¿Es recomendable mejorar el campo natural introduciendo raigrás?
Por el Ing. Agr. Marcelo Pereira Machín
La producción forrajera del campo natural es estable en el largo plazo en tanto está determinada por la gran cantidad de especies perennes que la componen, fundamentalmente estivales e invernales. Las especies perennes constituyen casi el 90% de las pasturas y es poco frecuente la aparición de especies anuales u oportunistas.
La introducción de especies anuales seguramente causará inestabilidad en la estructura del campo natural, motivo por el cual no es recomendable introducir pasturas como raigrás y menos todavía favorecerla mediante la fertilización nitrogenada y fosfatada. Esta especie nace generalmente en marzo y abril y culmina su ciclo a fines de noviembre y principios de diciembre, dejando un espacio vacío en el suelo que posiblemente sea colonizado por malezas y en lugares como el sur y este del país, por gramilla.
Si bien no recomendamos la introducción de especies anuales como el raigrás sobre campo natural, en campos donde se ha realizado agricultura o donde hubo praderas, sí se puede tener en cuenta la instalación de estas pasturas. La introducción del raigrás debería ser pensada en el largo plazo como la instrumentación de un módulo de alta producción forrajera sobre estos suelos que ya fueron movidos. Este sector del campo lo tenemos que pensar como una parcela de alta producción de forraje donde posiblemente en años siguientes incorporemos leguminosas y sirva de seguro frente a situaciones de escasez forrajera.