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por lo tanto de menor peso promedio
al momento del
destete.
Una medida de manejo que salvaría
esas diferencias, podría ser manejar el
destete en tandas, aunque con el con-
siguiente costo energético sobre la
vaca, debido a lactancias tardías en el
otoño. Otra medida correctiva podría
ser acortar definitivamente el servicio
(entore de 60-70 días) en el mismo
año, estando dispuestos a que falle
parte del ganado, fundamentalmente
la cola de parición. La decisión tomada
para este rodeo, es el destete en for-
ma escalonada o tandas.
Las recrías y la primera cría
Según el profesor (CVM, MS.
Lawrence E. Rive)*, afirma que
la ma-
yoría de los problemas de los rodeos
de cría, se pueden atribuir al manejo de
las vaquillonas. Así como la solución al
largo período de partos, comienza con
el manejo de las recrías. En el tiempo
de parición de un rodeo, el segundo
parto, es el que realmente marca los
futuros patrones de parición. Por este
motivo los máximos esfuerzos dedi-
cados al manejo del rodeo en La Ana-
cahuita, vienen siendo realizados en la
mejora de las categorías de recría, pero
también en forma especial sobre la ca-
tegoría de primera cría luego del parto.
Luego del destete, durante el primer
invierno, las terneras son clasificadas
por tamaño. Las de menor tamaño
son suplementadas con afrechillo
de arroz (1% del peso vivo) y el res-
to también suplementadas pero con
proteína en autoconsumo y regulada
con sal, sobre campo natural con alta
disponibilidad de forraje. Antes del
segundo invierno se hace una venta
del excedente de reposición, terneras
que fueron clasificadas por tener un
tamaño y desarrollo inferior.
Al segundo invierno, durante la etapa
como vaquillonas, son manejadas so-
bre campos con pasturas reservadas
y suplementadas
también con proteí-
na, con lo cual alcanzan al cumplir los
dos años y previo a la inseminación,
un peso próximo a 300 kg.
Se sabe que el momento crucial en
la vida reproductiva de una vaca ocu-
rre luego del primer parto. Sabiendo lo
que significa este esfuerzo para la ca-
tegoría, es que en este establecimien-
to son suplementadas con afrechillo
de arroz, inmediatamente de paridas
y durante el entore con ternero al pie.
Esta es una técnica que el INIA ha va-
lidado, con resultados positivos.
Esperando resultados
En ganadería como en otros siste-
mas, es tan importante producir como
conocer las formas. Para ello, la ges-
tión del proceso es la clave, encon-
trando en el registro de datos desde
el campo, un elemento fundamental
para la toma de decisiones. En los re-
sultados obtenidos de un programa
de cría, hay muchas variables que in-
tervienen y para cada sistema se prio-
riza en diferentes etapas del proceso.
Particularmente en este sistema, se
viene trabajando para acortar el tiem-
po de periodos de partos sin perder
terneros. Es de esperar que luego
de 3 o 4 años manejando las recrías
de la forma descripta y controlando
la reproducción de las categorías de
primer parto, el tiempo de parición se
vaya acortando. En cría vacuna, cono-
cer la tasa de preñez del rodeo resulta
clave para realizar un primer monito-
reo del proceso, sabiendo “cuántos
terneros están sembrados”. Es la
forma de proyectar resultados, pero
además es la forma de evaluar las me-
didas de manejo realizadas y las res-
puestas obtenidas. Pero luego de la
preñez, el proceso continúa, pasando
por otras etapas sumamente claves
durante la gestación, hasta llegar al
destete, “la cosecha de terneros”. Re-
cién ahí se pasa raya a la ecuación con
los kilos de ternero destetados, que
en definitiva son los que valen. Por lo
que la registración para determinar el
patrón de partos del rodeo es una de
las claves para orientar un sistema de
cría con rumbo a lograr terneradas pa-
rejas y pesadas al momento del des-
tete, pero a su vez cuidando a la vaca
para que no tenga un gasto excesivo
de energía antes del próximo servicio.
(*)- Colegio de Medicina Veterinaria,
Universidad del Estado de Oklahoma,
Stillwater, Oklahoma-Selección de
Temas Agropecuarios, La Revista del
Siglo XXI, Ed. Hemisferio Sur- 1993).
Foto: Plan Agropecuario