Revista del Plan Agropecuario N° 153 - page 10

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Por otra parte, se constata un cre-
ciente acceso desde dispositivos
móviles, tabletas y particularmen-
te celulares, los que han tenido una
penetración importantísima aún en
aquellas poblaciones donde la compu-
tadora no lo había logrado. El costo y
las prestaciones de este tipo de equi-
pos posibilitan aún más la inclusión.
No obstante, esta realidad obliga a
repensar los modelos comunicacio-
nales y generar nuevas propuestas
adaptadas a los mismos.
Particularmente, este fue el tema
de debate en el XI Seminario de Edu-
cación a Distancia y ruralidad 2014,
realizado en Lima.
¿Estos dispositivos se pueden
utilizar como herramientas de
aprendizaje?
Obviamente sí, y existe consenso
al respecto. Tanto aplicaciones como
otro tipo de contenidos adaptados
a dispositivos móviles están siendo
utilizadas tanto en educación formal
como no formal, y aún en espacios
no organizados particularmente como
“educativos”. Hay que puntualizar sin
embargo en que la clave del éxito no
está en la tecnología en sí, sino en
el modelo pedagógico subyacente,
en cómo y para qué la utilizamos. El
aprendizaje se ha vuelto ubicuo y el
usuario lleva la información encima. La
trasporta, la intercambia y la comparte
en red, la codifica y decodifica de otra
forma; se aprende de forma intuitiva,
incluso sin ser consciente de ello.
La idea no es hacer que lo que antes
se veía en un libro o en una compu-
tadora, ahora sea accesible desde un
celular. El dispositivo es distinto, las
posibilidades son otras y la situación
de uso también. Ya no me conecto
solamente desde la tranquilidad de
una habitación, sino quizás desde el
campo, frente a una situación con-
creta a resolver, con la posibilidad de
comunicarme con otros o acceder a
contenidos a través de una ventana
del tamaño de la mano. Por otra parte
es conveniente partir de necesidades
concretas de los usuarios y evaluar
hasta qué punto y de qué forma, se
pueden solucionar con la tecnología.
Estos son aspectos que no deben ol-
vidarse.
¿El uso de este tipo de herramien-
ta constituye otro modelo educa-
tivo?
El uso de este tipo de dispositivos
aplicado al aprendizaje define el lla-
mado aprendizaje móvil o
m-learning,
línea que no es nueva a nivel global,
pero que se afianza en países como
el nuestro, a partir de las posibilidades
de acceso crecientes a estos equipos
como mencionábamos antes.
Como definición, el aprendizaje mó-
vil implica el uso de tecnología móvil,
sola o en combinación con cualquier
otro tipo de TIC, a fin de facilitar el
aprendizaje en cualquier momento y
lugar. Puede adoptar diferentes for-
mas y modalidades, desde el acceso
a recursos pedagógicos, la conexión
con otras personas, la creación de
contenidos o el uso de aplicaciones
más o menos específicas. Con ello
se amplía enormemente las posibili-
dades y la viabilidad del aprendizaje
personalizado.
Tomando la posta y la propuesta de
seguir aportando a la construcción de
conocimiento mediante el uso de he-
rramientas disponibles, en este caso
teléfonos móviles, sumado al saber
técnico e iniciativa institucional, el Plan
Agropecuario comenzó a trabajar en
este sentido. Se están generando con-
tenidos interactivos, como apoyo a los
distintos cursos a distancia para ser vi-
sualizados en este tipo de dispositivos.
Por otra parte, y en el entendido que las
TIC aplicadas al aprendizaje trascienden
el ámbito de la capacitación a distancia,
desde el año 2014 un grupo de técnicos
de la institución se han enfocado en el
desarrollo de aplicaciones para colabo-
rar con el aprendizaje y en la toma de
decisiones prediales. Este año, con el
aporte del departamento informático,
se tendrán algunos productos termina-
dos que creemos serán de utilidad para
el productor y como dice la Ing. Perugo-
rría se podrá “…acceder a contenidos
a través de una ventana del tamaño de
la mano”.
Foto: Plan Agropecuario
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