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GANADERÍA
vación de suelos, pero necesitamos
cultivos con rastrojos que aporten ma-
teria orgánica dentro del suelo. Esto
solo es posible con cultivos de maíz,
y sorgo, lo que obliga a realizar siem-
bras para cobertura (Puentes verdes).
Hay agricultores que están adoptando
cada vez más los desparramadores en
vez de los picadores que dejan los ras-
trojos largos, logrando una mejor dis-
tribución en el suelo, facilita a la siem-
bra y evita el arrastre cuando ocurren
grandes precipitaciones, al quedar re-
tenidos entre los restos de cultivo en
pie. Esto no es suficiente, por esto es
necesario ir a sistemas mixtos como
son los agrícolas-ganaderos.
Las principales ventajas que hemos
visto de estos sistemas mixtos son:
uso más racional de la mano de obra,
la mejora de los suelos, el uso más
racional de la maquinaria, rubros com-
plementarios cuando los rendimien-
tos o los precios del producto no son
apropiados, disminuir los riesgos de
la aparición de malezas resistentes,
enfermedades y plagas, un uso más
racional de los agroquímicos (ferti-
lizantes, herbicidas e insecticidas),
disminuyendo los riesgos de contami-
nación.
Pero también hay una ventaja econó-
mica; los rendimientos de los cultivos
en rotación con pasturas son supe-
riores a los observados en agricultu-
ra continua, con diferencias de 700 o
más kilos por hectárea a favor de la
rotación agrícola-pasturas. El testimo-
nio de un productor es elocuente “con
bolsas de fertilizantes no sustituimos
la falta de la fase de pasturas…” .
El Plan Agropecuario (desde la época
de la Comisión Honoraria) ha venido
pregonando la rotación agrícola gana-
dera habiendo promovido las siem-
bras asociadas de cereales de invier-
no con praderas
Comentarios finales
Para lograr sistemas más produc-
tivos y sustentables, se deberán de
adaptar sistemas agrícolas en com-
plemento con la ganadería, en base a
un sistema pastoril, sobre todo en los
suelos más frágiles, ya que no solo le
darán estabilidad productiva sino tam-
bién estabilidad económica, evitando
los vaivenes “clásicos” de la agricultu-
ra en nuestro país. Para potenciar esta
sinergia es necesaria una mayor articu-
lación entre los propietarios de campo
y de hacienda con los agricultores. Para
que estos sistemas funcionen también
exige lograr pasturas de alta produc-
ción, adecuado manejo de los animales,
correcta carga animal y con personal ca-
pacitado y motivado. Generar una ma-
yor vinculación entre los distintos acto-
res que vaya más allá del pago o cobro
de una renta. Un buen ejemplo de esta
mayor sinergia puede ser el caso de las
rentas forestales donde se hablan de
períodos de 10 años de renta y donde
el productor ganadero puede mantener
los animales pastoreando en los mon-
tes. Pero nuevamente y a modo de re-
flexión se deja planteada la interrogante
si históricamente en el país nada vino
para quedarse, que sucederá con los
campos forestados cuando este rubro
ya no sea negocio.
Foto: Plan Agropecuario