Revista del Plan Agropecuario N° 165 - page 58

Recursos Naturales
frente al resurgimiento de los mismos,
algunos productores han restaurado vie-
jas máquinas de zapata.
Siembra directa
Hay que aclarar que de esta tecnología,
solo se utiliza la máquina, no así el resto
del paquete tecnológico (uso herbicida
o eliminación del tapiz natural). Es ideal
para instalar gramíneas en intersiem-
bras. Requiere tener mucho cuidado con
la profundidad de siembra.
Calidad de semillas
Si bien en otras entregas de nuestra re-
vista hemos tratado el tema de calidad
y etiquetado de la semilla, queremos
mencionar aquí algunos conceptos que
refuerzan la importancia del uso de se-
milla de calidad (La etiqueta en la bolsa:
respaldo para el usuario. INASE. Página
58 de la Revista N° 130 del Plan Agro-
pecuario).
Es imprescindible usar semilla de iden-
tidad conocida, es decir, que cumpla con
los estándares de calidad específicos
para la especie elegida. Con esto, ten-
dremos garantías en dos aspectos fun-
damentales: la semilla tendrá la pureza
adecuada y estará libre de contaminan-
tes, y además, se podrá verificar el po-
der de germinación. Al ser un producto
etiquetado, la empresa se responsabili-
za por que se cumpla con los estándares
para la especie en cuestión.
Inoculación y peleteado
A través del proceso de inoculación, se
adhiere a la semilla un microorganismo
el que luego que la planta se estable-
ce, se alojará en la raíz en una simbiosis
planta-rizobio, y este último fijará nitró-
geno atmosférico en el suelo.
En la actualidad, existen básicamente
dos formas de realizar la práctica; la más
común consiste en disolver el inoculan-
te específico para la especie en cuestión
en un gel adherente, esparcirlo en la
semilla (inoculación) y luego, recubrir la
misma con polvo secante (generalmente
carbonato de calcio). Esto último se co-
noce como peleteado. Esta práctica es
sencilla y se realiza sin inconvenientes,
si se siguen las indicaciones que se in-
cluyen en los envases de los productos.
No obstante cabe realizar una aprecia-
ción al respecto, es fundamental inocu-
lar/peletear la cantidad de semilla que
seremos capaces de sembrar en el día,
ya que la concentración de inóculo baja
con el transcurrir de las horas.
La otra técnica, más moderna, es ad-
quirir semilla preinoculada, la que ya
viene con el inoculante agregado. La
gran diferencia radica en que el formu-
lado incluye también un sustrato para
que el microorganismo pueda vivir más
tiempo en la semilla. Tiene vencimiento,
por lo tanto, debemos prestar atención a
la vigencia del inóculo.
Manejo inmediato luego de la
implantación
Debemos recordar que el manejo en el
año de implantación, tal como veíamos
en la entrega de la revista anterior, co-
mienza varios meses antes de la siembra.
Luego de sembrar, lo ideal es disponer
altas cargas de lanares ya que colaboran
en lograr un contacto semilla-suelo ideal.
Sabemos que en muchos predios esta
medida es difícil de implementar, por lo
que también se pueden poner vacunos.
Si no hay barro, los animales se ingre-
sarán luego de la siembra y se retirarán
luego de algunos días, en función de su
intensidad de pastoreo. El período de
permanencia va a depender principal-
mente de factores climáticos. En prin-
cipio, podemos decir que los lanares, al
pastorear más abajo, son los primeros
en salir, luego que se comience a ver la
emergencia de las plántulas, tanto de le-
guminosas como de gramíneas.
En orden de permanencia, las categorías
más jóvenes de vacunos, como terneros/
as, pueden permanecer algún tiempo más
y por último, los vacunos adultos, los que
pueden permanecer hasta que comien-
cen a acceder a las plántulas y por ende,
arrancarlas ya que aún no tienen anclaje
suficiente.
Luego de transcurrido ese período, el
mejoramiento se cierra hasta que las
plantas tengan un tamaño y desarrollo
suficientes como para ser pastoreadas.
Esto, generalmente ocurre hacia fines del
invierno, lo que en muchos predios, coin-
cide con el inicio de los partos, tanto de
vacunos como de lanares. En ese momen-
to, podemos comenzar a cargarlos con ca-
tegorías que requieren de ese forraje de
calidad: vacas o vaquillonas paridas, así
como borregas paridas u ovejas de partos
múltiples.
Continuando
Siguiendo con la temática de mejo-
ramientos que iniciamos en la revista
anterior donde nos referimos a la pre-
paración del tapiz, control de malezas,
fertilización y refertilización, en este ar-
tículo describimos las especies que se
pueden incluir en un mejoramiento, los
métodos de siembra, calidad de semi-
llas, inoculación, peleteado y el manejo
inmediato a la siembra. Continuando con
esta serie de entregas seguramente en el
próximo número compartiremos algunos
elementos referidos al manejo de los
mejoramientos en el año de siembra y
en los años sucesivos.
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