El presente artículo busca com-
partir la metodología de trabajo
en género que ha ido constru-
yendo la Dirección General de
Desarrollo Rural, a partir de di-
ferentes experiencias llevadas
adelante en los últimos años.
En el artículo se presentan al-
gunas estadísticas que justifi-
can la necesidad de una inter-
vención específica, se comparte
la propuesta metodológica y se
comentan las dos últimas expe-
riencias, el curso de Jóvenes Li-
deresas Rurales y el seminario
Sumando Miradas, dos experien-
cias de trabajo interinstitucional
en el enclave de los procesos de
transversalización de la perspec-
tiva de género en forma partici-
pativa.
Las mujeres rurales y los desafíos
para la igualdad
El año 2018 ha sido identificado como
el Año por el Empoderamiento de las
Mujeres y las Niñas Rurales y plantea por
lo tanto, la necesidad de trabajar por la
autonomía económica, física y política de
las mujeres en todo el país. Un año de
reconocimiento es un año que permite
revisar a nivel nacional logros y desafíos
de las instituciones y de la sociedad civil
en materia de igualdad de género. En ese
sentido, en Uruguay tenemos desafíos
claros en relación a las mujeres rurales. Si
bien las tendencias son hacia la reducción
de las desigualdades, aún hay diferencias
muy importantes entre varones y mujeres
en lo que hace al acceso a recursos.
La primera muestra de esta desigualdad
es el propio proceso de emigración, según
el censo agropecuario y el de población,
mientras en las zonas urbanas las mu-
jeres son el 52% de la población, en las
localidades y pueblos son el 43% y en las
explotaciones el 37%, por lo tanto hay una
salida sistemática de las mujeres de los
predios agropecuarios, si bien esto en la
producción familiar es menos marcado en
los predios de producción familiar donde
Metodologías participativas y género en el Desarrollo Rural
Lic. Soc. Mag. Paula Florit O´Neill
Fomento y Género de DGDR / MGAP
las mujeres son el 47% de las personas
que los habitan.
Esta emigración se vincula fuertemente
con el acceso al trabajo. Algunos datos
sirven para ilustrar la desigualdad en esa
esfera, por ejemplo, según el último censo
de población solo el 32% de las mujeres
en edad de trabajar se declaraban ocu-
padas en el medio rural y el censo agro-
pecuario muestra que sólo una de cada 4
personas ocupadas en forma permanente
en los predios es mujer. Pero no sólo se
vincula con el trabajo como empleadas o
dependientes, también se relaciona con la
propiedad de la tierra donde las mujeres
aparecen como titulares de menos de un
quinto de las explotaciones con personas
físicas a cargo (19,7%), subiendo a 32% las
titulares de las empresas en las explota-
ciones de producción familiar.
Además, los estudios que se han hecho
en Uruguay muestran que las mujeres
acceden en menor medida a la asisten-
cia técnica, al crédito y a los apoyos a la
producción, que dedican más tiempo a las
tareas domésticas y de cuidado, que tienen
menor espacio de decisión en los ámbitos
de las organizaciones y que su trabajo en
la producción es poco reconocido y visible.
Género
Foto: PDGDR / MGAP
20
