En el periodo de servicio, es importante planificar el trabajo de los toros teniendo en cuenta los factores que pueden afectar su performance sexual. Además se debe monitorear periódicamente su actividad para identificar posibles problemas que puedan surgir y tomar las medidas correctivas
¿Qué factores pueden afectar el comportamiento sexual de un toro?
Edad, experiencia y aprendizaje: La habilidad de monta tiene un importante componente de aprendizaje, por lo que no se aconseja por ejemplo, entorar vaquillonas con toros que padrean por primera vez. Los toros nuevos pueden tener peor desempeño que los más viejos.
Alimentación: Los animales deben comenzar la actividad con un estado corporal correcto, ni muy gordos ni muy flacos. La alimentación con altos niveles de energía, está asociada a la disminución de la libido en los toros. Además, debemos cuidar que la pérdida de condición corporal durante el entore, sea mínima.
Efectos sociales: Factores como la dominancia y el rango social de los toros pueden influir en su actividad sexual. Los toros más viejos, más pesados y de mayor tamaño expresan una mayor dominancia. Los animales astados (con cuernos) también pueden ejercer dominancia sobre toros mochos.
Relación toro/vaca (porcentaje de toros): Generalmente se usa entre el 3 y el 4%. Hay factores como la condición corporal del toro, la cantidad de vacas lactando, el tamaño de los potreros o la práctica de destete temporario o precoz, que deben ser considerados al momento de decidir el porcentaje de toros a utilizar, ya que van a afectar el número de vacas en celo. El uso de un toro por potrero aumenta la eficiencia del mismo. Con este sistema pueden obtenerse buenos resultados hasta con 60 vacas por toro, siempre
y cuando el toro usado, tenga una buena capacidad de servicio.
¿Por qué es importante mantener una vigilancia adecuada durante el período de entore?
La vigilancia durante el periodo de entore nos permitirá monitorear las condiciones en el que se realiza, detectar y solucionar posibles problemas.
Para realizar esta vigilancia es necesario:
• Realizar recorridas frecuentes.
• Reunir el ganado para poder evaluar el estado corporal de los toros y las vacas.
• Observar si el toro es capaz de identificar grupos de hembras con actividad sexual.
• Controlar la monta para reconocer problemas que puedan alterar su servicio. Estos pueden ser sanitarios, por ejemplo, problemas en las patas, dificultades de visión, bicheras, alteraciones en el aparato reproductor (tales como llagas del prepucio o quebraduras, etc.) y problemas sociales, como la dominancia, lo que impide a ciertos toros cumplir con el servicio.