Ing. Agr. César Ceroni
Es para mi un gusto tomar contacto por primera vez con Ustedes, lectores de la Revista del Plan Agropecuario. Por mucho tiempo yo he estado de ese lado del mostrador, siendo lector. Esta vez me toca a mí escribir y siento que la responsabilidad es grande y el mensaje que tengo para dar comienza con noticias no muy fáciles de transmitir.
Debido a disminuciones en nuestros ingresos hemos tenido que tomar medidas de recorte presupuestal. Comenzamos con esfuerzos por racionalizar los gastos en todo lo que fue posible, pero no alcanzando con ello tuvimos también que disminuir el número de personas contratadas, incluyendo técnicos y funcionarios. Significó en el interior la necesidad de cerrar la Regional Sur, que tenía sede en la ciudad de Canelones y que se había creado para ejecutar un Proyecto de Microcuencas con PRENADER que finalizado en Diciembre de 2000. Los demás recortes necesarios los hemos hecho en Montevideo para no seguir castigando al interior, nuestro verdadero objetivo de trabajo, achicando y reagrupando los recursos destinados a la Administración y a las Unidades de Apoyo que allí funcionan.
Fue una etapa necesaria pero muy dolorosa, sobretodo porque hubo que prescindir de gente que es toda valiosa, formada durante años y con la camiseta puesta del Plan. Sentimos la necesidad de dar a ellos públicamente las gracias por todos los servicios cumplidos a este Instituto y al País.
También queremos cumplir con los compromisos previamente asumidos con terceros, sobretodo por la Regional Sur, por lo que se harán las previsiones necesarias en cada caso.
Esta etapa nos ha demorado un poco en lo que consideramos la misión más importante en este momento, que es definir los nuevos programas de trabajo del Instituto para los próximos tiempos. En eso estamos ahora trabajando, siguiendo algunos primeros lineamientos que la Junta Directiva ya ha definido y que dan el marco en el que se van a ir insertando las futuras actividades.
Darle prioridad al área ganadera extensiva. Donde el IPA ha sido tradicionalmente más fuerte, en un medio donde hay menos presencia de otras instituciones, y donde hay muchas necesidades. Donde también el Uruguay tiene muchas oportunidades, por lo que ya es hoy, en función de todo lo que se está valorando de su producción natural, sana y segura y sobretodo por todo el potencial que tiene para crecer, obviamente respetando al máximo ése su patrimonio natural. Tratando de encontrar caminos para unir esta visión posible a nivel país, que es parte de un futuro cada vez más cercano pero todavía teórico, con la pobre realidad del hoy a nivel del productor común, la del endeudamiento, la de los bajos ingresos, la del riesgo sanitario, por mencionar solo algunas de las circunstancias que nos apremian. En este sentido el IPA siempre ha tenido la vocación de ir mirando adelante, tratando de ver y contar lo que muchas veces el productor no puede desde su lugar de arduo y cotidiano trabajo.
También nos hemos propuesto mejorar en profundidad y en contenido las actividades que se llevan a cabo con nuestra participación. Eso puede ser posible, con relativa facilidad, gracias a la experiencia ya recogida en estos cinco años de funcionamiento del nuevo modelo institucional. A su inicio, el IPA tuvo una pauta clara, hecha por el Ministro de Ganadería de la época, Técnico Agropecuario Enrique Gasparri, dirigida hacia la difusión de toda la información tecnológica disponible en las organizaciones de investigación. En los años siguientes esa misión informativa fue ampliamente cumplida, no solo por el IPA sino también por el trabajo de otras instituciones, destacándose en esto el gran desarrollo que han tenido los programas periodísticos agropecuarios. Al haberse cumplido pues esa etapa, hoy nos enfrentamos a la necesidad de acercar al productor otra clase de herramientas, más orientadas a transmitir verdaderos conocimientos que le puedan ayudar en su propia estrategia. Si fuera posible también aportando propuestas productivas y empresariales razonablemente validadas desde el punto de vista económico. Propuestas que pueden tener su origen en el trabajo conjunto con la investigación, pero que muchas veces también nacen de los propios empresarios, resultado del esfuerzo permanente por crear nuevas alternativas.
Si pensamos en dotar de herramientas y conocimientos, necesitamos de actividades más exigentes en cuanto a la duración y contenido, de manera que las tradicionales jornadas y talleres puedan ceder un poco más de espacio, aunque no todo, a cursos y trabajo con grupos, por ejemplo. Más del tipo de actividades y experiencias que nos permitan tener una mejor respuesta ante los cambios profundos que estamos viviendo.
Si pensamos en profundizar el análisis económico de las empresas, debemos pensar en su seguimiento a través de registros, que permitan saber a ciencia cierta lo que sirve y lo que no sirve, que ayuden a detectar ejemplos con rumbos y estrategias posibles de seguir. En este sentido nuestro sueño sería poder desarrollar una red de contactos y de intercambio de información
En todos los casos necesitamos de una conexión fuerte y duradera con los productores y también entre ellos, que permita ir tejiendo redes de apoyo, de trabajo en conjunto, de coordinación, de integración. Este es un camino que consideramos inevitable para la supervivencia de muchos productores, los que hoy tienen problemas y los que los van a tener mañana. Para esta tarea en particular el IPA tiene una gran fortaleza, sus técnicos regionales, conocedores de la realidad y de los productores en cada zona, capaces de identificar las buenas y malas experiencias y transmitirlas. También resulta fundamental el trabajo conjunto con las organizaciones locales, para multiplicar los recursos que cada uno aporta y poder apoyar, a veces proponer, nuevos emprendimientos.
Este cambio que estamos comenzando, producto de una nueva etapa que vive el IPA, nos va a demandar un esfuerzo importante. En muchos casos deberemos estrechar la relación con otras instituciones para trabajar más a la medida de lo que el productor necesita. En otros casos tendremos incluso que fabricar nuevos contenidos, desarrollar nuevas capacidades. Ya lo estamos haciendo. Eso no significa paralizar totalmente otras actividades, pero sí reservar tiempo para ir elaborando los nuevos libretos. De manera que esperamos paulatinamente ir mostrando resultados.
En este rumbo esperamos dar y recibir el apoyo de las organizaciones de productores que están en la misma tarea y por cierto difícil, de ir abriendo nuevo camino al andar. Con todo el riesgo de equivocarnos que eso significa, con la certeza de que van a ser más las dificultades que los alivios, ya lo hemos constatado en este corto período en el que venimos cumpliendo funciones. Pero también con la confianza y el respaldo del equipo humano que constituye el IPA. El que sigue en funciones, al cual le pedimos todo su apoyo y entusiasmo y el que lamentablemente no ha podido continuar, al que reiteramos nuestro público reconocimiento y con quien de alguna manera esperamos poder trabajar juntos en el futuro.