
hojas, o subpastoreado; con mucho ma-
terial muerto). A las hojas que conforman
el remanente post-pastoreo lo debemos
ver como un “costo programado”, es lo
que tenemos que invertir para tener una
pastura que produzca mucho. Ver Foto 1.
kg de MS / hectárea
Inicial
2.800
Crecimiento entre pastoreo 1 y pastoreo 2
1.620
Crecimiento entre pastoreo 2 y pastoreo 3
1.400
Crecimiento entre pastoreo 3 y pastoreo 4
1.050
Crecimiento entre pastoreo 4 y pastoreo 5
1.350
PRODUCCIÓN ANUAL
8.220
Figura 1.
Aspectos críticos de la curva de crecimiento de la pradera
Foto 1.
Remanente de calidad, a la izquierda el remanente y a la derecha 12 días de crecimiento
(Octubre, 2018)
Fuente. Adaptado de Demanet, Universidad de La Frontera,Chile
Cuadro 2.
Producción animal.
La productividad es otro aspecto que
no debemos descuidar si pretendemos
ser eficientes. Además de cosechar mu-
cho pasto, hay que hacerlo con calidad
para convertirlo en kilos de carne. En
este sentido, con pastoreos eficientes,
además de lograr adecuados consumos
individuales (en cantidad y calidad) y de-
jar remanentes productivos, se obtiene
también el óptimo de productividad por
unidad de superficie, que en definitiva
es lo que marca el resultado. En pasto-
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