FORRAJERAS DE INVIERNO: ALTERNATIVAS PARA SUELOS ARENOSOS

María Bemhaja, Ing. Agr. M.Sc.

Programa Plantas Forrajeras

INIA Tacuarembó

La pecuaria de la región de suelos arenosos se caracteriza por la cría vacuna, una baja relación ovino/vacuno y bajos índices productivos. El área de producción de leche es de menor superficie y se establece alrededor de los centros poblados. Aumentar los índices de procreos manteniendo una buena condición corporal en los vientres de cría, llegar con buenos pesos al destete, engordar corderos, vacas de refugo y eventualmente novillos tempranos, requiere de la siembra de forrajeras de invierno y de un buen manejo nutricional del rodeo.

La base forrajera del campo natural es marcadamente primavero estival para esta región del país que ocupa parcialmente los departamentos de Rivera, Tacuarembó, Durazno, (zona 5 A de DICOSE). La zona tiene 1:281 270 hás. de las cuales un 87% es de campo natural, 5% están registradas como praderas permanentes o mejoramientos de campo y se registran 3636 establecimientos agropecuarios (DICOSE 1997).

La producción de forraje de campo natural basado en gramíneas estivales perennes, es mayor a 5 toneladas de MS/ha/año, con un 80% concentrada entre los meses de octubre a febrero. El forraje invernal es mínimo debido a la falta de gramíneas y leguminosas invernales. Diferir forraje en pie de verano hacia otoño e invierno o producir heno de campo natural ha sido evaluado como una alternativa. El forraje diferido es de calidad similar a una paja de cebada (Pigurina et al. 1998). Para levantar estas restricciones, se tendría que pensar en suministrar conjuntamente concentrados con altos valores en proteína.

La adopción de gramíneas y leguminosas adaptadas al pastoreo, de alta calidad y producción, permite manejar altas cargas instantáneas, y es una alternativa para la obtención de productos competitivos y de calidad en la región.

En la búsqueda de gramíneas y leguminosas adaptadas es imprescindible tener en cuenta el recurso suelo: profundos en su perfil, con buen almacenamiento de agua, baja materia orgánica (1-2%), bajos niveles de fósforo (4 ppm Bray), pH ácidos a muy ácidos (4.8 - 5 pH agua) y con toxicidad de aluminio libre cuando existe historia agrícola y manejo convencional del suelo. Los diferentes géneros y especies tienen distintos requerimientos de macronutrientes, pero todas responden al agregado anual, de Nitrógeno (en especial las gramíneas) y de fósforo (gramíneas y leguminosas).

Gramíneas forrajeras invernales

La siembra de Avena y/o Raigrás, ha sido utilizada generalmente como suplemento invernal en pequeñas superficies ("sanatorio"), en monocultivo (año tras año) en los sistemas de producción en la región.

Se han evaluado por parte de INIA, distintas opciones en cuanto a géneros y especies de gramíneas anuales y perennes adaptadas asociadas a topografía (laderas, bajos) e historia previa del complejo suelo-pastura y manejos agronómicos en suelos arenosos. Luego de muchos años de evaluación por parte del Programa Forrajeras de INIA Tacuarembó, contamos hoy con un menú de alternativas validadas a nivel predial.

Triticale INIA Caracé, Raigrás INIA Cetus e INIA Titan

Triticale

El Triticale es una gramínea anual de ciclo invernal adaptada a las condiciones de los suelos de la región y con resistencia al complejo de enfermedades. Es la primera en dar pastoreo de invierno, a los 60 días (1 ½ toneladas MS/ha) luego de la siembra, dada su precocidad asociada al tamaño de semilla, comparada con Avenas (Bemhaja, 1996). Triticale INIA Caracé se adapta a siembras de otoño con preparación del suelo convencional o de siembra directa, como a siembra pura o en mezclas con otras gramíneas invernales o leguminosas. El forraje total producido en cultivo puro, puede alcanzar las 7 ½ toneladas MS/ha a los 6 meses, con calidad similar a la Avena. En evaluaciones con terneros podemos pensar en utilizaciones con altas cargas instantáneas (46 – 78 terneros/ha) dependiendo de los requerimientos de mantenimiento y crecimiento o engorde (cuadro 1).

Cuadro 1. Producción de carne (Ganancia Diaria = kg/día), dotación y carga instantánea en terneros de destete pastoreando Triticale INIA Caracé y Avenas con adjudicación del forraje al 2.5 y 4%, en dos años consecutivos en suelos arenosos de Tacuarembó con historia agrícola previa.

 
Año
Terneros/ha
 
1
2
Dotación
Carga Instantánea
INIA Caracé:

Contínuo 4%

Controlado 4%

Controlado 2.5%

Avena (Contínuo)

INIA Tucana 4%

Mora 4%

 

0.585

0.585

0.280
 
 

0.737

0.690

 

0.859

0.665
 
 
 
 

0.760

 

5.1

7.0

11.5
 
 

4.4

4.8

 
 
 

45

78

Para prolongar la utilización invernal y primaveral en volumen y calidad del forraje, se recomienda la mezcla con Raigrás INIA Titán o INIA Cetus. Triticale también acepta la asociación con leguminosas, Lotus corniculatus y Trébol blanco en los mejores suelos y Ornithopus compressus en los suelos más empobrecidos.

Holcus lanatus La Magnolia

Holcus es una gramínea invernal bianual, adaptada a suelos arenosos y que ha demostrado buena producción de forraje en otros suelos del país. El ciclo de crecimiento es invierno-primavera con una contribución de 6.7 toneladas de MS/ha/año, de forraje de calidad muy similar al raigrás, pero de menores requerimientos para producción (Bemhaja, 1993).

Las mezclas con leguminosas y en especial Lotus corniculatus, Ornithopus compressus son las de mayor producción y adaptabilidad en el manejo a la defoliación.

Otras Gramíneas

Se han evaluado gramíneas invernales perennes como Bromus auleticus INIA Tabobá, Dactylis INIA Oberón con buenos resultados en producción y persistencia. Bromus ha demostrado una excelente adaptación a los lugares sombreados.

Leguminosas anuales y perennes

La evaluación y adaptación de leguminosas ha sido una preocupación constante, debido a la calidad del forraje que aportan y a la fijación al sistema del Nitrógeno. De todas las leguminosas evaluadas podemos diferenciar las adaptadas a situaciones de laderas altas y medias (a) de aquellas adaptadas a los bajos (b) no necesariamente inundables.

Laderas altas y medias

Se han evaluado diferentes leguminosas sobre campo natural y rotación agrícola, con diferentes métodos de siembra, convencional y siembra directa. Ornithopus INIA Encantada, Lotus INIA Draco, Trébol blanco Zapicán se adaptan a siembras convencionales sobre suelos en rotación agrícola. Las leguminosas se utilizan en mezclas con las gramíneas que mencionamos anteriormente, señalando el buen comportamiento del Ornithopus en mezcla con Holcus (Bemhaja y Olmos, 1996).

Ornithopus, leguminosa anual, sembrado en directa sobre campo natural produce y persiste por varios años sin necesidad del uso de glifosato. Es conveniente su siembra luego de las primeras heladas y manejando la defoliación, para permitir la resiembra anual En el caso de SD estamos utilizando Ornithopus en mezcla con Holcus, logrando una curva de crecimiento extendida hacia el invierno y de mayor calidad (>20 % de proteína cruda), incorporando Nitrógeno al sistema.

Bajos

Se han evaluado leguminosas especialmente en dos situaciones, suelos cercanos a las corrientes de agua con y sin historia agrícola (arroz). Para estos suelos se están recomendando Lotus uliginosus, Lotus corniculatus y Trébol blanco.

Lotus uliginosus (=L. pedunculatus) cv. Maku es una leguminosa perenne que apuesta fuertemente, para persistir, a su reproducción vegetativa. La siembra en cobertura permite un importante establecimiento, producción y persistencia en campo natural de estos suelos ácidos y arenosos. La producción de forraje en cobertura es superior a 6.5 toneladas de MS/ha/año con 16% de proteína cruda promedio.

La mezcla de Lotus corniculatus INIA Draco y trébol blanco Zapicán es la más utilizada en suelos bajos con historia agrícola y el método de siembra es de cobertura.

Conclusiones

Existen forrajeras adaptadas para los suelos arenosos que posibilitan cambiar y distribuir más uniformemente el forraje producido y así cambiar sustancialmente el balance nutricional del rodeo.