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mento ideal para hacer estos ajus-tes o sea que son decisiones que las vamos a estar tomando en el otoño previo al entore, con unos 7 meses de anticipación.
Estudio de caso
Se trata precisamente de un caso con pariciones dispersas y por lo tanto se obtenían terneradas despa-rejas. Se aplicaron las medidas an-teriormente mencionadas, teniendo que aumentar sustancialmente los costos: de US$ 8,6/há en suplemen-tación que se gastó en el ejercicio 2010/11 se pasó a US$ 13,6/há en el ejercicio 2011/12. Fue necesario des-tetar terneradas muy chicas a inicios del otoño para mejorar la condición corporal de las vacas antes del in-vierno y preparar los vientres preña-dos para el próximo entore y luego se hicieron suplementaciones en el invierno y verano para poder empa-rejar las terneras más chicas. Para el siguiente ejercicio (2012/13) los costos de suplementación bajaron a US$ 7.4/há.
La evolución de los kilos de ternero destetado por vaca entorada se pue-de ver en el cuadro 1. Si bien en el ejercicio 12/13 hay una disminución frente al ejercicio 11/12, hay una me-jora en los kilos destetados por vaca entorada comparado con el ejercicio 2010/11.
Pero todo defnitivamente se vio plasmado en el destete y diagnósti-co de gestación 2014, donde las ter-neradas mostraron un mayor peso
y menor dispersión en los pesos. En efecto, 167 kilos es el peso pro-medio de los terneros en 2014 y los kilos de ternero por vaca entorada este año va a alcanzar un guarismo de 139 kilos.
Pero a su vez la dispersión en los pesos de los terneros no es muy elevada y sobre todo hay baja inci-dencia de animales con bajo peso (gráfca 3).
Este panorama de los pesos de los ternero/as destetados en este año va a redundar en una menor utilización de suplementos para poder “empare-jar” el lote, porque hay muy pocos ani-males que tienen pesos que ameriten dicho manejo.
El efecto año evidentemente cola-boró a obtener estos resultados, pero se espera que para el año que viene se va a estar bien posicionado con los terneros al destete de acuerdo a los datos de preñez.
Como expresamos anteriormente, el hecho de haber ingresado mayor cantidad de vientres al entore, per-mite tener mayores posibilidades de manejo. Este caso analizado tiene po-sibilidades de mantener 500 vientres preñados en el invierno, si es que se quiere mantener la carga ajustada con la producción vacuna y ovina. Pero en el entore pasado se llegaron a entorar un total de 712 vientres (entre vaqui-llonas y vacas adultas). El cuadro 2 nos muestra el resultado del diagnós-tico de gestación realizado.
Y lo más importante de este resul-tado del diagnóstico de gestación
Mejoras en la Recría de Hembras en Vacunos de Carne tienen parámetros para guiarse. Uno de ellos es que las vaquillonas tienen que pesar por lo menos 250 kilos antes del segundo invierno, para tener una alta probabi-lidad de que llegado el servicio van a estar ciclando con normalidad. Otros productores pensando más lejos, ponen su objetivo intermedio en 300 kilos antes del segundo invierno, de forma de poder estar mejor prepara-dos para el primer y segundo entore. En caso de no haber realizado un manejo diferencial en el primer in-vierno, se puede hacer una diferen-ciación en el verano para hacer las correcciones necesarias para poder lograr el objetivo intermedio ante-riormente mencionado. Si no se tomaron medidas previamente y se decide hacerlo durante el invierno previo al entore, tener presente que los animales que estén muy lejos de la meta pueden engordar y no desa-rrollarse reproductivamente y por lo tanto no van a estar ciclando cuando se comience el servicio, por lo tanto no se logra el propósito.
Otra medida a tomar es en el diag-nóstico de gestación (otoño tempra-no), donde es importante identifcar no solamente los animales que es-tán preñados sino también aquellos vientres que tienen preñez chica, o sea van a parir tarde. De acuerdo a la cantidad de vientres con preñez chica y a la cantidad de vaquillonas de reposición que podamos prepa-rar para el entore siguiente (según las medidas mencionadas anterior-mente) se puede defnir el futuro manejo de esas vacas en el próximo servicio. En caso de tener sufcien-te reposición, no se van a entorar y en caso contrario se puede defnir destetarlas precozmente para que se puedan preñar antes. Cuando se prepara toda la generación de ter-neras para entorarlas a los 2 años de edad se tiene mayores posibili-dades de no entorar todos aquellos vientres que muestren preñez chica al diagnóstico de gestación, o sea sean cola de parición.
En resumen, el otoño es el mo-
Resultado Diagnóstico Gestación
Categoría Diagnosticadas Preñados Fallados
Todas 712 639 (90%) 73 (10%) Vacas 1er entore 227 205 (90%) 22(10%) Vacas 2do entore 105 91 (87%) 14(13%) Vacas + 3er entore (*) 380 343 (90%) 37(10%)
Cuadro 2. Resultado del diagnóstico de gestación de 2014 por categoría de vientres. (*) En el lote vacas + 3er entore había 60 vacas que fueron cola de parición en 2013 (parieron tarde en 2013). Y el resultado de preñez de esas vacas fue = 46 preñadas (77%), 14 falladas (23%).
Cuadro 1. Evolución de los kilos destetados por vaca enotara para los ejercicios 2010/11 al 2012/13.
2009-2010 2011-2012 2011-2013
Kilos destetados/vaca ent 108 126 112
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