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resultados asustan, con 1600 hectá-reas arrendadas casi a U$S 100/ha. Pero el entregar campo no resolvería el tema. Manejar menos área con el mismo costo fjo sería peor”. Un resultado que persigue perma-nentemente es alcanzar los 150 kg de carne producida, porque entiende que la producción es el factor que inde-pendiza del valor del precio implícito y los efectos del clima.
Algunos resultados
El ejercicio económico termina con el ciclo de la recría. En abril se pasa raya y se analizan los resultados. Ac-tualmente los costos de funciona-miento rondan los US$ 140/há, con rentas promedio de U$S 95/há. Ante esa perspectiva, en el peor escenario precisa producir unos 120 kg carne por hectárea.
La proyección del ejercicio se realiza considerando el valor implícito del kilo producido, o sea considerando el mar-gen por animal en función del precio de compra y venta y los kilos ganados por la dotación en cabezas por hectá-rea.
En su opinión: “el negocio con estos valores se está haciendo muy ines-table, lo que lo hace difícil de presu-puestar. Durante años con valores en suba los ingresos eran predecibles, pero desde hace un par de años los valores han bajado tanto que se pasó de comprar terneros a U$S 2.3/kg para vender novillitos a U$S1.85/kg. Con estos números y 120 kg de carne producido por hectárea, seguro “cie-rra en rojo”.
Concluye: “pero los análisis se ha-cen sobre lo ocurrido y las proyeccio-nes sobre la compra del próximo ejer-cicio, por lo que hay que trasladar el valor del mismo hacia la compra”.
Los criterios para la compra y venta
Lo primero que presupuesta son los costos, descontando de los in-gresos obtenidos por ventas, el valor de renta, veterinaria, suple-mentación y cinco meses de pre-supuesto familiar. Del margen re-sultante se presupuesta la compra de 1300 terneros. Ello será determi-nante del valor a pagar. Este otoño pasado los terneros valían U$S 330 por cabeza.
La información que maneja es que hasta febrero y con clima normal, los precios de la reposición perma-necen altos, luego a medida que transcurre el otoño aumenta la ofer-ta y los precios bajan.
Una “receta” que aplica obtenida de la historia de los últimos años dice que en marzo hay que tener resuelta la venta de todo el ganado, aunque permanezcan en el campo. Otra “receta” es dominar la ansie-dad. “Hay que saber manejarse con dinero y con el campo vacío hasta llegado el momento de comprar”. Otro aspecto que considera clave es la logística de compra. “Hay que estar preparado para recibir 1300 animales en el transcurso de un mes, muchos recién destetados, ha-cer todos los controles y organizar la operativa de manejo y sanitaria”. En la compra, tiene muy en cuen-ta la buena calidad de los ganados. “En un negocio de tan corto plazo no hay tiempo para corregir anima-les defcientes”.
Entiende que en general el merca-do pone las reglas, donde prima la oferta y la demanda. “Años atrás el criador tenía el control del negocio, ahora por último la situación se ha equilibrado algo”.
Algunas estrategias para bajar costos.
Una opción que maneja es la com-pra de insumos a principio de ejercicio para todo el año. Una vez planifcado el gasto, realiza compras asociativas con otros productores para pedidos concretos.
Los costos de compra de los ani-males son altos y evitarlos no es de mezquino, sino que es una estrategia comercial. No así la venta. Este es el momento más estresante por ser el momento de “quemar” el producto de todo un ejercicio.
Las relaciones humanas.
A pesar de todas las complejidades existentes, considera que no resulta difícil dirigir tanta gente. La zafra es atractiva. Todos están pendientes de la misma. Aunque hay varias cosas que, por sobre todo, considera sagra-das para que funcione un emprendi-miento: la planifcación, la experien-cia, la honestidad y el compromiso con la tarea. En 20 años de trabajo, jamás ha recibido un reclamo laboral. Tantos años en la actividad de esquila es una gran ventaja a la hora de cono-cer gente y relacionarse.
El tener el establecimiento al lado de un centro poblado lo ve como una ventaja, porque nadie más quiere vi-vir en las estancias. Cuando termina la jornada los trabajadores se van para sus casas, es personal con retiro. Esa condición baja costos de manteni-miento, comestibles, energía, etc. Entiende que todo el mundo tiene que tener objetivos y aspiraciones y debemos saber cuáles son los del personal y empujarlos a que lo logren. “El convivir con el personal por mu-cho tiempo ayuda a compartir los mis-mos criterios. La empresa debe ser
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