This is a SEO version of Revista 141. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »36 GANADERÍA
Son escasas las empresas ganade-
ras de nuestro país que le dan im-
portancia a la recría de hembras en
los sistemas de producción vacuna.
Quizás el hecho es que los benef-
cios que se obtienen llevan mucho
tiempo, si consideramos que debe-
mos esperar 3 años desde el pri-
mer invierno hasta que obtenemos
el primer producto de venta de esa
hembra (ternero).
La idea en este artículo es ver la
importancia de realizar un proceso
de recría correcto y monitoreado y
como va a redundar ese esfuerzo
en el resto de la vida reproductiva
de ese vientre y las oportunidades
que nos da el proceso de cría.
La recría de vaquillonas y su relación con la cría vacuna
Ing. Agr. Esteban Montes Narbondo Plan Agropecuario
Una mala recría
Vamos a comenzar el análisis de esta temática, partiendo del caso de ver lo que sucede cuando se realiza una recría defectuosa de las hembras, y sus consecuencias. Partimos de la base de un sistema de cría que tiene una parición que dura varios meses, comenzando en septiembre y fnali-zando en diciembre. Vamos a citar al-gunas características que nos interesa destacar de esta situación, sin preten-der mencionar todas.
• Es necesario prolongar lo máximo posible el entore para poder darle oportunidad de preñarse a aquellos vientres que hayan parido más tarde. • El destete de los terneros no se puede realizar temprano en el otoño como para poder dejar libres a los vientres para preparar las vacas pre-ñadas para el próximo parto y entore. • Habrán terneros/as que van a te-ner un peso razonable al momento del destete (más de 150 kilos) y otros que van a tener un peso comprometedor, que son los que van a pesar menos de 150 kilos con casos inferiores a 130 kilos.
Las consecuencias que traen los puntos mencionados anteriormente es que se tienen preñeces y terne-
radas desparejas al alargar el entore para poder lograr índices de preñez ra-zonables y en este artículo trataremos de dar algunas ideas de cómo corregir este problema.
Por otro lado al no poder hacer un destete temprano en el otoño (si es que no hago destete precoz) no es posible aprovechar la producción de pasto de otoño, para poder mejorar la condición corporal de las vacas para el próximo parto y entore. Recordemos que el otoño es la última estación que podemos disponer de pasto y si tene-mos las vacas con los terneros al pie, esa producción va a ir destinada a la producción de leche y luego a carne en los terneros. Como consecuencia no se va a poder mejorar la condición corporal de las vacas y se está hacien-do un proceso inefciente al producir leche y después carne, pudiendo pro-ducir directamente kilos de ternero con pasto. Por otro lado si destetamos tarde las vacas, van a entrar al invier-no con baja condición corporal y por lo tanto no se van a poder recuperar para el próximo parto y van a demorar para que se vuelvan a alzar, con el conse-cuente atraso en las preñeces. Exis-te información sufciente a nivel de la investigación sobre las implicancias
Cuadro 1. Variación en los porcentajes de preñez en vacas que fueron destetadas en diferentes fechas en el otoño anterior. Fuente: Ing. Agr. G. Pereira, 1999.
Años Marzo Abril Mayo Junio
1996 81 70 51
1997 80 71 58
1998 66 63 48
This is a SEO version of Revista 141. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »