La siembra directa en el Uruguay (parte II) Ing. Agr. (MSc) Enrique Marchesi
Miembro de AUSIDF) Rotación:
Existen varios elementos que condicionan la rotación a elegir en sistemas sin laboreo, aparte de las razones de estricta rentabilidad de cada cultivo individual.
· Enfermedades - Cuando se hace siembra directa, se dejan los rastrojos de los cultivos intactos y sobre la superficie del suelo. Éstos conservan y multiplican muchos patógenos, favoreciendo el desarrollo de enfermedades en cultivos posteriores. Por lo tanto la rotación debe incluir una secuencia de cultivos que permita interrumpir los ciclos de las enfermedades. Un ejemplo bien conocido es el del trigo; cuando es sembrado sobre la paja de un trigo anterior es común que tenga graves problemas sanitarios. Para evitar esto, debemos rotar con avena u otra especie no gramínea. La cebada, el centeno y el raigrás no cortan el ciclo de las enfermedades del trigo.
· Producción de cobertura - La secuencia de cultivos debe ser tal que siempre haya una cierta cantidad de residuos en superficie. Para ello se deben alternar cultivos de gran producción de rastrojo (trigo, avena, maíz, sorgo), con otros de menor cantidad de residuo (girasol, soja).
· Control de malezas - Cuando no se hace laboreo, el control de malezas queda sujeto a: la aplicación de herbicidas, el sombreado del residuo en superficie, la competencia de los cultivos y posibles alelopatías. Por lo tanto, la rotación a seguir puede tener un efecto trascendente en la evolución de las malezas presentes en la chacra.
G) Cosecha de cultivos:
Existen dos fenómenos asociados a la cosecha de los cultivos que son de vital importancia para el buen desarrollo de un sistema de siembra directa:
· Tránsito de maquinaria- Cuando se cosecha con mucha humedad suelen quedar gran cantidad de huellas. Estas irregularidades dificultan seriamente la siembra del cultivo posterior. La emergencia y el desarrollo de las plantas sembradas en la huella se ven muy perjudicados por la compactación y la deficiencia de oxígeno. En otros países se emplean neumáticos especiales y se reduce al máximo el tránsito de maquinaria por la chacra. Este problema se reduce con los años de siembra directa porque el suelo se va consolidando.
· Distribución de residuos- En cultivos de gran producción de rastrojo es muy importante lograr una distribución uniforme de los residuos sobre la superficie del suelo. Cuando esto no se logra, queda mucha semilla "colgada" en las zonas donde se acumuló excesivo rastrojo.
H) Pastoreo directo
El pastoreo directo cuando la superficie del suelo está poco firme, aumenta el microrrelieve y produce compactación. Al igual que con el tránsito de maquinaria, ambos factores perjudican el desarrollo del siguiente cultivo. Se recomienda evitar el pastoreo de chacras en siembra directa, durante los días posteriores a una lluvia. En chacras con varios años de siembra directa, el pastoreo no causa mayores inconvenientes. Esto respondería a que, con el transcurso del tiempo, el suelo recupera la estructura y se produce una cobertura de residuos importante. Esto se ha comprobado a nivel nacional en suelos de textura media a pesada. El pastoreo en ocasiones puede ser un factor de manejo en rastrojos de cultivos. En praderas y verdeos el buen manejo de la pastura coincide con el buen manejo del suelo.
I) Siembra de una pastura
Valen en este caso las mismas recomendaciones que para los cultivos, porque de hecho estamos instalando una vegetación completamente nueva. De todas formas existen algunas diferencias como ser el hecho de que la profundidad de siembra debería ser menor pues las semillas de las especies a sembrar son más pequeñas. En general las máquinas sembradoras permiten varias opciones para este tipo de siembra:
· Gramíneas y leguminosas juntas en el surco;Las alternativas b) y c) son más efectivas que la a). Es conveniente colocar una rastra de cadenas en la sembradora, especialmente cuando se siembra al voleo, ya que ayuda a mejorar el contacto de la semilla con el suelo y cierra mejor los surcos.· Gramíneas y leguminosas en surcos alternados o
· Gramíneas en el surco y leguminosas al voleo.
J) Renovación de pasturas y mejoramiento de campo natural
En estos casos deseamos conservar parte de la vegetación existente, a la que le agregamos nuevas especies. Buscamos aumentar la oferta original de forraje con especies que complementen a las ya presentes. En este tema existe una vasta experiencia nacional, tanto en pasturas sembradas como en campo natural. De todas formas sería conveniente evaluar el desempeño de estas nuevas sembradoras en este viejo sistema de recuperación de praderas. Además se puede incorporar el uso de herbicidas en dosis bajas para aumentar la probabilidad de éxito en estos mejoramientos.
Cuando se parte de una pradera vieja engramillada o de un campo sucio donde haya gramilla y/o cardilla, es recomendable hacer, previo a la instalación de una pradera, como mínimo un par de cultivos anuales consecutivos (invierno-verano o verano-invierno) para combatir estas malezas que son de difícil control debido a sus reservas subterráneas. Los cultivos pueden ser forrajeros o graníferos. En estos casos es importante el doble control anual por el herbicida (glifosato), más la competencia del doble cultivo. En campos con vegetación de mala calidad y presencia de raigrás natural, el sólo hecho de matar el tapiz a fines de verano sirve para tener un raigrás espontáneo, que fertilizado da un buen pastoreo y sirve para "limpiar el campo" previo a la siembra de una pradera permanente.
En la implantación de praderas es importante la fertilización que en algunos casos puede hacerse diferencial para gramíneas y leguminosas. La duración de la pradera depende del manejo posterior, la limpieza y la fertilización. Una virtud destacable de las pasturas en siembra directa es el piso y por lo tanto la utilización en pastoreo.
EL USO DEL FUEGO EN SIEMBRA DIRECTA
Parece importante hacer ciertas consideraciones sobre la quema en siembra directa, ya que parece ser una herramienta muy tentadora para "simplificar" aparentemente ciertas situaciones.
El éxito de la siembra directa se basa en mantener la cobertura del suelo por cultivos vivos o muertos (rastrojo) para protegerlo de la lluvia (erosión) y aumentar el contenido de materia orgánica con su lógico aumento de la actividad biológica, la cual es un factor fundamental del mantenimiento de las propiedades físicas y químicas del suelo.
El factor más correlacionado con la productividad de los suelos, tanto en laboreo convencional como en siembra directa, es el contenido de materia orgánica. Lo que favorezca la acumulación de materia orgánica y su descomposición natural favorece la productividad del suelo en cualquier circunstancia. Los dos factores que "queman" materia orgánica son el fuego (quema de rastrojos) y el laboreo. Si eliminamos el laboreo mejoramos la conservación de la materia orgánica, pero a través de la quema estamos anulando el efecto de la eliminación del laboreo, porque un suelo sin cobertura queda expuesto a la compactación y a la erosión producida por la lluvia; al mismo tiempo que vamos a tener un balance negativo entre producción y descomposición de materia orgánica en el suelo. Este proceso repetido en la rotación produce un deterioro en el suelo, que va a reducir su potencial productivo.
La quema de rastrojos es el mejor ejemplo del refrán: "pan para hoy, hambre para mañana"; y a la larga hace inviable la siembra directa, que tanto depende de la cobertura y de la materia orgánica del suelo. Quemar rastrojos si pretendemos un sistema de siembra directa, es como hacerse trampas al solitario. Hay que extremar las medidas de manejo que nos permitan funcionar sin problemas de rastrojo (rotaciones, pastoreo, tratamiento del rastrojo, etc.)
CONCLUSIÓN
En el momento actual la siembra directa, como sistema integral de producción, está totalmente probado en el Uruguay y funciona en condiciones comerciales de producción siempre que se atiendan sus necesidades específicas fundamentales.
La eliminación del laboreo es un factor de extraordinaria importancia en la agricultura, ya que descarta los problemas de erosión y degradación de los suelos. Estos procesos son los limitantes en la intensificación del uso de la tierra, así como de la viabilidad de ciertos tipos de explotaciones en suelos hasta el presente marginales por su riesgo de erosión.
Por la trascendencia de la eliminación del laboreo en la producción agropecuaria, entendemos justificado hacer los esfuerzos necesarios para resolver los nuevos problemas que se nos presentan con este cambio en las explotaciones agropecuarias reales en nuestras condiciones de suelo-clima-economía.
AUSID trata de hacer posible la solución de esos problemas, tratando de conocerlos en las experiencias reales de producción y de estudiar soluciones a través del método de prueba y error a nivel de chacra, así como a través de la investigación realizada por los organismos aptos para ello. Los conocimientos necesarios para un mejor funcionamiento de la siembra directa que se generan permanentemente deben ser divulgados y comprendidos por la mayoría de los usuarios (técnicos y productores).
En resumen, convencidos de la trascendencia de la siembra directa en la agricultura, pretendemos que se desarrolle su conocimiento y se divulgue lo más rápido posible con beneficios para el presente y el futuro de la actividad agropecuaria.