This is a SEO version of Revista 141. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »17
de alimentos tendrá que doblarse en los próximos 50 años, mediante la utilización de tecnologías (actuales y nuevas) que mejoren el rendimien-to. La pregunta que inevitablemen-te surge frente a este escenario es: ¿Cómo podremos alcanzar las metas de crecimiento socio-económico en un mundo donde la intensifcación y el uso creciente de insumos son es-trategias cada vez menos aceptadas por los consumidores interesados en garantizar el desarrollo sustentable? Es evidente que el aumento en la producción tendrá impactos am-bientales negativos; por lo tanto, es necesario encontrar mecanismos, procesos y sistemas que concilien producción y sustentabilidad ambien-tal. Frente a estos desafíos, han surgi-do con mucha fuerza los sistemas de producción eco-efcientes (Tabla 1), que utilizan menos insumos, generan menos residuos y causan menor im-pacto ambiental.
Pese a que la ganadería es una de las actividades del sector primario de mayor crecimiento, que actualmente emplea 1,300 millones de personas y que contribuye con 40% de la pro-ducción en la agricultura global, es uno de los sectores más criticados
por su contribución al aumento de los gases de efecto invernadero. El efecto invernadero es un mecanismo natural de calentamiento de la atmosfera, responsable de mantener la tempera-tura media del planeta en niveles ade-cuados para la existencia de los seres vivos. Este fenómeno ocurre cuando una parte de la radiación solar refe-jada por la superfcie terrestre es ab-sorbida por determinados gases pre-sentes en la atmosfera, denominados gases de efecto invernadero (GEI). En consecuencia, la radiación infrarroja refejada por la tierra es retenida en la atmosfera baja, y se produce el calen-tamiento del planeta.
El aumento de las emisiones de GEI es uno de los principales problemas ambientales actuales, debido a que podrá desencadenar una elevación de la temperatura media del planeta de 5.8°C en los próximos cien años (Intergovernmental Panel on Climate Change – IPCC, 2007). La agricultu-ra contribuye con un 20% de la emi-sión antrópica de GEI y los gases de mayor contribución son el dióxido de carbono (CO
2
), el óxido nitroso (N
2
O) y el metano (CH
4
), cuyo fujo en los ecosistemas agrícolas depende del manejo y de las prácticas agrícolas
PRÁCTICA
Recuperación de suelos y pasturas
Sistemas integrados de producción
Uso de compuestos ftoterapéuticos
Uso de energías alternativas
Manejo de recursos hídricos
Calidad de productos
Mejoramiento genético
Uso racional y descarte correcto de productos químicos
ESTRATEGÍAS
Uso de abonos orgánicos Siembra directa
Agricultura – Ganadería (IAG), Agricultura – Silvicultura (IAS)
Ganadería – Silvicultura (IGS), Agricultura – Ganadería – Silvicultura (IAGS)
Control de garrapatas, parásitos intestinales, control biológico de plagas, etc.
Biodiesel, Bioetanol, Energía eólica, Metano
Protección de las fuentes de agua, Áreas de preservación, Control de la erosión del suelo
Carne y leche orgánicas
Uso de razas nativas, Selección por efciencia (residual feed intake), Interacción genotipo ambiente,
Sistemas integrados de bajos insumos
Tabla 1. Prácticas utilizadas en sistemas de producción eco-efcientes.
adoptadas. El carbono circula entre tres diferentes depósitos globales: la atmosfera, los océanos y los sistemas terrestres. El fujo principal entre la at-mosfera y los ecosistemas terrestres resulta de la absorción de CO
2
por las plantas (proceso de fotosíntesis), por la liberación de CO
2
de los seres vivos (proceso de la respiración) y por la li-beración de CO
2
(quemas). Las emisiones de CO
2
están relacio-nadas con la respiración biológica que, generalmente, es estimulada por la preparación del suelo. Reducir las la-bores agronómicas y, principalmente, efectuar siembra directa (SD), puede disminuir las emisiones de CO
2
, au-mentando el secuestro de carbono en el suelo. Las emisiones de N
2
O están asociadas al uso de fertilizantes nitro-genados, debido a los procesos de nitrifcación y desnitrifcación. Por otro lado, la mayor parte del CH
4
produci-do en el sector agrícola está asociado con la producción animal. Suelos bien aireados actúan como drenaje del CH
4
atmosférico, debido a que la población microbiana metanotrófca del suelo puede utilizar este gas como fuente de C y energía.
Según el IPCC (2007), el aumento en las concentraciones de CH
4
se debe a
This is a SEO version of Revista 141. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »