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18 AYER ESTUVIMOS

Nos encontramos en Sarandí del Yí,

precisamente en el Instituto Benig-

no Paiva Irrisarri. “El Paiva”, como

se le llama comúnmente, es un es-

tablecimiento agropecuario donde

los Salesianos, realizan un trabajo

muy bueno con gurises del campo

que terminaron la escuela y no tie-

nen posibilidad de continuar sus

estudios. Allí, les brindan algo más

que el alojamiento y alimentación

para poder completar su educación

en Sarandí. Se les enseña valores

como la solidaridad, compañeris-

mo, responsabilidad y respeto por

el trabajo entre otras cosas. Pero en

este caso particular, no es la insti-

tución la que nos llevó a escribir

este artículo sino que nos pareció

importante tener una “charla” con

su capataz, John Gorgoró.

Ayer estuvimos con John Gorgoró

Ing. Agr. Valentín Taranto Plan Agropecuario

John, queremos que nos comen-tes algunos aspectos relevantes de tu vida, en primer lugar, ¿cómo está compuesta tu familia?

Mi familia está integrada por Rosa-na, mi compañera de 38 años, mis hijos Tomás de 6 y Sabrina de 5, y yo tengo 42 años. Mi señora atiende un almacén, el mayor va a la escuela y la menor va al jardín, mientras que yo trabajo de capataz en el Paiva. Vi-vimos en Sarandí del Yí, pero somos oriundos del paraje Montecoral en el departamento de Florida.

¿Cuéntanos algo sobre tu infancia, dónde vivías?

Soy el menor de cuatro hermanos, cuando nací, nos mudamos para Montecoral mientras que mi padre permaneció trabajando de empleado en una estancia. Para ayudar con los pesos, mi madre lavaba e hilaba lana para Manos del Uruguay con las que

elaboraban prendas rusticas. De los cuatro hermanos quedamos dos, una hermana falleció a temprana edad de congestión y un hermano falleció con 19 años en un accidente.

Hice los seis años en la escuela rural Nº 60 de Montecoral y en el año 83, cuando tenía 13 años, nos visitó Ge-rardo Nastergale, que en ese momen-to era el director del Paiva, buscando candidatos para el internado. Fui seleccionado como alumno del Paiva y pude continuar mis estudios en la UTU en Sarandí del Yí. En aque-lla época el internado duraba 3 años, hasta completar el ciclo básico. Me acuerdo que habíamos 46 internados de los que tengo buenos recuerdos. Si no fuese por el Paiva no hubiese podido seguir estudiando porque el li-ceo quedaba lejos, en Capilla del Sau-ce, y era asmático y no me dejaban salir muy lejos.

En el Paiva, después que veníamos

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