This is a SEO version of revista 146. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »8 DE CASA
porque estábamos superponiendo el trabajo cuando lo que deberíamos ha-cer era tratar de actuar en conjunto y no demostrar que había un derroche de recursos. Eso fue complicado en la interna y peor afuera, porque la de-fensa de las chacras fue increíble. El mejor ejemplo para unir instituciones fue el Programa Vaca 4. Con este pro-grama se pretendía aumentar el pro-creo por lo que se fomentaba el uso de una batería de tecnologías para lograrlo. En ese Programa trabajamos Plan Agropecuario, SUL, INIA, BROU, Facultad de Veterinaria, Facultad de Agronomía, OPYPA, INAC, Sociedad de Ingenieros Agrónomos y pudimos armar una idea en común para salir juntos a trabajar por un objetivo co-mún. A partir de ahí, fue más fácil salir coordinados y realizar un trabajo inte-rinstitucional, lo cual daba madurez a las instituciones y seriedad al dar un mensaje.
Fuimos los organizadores del “1er. Seminario Internacional de Integra-ción de la Cadena de la Carne” que se realizó en diciembre de 1996. El even-to se realizó en la Sede 19 de Junio del BROU en Montevideo. Para muchos fue el mojón de partida en ese tema a nivel nacional; nosotros a partir de ahí trabajamos en forma incansable en esta cuestión. Hoy recuerdo a Rober-to Lohigorry, hoy fallecido, quien dio la visión de los productores ya que el in-tegraba en representación de una gre-mial, la Junta de INAC. Sentía pánico de hablar en público, me decía “Negro esto lo hago por ti”.
¿Qué aportó el Plan para la Tra-zabilidad?
El primer taller que se hizo sobre el tema y el cual moderé, fue en el Primer Congreso del Campo al Plato en el 2000. En el año 99 se avizoraba como una posibilidad y así organiza-mos un viaje que marcó un mojón hacia la trazabilidad. Fuimos al Con-greso Mundial de Carne en Irlanda que estaba centrado en trazabilidad y fuimos a Inglaterra y Francia para ver las experiencias en el tema. A ese congreso fueron 14 o 15 refe-rentes de la cadena cárnica y a ni-
vel político; 6 meses después uno de los integrantes de la comitiva, Jorge Batlle, fue Presidente y otro, Gonzalo Gonzalez, fue Ministro de Ganadería. Comencé a trabajar de manera muy fuerte con ese tema, se puso sobre la mesa y hoy se ven resultados.
Hoy se habla naturalmente de la hotelería de terneros ¿cómo lo co-mienza a trabajar el Plan?
Me tocó actuar en 3 sequías, la más grande la del 88-89 estando a nivel del terreno como técnico de campo, en el 96 estuve supervisan-do como Director y en el año 2000 salí con las autoridades para evaluar la situación.
En el 2000 surge la hotelería de terneros, llovían críticas, improvi-samos pero era la única manera de salvar la vaca y el ternero. Para eso acudimos a nutricionistas que nos indicaron como había que alimen-tar los terneros. Las mayores reac-ciones negativas que tuvimos para mandar terneros a la hotelería era de los productores pequeños; te-nían desconfanza, decían que para que se murieran que se les murieran a ellos y además dudaban sobre si los terneros devueltos serían los de ellos. Los productores de más tama-ño no tenían inconvenientes y nos llenaban los hoteles de terneros. Algunas gremiales agropecuarias nos prestaban las locaciones, otros hoteles eran hechos en predios de productores, siempre estaban ase-sorados por técnicos, había gente del Plan, INIA, MGAP y se encontra-ban soluciones. En el terreno tenía-mos la gente y había que actuar, la seca estaba instalada. Fue un em-prendimiento complicado y critica-do, pero dio resultados.
¿Cómo fue el trabajo con la Re-vista del Plan?
Manejábamos la idea de que la re-vista tenía que tener un mínimo de artículos de la institución, al menos un 50%. Que cada regional escribie-ra sobre la realidad de lo que ocurría en su zona. Por otro lado fomenta-
mos mucho la salida de los técnicos al exterior y esa experiencia debía de ser volcada a la revista a través de artículos escritos por ellos mismos o traducciones de conferencias que consideraban relevantes. Me acuer-do que en el Congreso Mundial de Carnes en 1999 en Irlanda el mismo se centró en la trazabilidad y en la im-portancia del agua, denominada allí el petróleo del Siglo XXI. Todo eso se trasmitió a través de la revista. Pero también debía tener artículos de otras instituciones. Todo aquel que tenía algo importante para decir y que sirviera al productor le pedíamos que escribiera. Para publicar un artículo solo lo revisábamos para que fuera en-tendible, porque el mejor artículo es el que la gente entiende y lo lee hasta el fnal, porque si no se entiende es un mal artículo.
Por mi actividad recorro América La-tina y conozco la ganadería de muchos países del mundo. Me doy cuenta que no existe ninguna revista con esas características. Una revista que está dirigida a varios sectores, ya que en general las revistas venden tecnolo-gías. Sin embargo la Revista del Plan enseña a hacer, pone de manifesto opciones para a hacer cosas con bajo costo.
También conjuntamente con la Re-vista del Plan, hacíamos Revistas Es-peciales. Destaco la que hicimos en el año 1993 y que popularmente se co-noció como la Revista Verde, por el co-lor que tenía su tapa. En más de una oportunidad pensamos que había que reeditarla. Su título fue “La empresa ganadera, presente y futuro”. En ella se planteaban ideas realizables como era la intensifcación de los predios, la diversifcación, la asociación entre productores, etc. Ya pensábamos en lo que se venía.
En el año 96 el Plan deja de ser la Comisión Honoraria del Plan Agropecuario y se convierte en el Instituto Plan Agropecuario. ¿Qué impacto tuvo ese cambio de salir de la órbita pública a convertirse en una institución paraestatal?
Fue el gran cambio del Plan hacia
This is a SEO version of revista 146. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »