EVALUACIÓN CLÍNICA REPRODUCTIVA DEL CARNERO

Dr. Jorge Bonino Morlán
SUL – Facultad deVeterinaria  

La baja performance reproductiva de nuestras majadas se basa fundamentalmente en diferentes aspectos como son: época de encarnerada; peso vivo y condición de las hembras al servicio; nivel nutricional en los momentos claves del ciclo reproductivo y fertilidad de los carneros.
Sin desconocer los otros aspectos que inciden en los índices reproductivos, con el presente artículo pretendemos brindar una metodología y promover la importancia de la revisación del carnero.

Un relevamiento nacional de un alto número de carneros de campo de diferentes razas, utilizados en majadas comerciales, evidenció que el 24,4%, no eran reproductivamente aptos. La utilización de altos porcentajes de machos (3 a 4%) en la encarnerada, enmascara este problema, al competir carneros fértiles con otros no aptos para la reproducción.
La evaluación clínica reproductiva del carnero permite determinar reproductores potencialmente fértiles.

Dicho examen debe realizarse anualmente, por lo menos 60 días antes del servicio, a efectos de detectar con tiempo afecciones recuperables y descartar a aquellos que presenten problemas irreversibles.

Examen Clínico- Reproductivo

La evaluación de los carneros comienza por recabar todos los antecedentes y necesidad de reproductores, para luego iniciar un estudio general de los mismos, previamente separados por edad.
En este procedimiento además de evaluar caracteres productivos, se observa y analiza presencia de: lana en la cara, arrugas, tamaño del escroto (características asociadas a la fertilidad), estado corporal, aparato locomotor o cualquier anomalía apreciable a distancia con los animales en movimiento.

Problemas a nivel de los miembros son importantes por la función que cumplen en el traslado y en la monta, máxime cuando se ha evidenciado que el pietín es la principal afección podal, responsable de casi el 9 % de los carneros no aptos, en el relevamiento mencionado anteriormente. El carnero es además, el principal introductor y difusor de esta enfermedad, en categorías o predios libres de la misma.

Alteraciones graves que no tengan posibilidad de ser solucionadas serán motivo de descarte, mientras que aquellas de carácter temporario (miasis, conjuntivitis, etc.), deben tratarse rápidamente, pues el aumento de la temperatura corporal, incide en el proceso de la espermatogénesis.
Finalizada esta etapa, se debe revisar individualmente cada reproductor, utilizándose siempre la misma metodología, a fin de no cometer errores u omisiones.

Con el animal parado se revisa boca, ojos, lomo y aplomos en forma detallada.

BOCA. Se determina la edad a fin de descartar animales viejos (menor capacidad de servicio y fertilidad), observando coloración de mucosas y que no existan alteraciones mandibulares.

OJOS. Se descartan los que presentan entropión (inversión del párpado, afección de carácter hereditario, predisponente a conjuntivitis), evaluando además problemas de conjuntivitis.

El estudio de la cabeza finaliza con la apreciación de astas.

LOMO. En la zona lumbar, se determina la condición corporal en una escala de 1 a 5 (ideal 3 - 3,5) y se descartan aquellos con alteraciones de columna.

Posteriormente se "sienta" con cuidado el reproductor y se procede al examen particular de pezuñas, pecho y genitales externos (prepucio, pene, bolsa escrotal y su contenido)

PEZUÑAS. El examen deber ser meticuloso a fin de descartar animales con diferentes grados de lesiones de pietín, abscesos, etc.
En los sanos, se realizará un despezuñado higiénico, para mejorar el apoyo y la función de la almohadilla plantar, permitiendo una correcta irrigación y amortiguación, que eviten lesiones en el pie y luego se pasan por un pediluvio con Sulfato de Zinc al 10%.

PECHO. En animales muy pesados es común observar úlceras o llagas en esta zona, debiéndose determinar el grado de las mismas y las posibilidades de recuperación.
Lesiones avanzadas con compromiso de las partes anatómicas internas y/o complicaciones, hacen muy rebelde su curación y el dolor en la monta disminuye la capacidad de servicio.

PREPUCIO Y PENE. Dietas ricas en proteínas aumentan la producción de amoníaco y ph de orina (alcalino), favoreciendo la acción del Corynebacterium renale, generando úlceras o llagas prepuciales que se complican, provocan inflamación y dolor, impidiendo la normal protusión del pene en servicio.
La esquila de la lana en torno al prepucio previene esta patología y en casos clínicos, junto a tratamientos antisépticos y cicatrizantes, es fácil su reversión.

Cortes de esquila u otras deformaciones a nivel de prepucio que impidan o compliquen la salida del pene (fimosis) son motivo de eliminación.

La extracción manual del pene descarta la presencia o ausencia de esta patología,

ESCROTO Su inspección permite descartar sarna, que en casos extremos, provoca una inflamación con engrosamiento de la piel y elevación de la temperatura, pudiendo generar infertilidad por degeneración testicular.
El tratamiento con ivermectinas inyectables o acaricidas aplicados localmente es aconsejado, evitando concentraciones altas de estos últimos, que pueden ocasionar irritaciones importantes.

La presencia de heridas, fístulas o cicatrices ameritan un minucioso estudio, pues las mismas pueden ser indicadores de otros procesos patológicos o complicar la función de termorregulación que cumple el escroto (los testículos deben estar 1 a 2 grados por debajo de la temperatura corporal).

Una medida conveniente es esquilar la bolsa escrotal, dejando sólo 1 cm de lana, lo que permite una mejor higiene, mayor facilidad para la palpación y permite una mejor regulación de la temperatura.

TESTICULOS Dentro del saco escrotal se deben palpar dos testículos bien conformados, de buen tamaño, consistencia, elasticidad y de fácil desplazamiento en la bolsa.
El tamaño es sumamente importante, pues tiene una alta correlación con la fertilidad y es una característica heredable alta, que se refleja en un incremento de la precocidad sexual de la progenie.

La correlación entre tamaño y circunferencia escrotal también es elevada, por lo que la medición de ésta, representa un parámetro de fertilidad objetivo, que puede ser utilizado en la selección de carneros.

La presencia de testículos de tamaño reducido es un carácter indeseable, principalmente en reproductores adultos.

La ausencia de los testículos es sinónimo de esterilidad, mientras que la presencia de uno solo no necesariamente afecta sustancialmente la fertilidad, pero es una patología hereditaria, representa un trastorno en el desarrollo y un defecto congénito, que no admite contemplaciones.
Cuando en la palpación se aprecia asimetría testicular, es signo de problemas de descenso, atrofia, hipoplasia, orquitis-periorquitis, debiéndose recurrir a un seguimiento en animales jóvenes o exámenes complementarios para precisar el diagnóstico.

Reproductores que han superado la pubertad (40 kg) con asimetrías testiculares, son riesgosos de utilizar y lo más coherente es su eliminación.

Otras patologías localizadas a nivel testicular son granuloma espermático, degeneración testicular y epididimitis

El granuloma espermático, es una reacción inflamatoria ocasionada por los espermatozoides cuando toman contacto con el tejido conectivo. Se observa en la mayoría de los procesos infecciosos que afectan el epididimo y provoca importantes adherencias.
La degeneración testicular (común en carneros de cabaña) tiene como causas predisponentes altas temperaturas (esterilidad de verano), procesos febriles, estabulación, dietas ricas en concentrados, sobrepeso, transporte, sarna chorióptica, miasis, etc.

La consistencia (resistencia a la presión) y la elasticidad (capacidad de volver a su forma original luego de ejercer una presión) están alteradas y la producción seminal comprometida.

Esta patología es muchas veces reversible, pero generalmente el proceso de regeneración es más lento que lo que fue el de degeneración.

Las epididimitis más comunes del carnero comienzan al nivel de la cola del epidídimo y son de manifestación unilateral, presentando adherencias que la diferencian del granuloma espermático no infeccioso.
 

CORDON TESTICULAR. Se pueden observar abscesos o varicocele (trastornos locales de la circulación venosa), aunque ambos tienen una prevalencia baja.
La otra afección que se puede detectar al palpar la zona es la hernia inguinal.

Reproductores con cualquiera de estas alteraciones, deberán ser descartados, por estar predispuestos a sufrir alteraciones a nivel testicular y en el caso de hernias hay cierta predisposición de carácter hereditario.

EXTRACCION SEMINAL

Esta medida es un complemento que debe ser adecuadamente interpretado, teniendo presente el modo de obtención, época del año, actividad sexual, etc.
Una muestra seminal tomada aisladamente, lo más preciso que puede aportar es la presencia de anormalidades celulares (reflejo de una degeneración testicular) o células inflamatorias (reflejo de procesos infecciosos del testículo o glándulas anexas).

El análisis serológico para detectar Brucella ovis subclínica es otro colateral importante.

 

Conclusiones

Finalizada la revisación de los carneros, se pueden clasificar en:

- Potencialmente aptos para la reproducción
- Temporalmente no aptos.

- No aptos

Los potencialmente aptos para la reproducción se dosificarán con un antihelmíntico y se vacunarán contra clostridiosis, destinándose a un potrero que reúna condiciones de buena sombra, agua y verde, donde se mantendrán bajo control hasta el servicio.

Los temporalmente no aptos, además de las medidas mencionadas y el tratamiento específico que se aconseje, se volverán a revisar para determinar su evolución. No se aconseja el uso de productos hormonales para problemas de degeneración testicular.

Los no aptos se castrarán, lo que no sólo impide su utilización, sino que ademàs permite confirmar el diagnóstico clínico y encarar el problema de futuro a nivel del predio.

Aquellos que la patología es infecto-contagiosa (Brucelosis), deberán ser eliminados para evitar su diseminación.

Por último, si bien muchos productores pueden revisar sus carneros y detectar algunas de las patologías mencionadas, el asesoramiento profesional y seguimiento de los reproductores, es clave para eliminar esta causa de bajos índices de procreos.