Revista del Plan Agropecuario N° 155 - page 26

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GANADERÍA
quía era dramática. Era claro que ha-
bía transcurrido mucho tiempo desde
su última recorrida del campo –aun
antes de irse de vacaciones- y cuando
se enteró de las consecuencias de la
sequía, ya era tarde. En contraposi-
ción a ello, otro productor reaccionó
rápida y anticipadamente a un pronós-
tico de sequía con venta de ganados,
arrendamiento de más campo, etc., y
la sequía no ocurrió. Estaba quemado
con leche de una anterior y la pagó
caro, de vuelta, ahora por anticiparse
en demasía. Así que las cosas en el
momento adecuado.
Tener un protocolo de acción fren-
te a las sequías
Aun reconociendo que todas las se-
quías son diferentes, es buena cosa
tener pensado un protocolo de acción
para el caso que se empiece a pre-
sentar una situación de sequía. ¿Qué
información es relevante? ¿Qué hago
primero? ¿Qué hago después? ¿Cuál
es la mejor estrategia de retroceso
que pueda realizarse ordenadamente
con el objetivo de –aun sacrificando la
producción inmediata- realizar ingre-
sos e ir manteniendo las estructuras
más mediatas y que son más lentas y
difíciles de recuperar?
En general se trata de planificar las
pérdidas para reducirlas lo más posible
(cita de comentarios de un productor).
El ajuste de carga, ¿por qué categoría
o animales empiezo a ejecutarla y por
cual sigo? En términos generales, he-
mos visto que los productores prefie-
ren retener “la máquina de producir”,
es decir el rodeo de vacas de cría y la
razón es la velocidad de recuperación
del programa de producción y de ingre-
sos cuando se produzca el esperado
fin de la sequía. (cita de comentario
realizado por un productor).Conoce-
mos productores que basados en su
propia experiencia y lo que han visto
en otros, tienen armado dicho protoco-
lo de acción frente a las sequías.
¡No encuevarse!
Una de las primeras enseñanzas que
hemos visto es que a la vez de hacer
un monitoreo permanente y exhausti-
vo de la situación predial, ello no debe
significar encerrarse en el predio y per-
der la visión y perspectiva general. A
eso le llamamos no encuevarse. Tengo
historias muy duras sobre el stress y
la presión que imponen una sequía.
Es importante hacerse de información
externa acerca de la sequía, esta es
general o zonal, donde puede haber
pastoreos, que raciones están disponi-
bles, que está pasando con el mercado
de los ganados, etc. Todo ello implica
salir de la cueva, pero sin descuidarla.
Los australianos-que son los más
experientes en sequías-hasta reco-
miendan ir al club, juntarse con los
amigos, desenchufarse un par de días,
en fin, tomar un poco de distancia del
problema, para mejorar la reflexión, la
objetividad, hacerse de información y
finalmente tomar mejores decisiones.
Es bueno llevarse bien con la gente.
En situaciones de sequía necesita-
mos echar mano a todos los recursos
disponibles y por ello es sustancial
mantener un muy buen relacionamien-
to absolutamente con todos. Los ve-
cinos, la organización de productores,
las instituciones de apoyo, el/los fri-
goríficos, la agroveterinaria, la familia.
En fin, todo el círculo de relaciones
humanas bien aceitado y las comu-
nicaciones correctas. Hace poco leí
un artículo que hace referencia a las
comunicaciones hacia la interna de la
familia para que –en caso de no estar
directamente ligados a la operativa
predial-puedan entender y acompañar
decisiones duras como puede ser un
recorte de presupuesto familiar. Un
productor de la zona de Paso Potrero
de Arerungúa (Salto), en la primavera/
verano del 2008 frente a la situación
de sequía y caída de precios concomi-
tante me dijo que le tenía más miedo
a la sequía que a la caída de precios y
“no sabes lo que me puede durar un
billete en mi bolsillo”. Hacía referencia
a la austeridad, solo posible si la familia
acompaña. También a la incertidumbre
que genera una sequía.
La importancia de las 3 R
Un productor de la zona de Guaviyú
de Arapey (Salto), frente a mi pregunta
sobre qué era lo más importante para
enfrentar una sequía me respondió:
“las 3 R “. Significaba reservas de pas-
to, reservas en el lomo de los ganados
(buena condición corporal) y finalmen-
te reservas de plata. Conozco produc-
tores que pusieron todos sus ahorros
al servicio de una sequía, otros que
con el producido del necesario ajuste
de carga también bancaron el funcio-
namiento predial. Estrategias diferen-
tes, pero en todo caso el disponer de
las 3 R otorgan tranquilidad, reducen
la vulnerabilidad y mejoran la resilien-
cia (capacidad de volver a la situación
inicial).
Y una última…
Es claro que cuando ocurre una se-
quía, si miramos periodos de tiempo
más extensos que la duración de ella,
los ingresos se reducen y probable-
mente los costos variables aumenten.
En estas circunstancias, mantener
costos fijos bajos, parece ser una con-
signa básica a ser tenida en cuenta
para tratar de que las cuentas cierren.
En realidad, es una consigna de tanta
importancia que debiera de ser tomada
en cuenta en cualquier situación-con o
sin sequía- dada la variabilidad e incer-
tidumbre a que está expuesto el nego-
cio ganadero, donde el clima es solo
una de las fuentes de variación.
Finalmente, es claro que existen mu-
chos más elementos que hemos ido
rescatando como aprendizajes de las
sequías. Los presentados aquí, son los
que más comúnmente nos recuerdan
los productores. En próxima contribu-
ción, plantearemos estos y otros facto-
res/variables como herramienta para la
evaluación de la vulnerabilidad predial a
las sequías, como forma de mejorar la
reflexión sobre esta temática y de esta
manera contribuir a la mejor gestión
predial.
Agradecimientos
Se agradece expresamente a los
Sres. Ramiro Zeni, Ing. Daniel de
Brum, Dr Leopoldo Amorim, Ing. Luis
E.Azanza, Sr Federico Tucci, y los com-
pañeros de trabajo del Plan Agropecua-
rio, por la lectura previa, sugerencias
realizadas y acompañamiento compro-
metido en la tarea diaria.
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