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reemplazo y vacas de descarte. Pos-teriormente existen unos 10.8 mil productores los cuales compran los terneros y terneras y en base a un proceso intensivo de recría llevan estos animales a pesos superiores a los 400 kilogramos. Finalmente exis-ten alrededor de 3 mil productores los cuales desarrollan fundamental-mente operaciones de producción de alimento para el ganado, cultivos agrícolas y se encargan de la termi-nación a feed-lot de la hacienda (más del 50 % faena de vaquillonas y novi-llos). Si bien la superfcie en prome-dio reportada de los establecimien-tos es de 420 hectárea, calculada en función del área total de producción, existe una gran estratifcación entre los productores.

Las condiciones climáticas de-terminan que los productores no puedan contar con alimentación pastoril durante casi la mitad del año. Sumado a esto, los niveles de lluvias anuales no superan los 400 mm, de los cuales el 20 % ocurre durante el período invernal y tan solo el 80% se aprovecha en la es-tación de crecimiento, que se ubica desde mediados de abril hasta fnes octubre. Esto determina que los re-cursos pastoriles naturales alcanzan producciones de materia seca en el entorno de los 2200 a 2300 Kg por año (pudiendo variar en un 10 % se-gún los diferentes tipos de suelos en todo el país). Estas condicionantes tanto climáticas como edáfcas del país, han determinado la adopción de diversas estrategias para susten-tar la producción, con una gran inte-gración de distintas tecnologías, que se detallan a continuación. En cuanto a la base forrajera, la alternativa para aumentar el sumi-nistro de fbra pasa por el cultivo de alfalfa, registrando una producción que no supera el 4500 Kg de materia seca por año. Un manejo sustenta-ble no supera los 2 cortes por año y algunos casos no más de uno, ya que es una especie que se ve muy afectada por ingresar al invierno con muy baja disponibilidad, en especial por la cobertura de nieve. Esta es-

pecie se destina casi en exclusividad para apoyar los requerimientos de fbra del rodeo vacuno. Ya que los recursos forrajeros, tanto naturales como implantados, no logran suplir los requerimientos productivos, se incorpora al proceso productivo la in-clusión de suplementos energéticos en distintas etapas del ciclo produc-tivo. Por las condiciones climáticas los cultivos graníferos que se adap-tan son fundamentalmente el trigo y cebada, con algunas alternativas para la colza y más recientemente el maíz. Estos cultivos son implanta-dos casi exclusivamente bajo siem-bra directa, como medida de contro-lar la evaporación del escaso recurso hídrico y revertir problemas de ero-sión del pasado. Los rendimientos se ubican en un rango entre 2300-3000 kilogramos por hectárea con agregados promedio de los 100 Kg. N/ha. Una particularidad es que se aplica bajo la forma de gas amonio, inyectándolo en el suelo ya que la materia orgánica del suelo es capaz de captarlo rápidamente y liberarlo lento. Un detalle no menor, hace a la operatividad del sistema. Debido al escaso tiempo para actividades de

El rodeo de cría se compone aproximadamente de 4.3 millones de vacas de cría fundamentalmente de razas británicas Angus, Hereford, Shorthorn, Limousin, etc. Un 61% del los productores tienen el 19% de las vacas, donde cada uno tiene en promedio 47 vacas. El 26 % de los productores tienen el 33% de las vacas y tienen en promedio entre 47 y 122 vacas y tan solo el 13% posee el 48% de las vacas con un prome-dio por sobre las 122 vacas. Sin bien existe una estratifcación entre pro-ductores en cuanto a la escala, esta no repercute en los índices producti-vos ya que el porcentaje de destete nacional se ubica aproximadamente