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Los cambios que ocurren en el sector agropecuario en general y en el ganadero en particular, están inmersos en los que ocurren en el funcionamiento de la sociedad a nivel global. Estamos expuestos a una especie de “bombardeo” de productos, propuestas e ideas por una multiplicidad de medios que nos hacen difícil discernir si estamos actuando correctamente o no. Las incitaciones al cambio son perma-nentes, e “innovar” parece ser una obligación, aun cuando un mínimo de observación nos permite identif-car que no es cierto que “todo cam-bia”, como dice la canción 1 . Al mismo tiempo cuando pretendemos elegir el buen camino hacia el futuro, po-demos dividirnos entre aquellos que entienden que se deben mantener los aciertos del pasado, y aquellos que hacen énfasis en modifcar la marcha para no repetir los errores cometidos. Contemporizar ambas opiniones no resulta fácil.

Identifcamos tres grandes tenden-cias que nos parece debemos tener en cuenta:

• Los cambios en la demanda de los productos agropecuarios que han sido muy importantes, no es ne-cesario ampliar este tema.

• La revolución de las tecnologías de la información y las comunica-ciones. Han tenido un gran efecto sobre la forma en que se organiza y funciona el sector (la sociedad en realidad) y todo indica que seguirán haciéndolo en los tiempos que vie-nen.

• En tercer lugar una creciente preocupación por los temas ambien-tales, que se manifestan a distinto nivel – grupos barriales, organizacio-nes mundiales - y de muy distintas maneras. El sector agropecuario, que juega un rol relevante en el ma-nejo de los Recursos Naturales, está en el centro de las discusiones. Cuando nos enfocamos en el cam-bio técnico en ganadería, surgen una

La premisa básica de la que parte, es que los productores tienen un conocimiento válido y valioso que hay que rescatar y tener en cuenta. Tienen buenas razones para hacer lo que hacen, y conocer esas razones nos permite comprender y eventual-mente aportar otras razones que también debieran ser tenidas en cuenta. A esta “hibridación” de ra-zones le llamamos “integración de conocimientos”. (Ver cuadro 1) En su primera etapa, a mediados de la década pasada, el PIC encaró como principal objetivo mejorar la comprensión del funcionamiento de las explotaciones 2 , en especial en aquellos temas que afectan su durabilidad en el largo plazo. Habían ocurrido demasiados abandonos más o menos forzados, producto de estrecheces fnancieras de muy difí-cil manejo. Esto hacía que el primer paso cuando se trataba de evaluar la marcha de las explotaciones, era construirse una opinión acerca de si la explotación que se trataba tenía alguna perspectiva de durar. Ahí se

nos hizo evidente el carácter fami-liar de las explotaciones. Es decir, el punto crítico era evaluar la disposi-ción de la familia a continuar con la actividad, y ello está afectado por el grado de satisfacción que se obtie-ne del funcionamiento de la explo-tación, y por las expectativas y pro-yectos de vida de los integrantes de la familia. Por supuesto que esto no ocurre en el aire, y el nivel de ingre-so, las condiciones de vida y trabajo, los grandes eventos que los afectan y otros factores interaccionan en forma evidente. Todos pueden ser razonablemente considerados en el “Índice de sustentabilidad de ex-plotaciones ganaderas” que elabo-ramos y evaluamos repetidamente. Consta de indicadores que se rela-cionan a los aspectos económicos, productivos, fnancieros, de calidad de vida y trabajo y de sustentabili-dad ambiental. También le pusimos el foco a algunos otros temas, tales como la organización del trabajo, la problemática de las sucesiones, la adaptación a las sequías, y todo ello nos llevó a familiarizarnos con el “manejo adaptativo”, que propo-ne refexionar en forma organizada sobre lo que se hace y los resulta-dos que se obtienen, para modifcar lo que sea necesario y mantener lo que se considere que marcha bien. (ver fgura 3)

Las pistas que nos ofrecían las ideas del “manejo adaptativo” nos convencieron que debíamos foca-lizar nuestro trabajo en identifcar cuál sería la forma más adecuada

El conocimiento es un producto complejo resultado de ra-zonar sobre la experiencia. Algunas veces está formalizado y en otras en la mente de las personas, evoluciona con la sociedad, y por lo tanto para poder identifcar correctamente las más sólidas razones a usar en cada circunstancia, es necesario mantener un proceso abierto y participativo.