ALGUNAS PRÁCTICAS DE MANEJO PARA
INCREMENTAR LA CALIDAD DE ENSILAJE DE MAÍZ
Parte 2

Ing. Agr. Daniel H.Faggi, Profesor de bovinos de leche - Universidad de Chapingo, México
 
Cosecha del cultivo de maíz

Estado de Madurez

    Entre las decisiones más importantes que debe realizar el productor, y que más afectarán la futura calidad del ensilaje de maíz, será la madurez de la planta al momento de la cosecha. A medida que la planta de maíz madura se produce una traslocación de nutrientes, principalmente desde las hojas hacia la mazorca, fundamentalmente a los granos, en donde se va almacenando en forma de almidón. Por otro lado, y en particular en la zona inferior del tallo, se produce un aumento en el grosor de la pared celular, producido principalmente por un depósito de lignina, lo cual reduce la digestibilidad del tallo del rastrojo de maíz). Como el ensilaje de maíz está compuesto por una mezcla de las diferentes parte de la planta (tallo, hojas y mazorca), la participación tanto en cantidad como en calidad de cada uno de estas partes, estará influyendo en la cantidad y calidad final del ensilaje. De manera que el estado de madurez de la planta al momento de la cosecha determinará el grado de participación de cada una de las partes de la planta en el ensilaje, y por ende su calidad.

    Una cosecha en una etapa muy temprana resulta en un ensilaje con bajo contenido de grano, pero un tallo no demasiado lignificado, lo cual determina una digestibilidad de éste adecuada. En este estado de madurez hay que considerar las pérdidas por escurrimiento en el silo ya que el material a ensilar tiene un alto contenido de humedad, acarreando valiosas pérdidas de nutrientes. Análisis de estos escurrimientos indican que aproximadamente contienen 20% de componentes nitrogenados, 25% de minerales y 55% de material orgánico, todos ellos altamente digestibles.

    Por otro lado si el cultivo de maíz es cosechado en un estado de madurez del grano muy avanzado y no se utiliza un procesador de grano, éstos tendrán mayor oportunidad de pasar a través del tracto digestivo del animal, sin ser digeridos.

    El momento más adecuado de cosecha del maíz para ensilaje es cuando el grano está en estado lechoso-masoso o masoso. Sin embargo durante la última década ha surgido el término de "línea de leche" durante la maduración del grano, como criterio más adecuado.

    La línea de leche es una línea que se presenta en la cara plana del grano, y nos indica el grado de maduración de éstos, pudiéndose observar una zona de almidón sólido (madurez) junto a la mazorca y una zona de almidón líquido (inmadurez) hacia el extremo exterior del grano.

    Cuando el grado de inmadurez se encuentra de 1/3 a ½ de la línea de leche, se ha observado un incremento en el porcentaje de mazorca, un decrecimiento en el contenido de fibra detergente neutro y ácido, acompañado por un aumento de la digestibilidad y energía neta de lactancia.

    En términos generales, si el grano de maíz no es procesado al momento de la cosecha, el estado de madurez de la mazorca más adecuado es entre 1/2 a 2/3 de la línea de leche.

    Por otro lado, si el maíz es cosechado en un estado de madurez mayor a 2/3 de la línea de leche, y el grano no es procesado, el ensilaje que se produce determinará una menor producción de leche, ya que los granos de maíz no serán atacados en el tracto digestivo, pasando sin digerir a las heces.

    Picado y Procesado del Forraje

    Numerosas investigaciones indican que un micropicado favorece la calidad del ensilaje de maíz, como también su posterior utilización por el animal. Las picadoras de forraje más recomendables son aquellas que permiten una longitud de picado de aproximada -mente un centímetro o menos, de manera de lograr el picado de los granos de maíz.

    Últimamente se ha incorporado la utilización de roladores conjuntamente con la picadora de maíz (también conocidos como procesadores de grano), lo que permite incrementar la longitud del picado del ensilaje a casi el doble de largo (2 cm), manteniendo el picado de los granos a un tamaño aconsejable para su posterior utilización por el animal.

    Entre las ventajas del procesado de grano es que la mazorca está más picada y los granos se mezclan mejor con tallos y hojas, lo que permite obtener un ensilaje más homogéneo. Por otro lado, el uso de este procesador de grano, ha permitido extender el límite del estado de madurez a la cosecha, ya que aunque el grano esté más maduro y por lo tanto más difícil de picar, igual los granos son tratados.

    El procesador de grano puede consistir en un procesador mecánico instalado en la cosechadora de grano, basado en una serie de rodillos, los cuales aplastan el material cosechado. Un sistema más complicado puede consistir en un molino estacionario, el cual vuelve a picar el material cosechado antes de ser almacenado en el silo. La elección de uno u otro sistema, dependerá de las facilidades con que cuente el productor, pero ambos sistemas permiten reducir las pérdidas de nutrientes en las heces. En general estos tratamientos tienen un mayor efecto cuando el maíz es cosechado en un estado avanzado de madurez.

    Altura del corte del forraje a la cosecha

Ya se ha mencionado que la participación de la parte inferior del tallo de la planta de maíz, tiene un efecto negativo sobre la calidad del ensilaje (incrementa el contenido de lignina y reduce la digestibilidad).

Como medida de reducir la participación del tallo en el total del ensilaje, se ha planteado la alternativa de cambiar la altura de corte, incrementándose así el rastrojo de tallo que queda en el suelo, pero mejorándose la calidad del ensilaje. La idea básica es eliminar la parte de la planta de maíz con menor digestibilidad (parte inferior del tallo).

Información del Dr. Kezar (1998) indica que a medida que se aumenta la altura de corte de la planta de maíz (desde el nivel del suelo hasta 46 cm. de altura) se reduce el rendimiento del cultivo, pero simultáneamente se incrementa desde 56 a 65% la participación del porcentaje de grano en el total del ensilaje, lo cual incrementa la digestibilidad del material cosechado.

Como medida indicativa, se pierde aproximadamente una tonelada de tallo de maíz verde (con aproximadamente 70% de humedad) por cada 15 cm. de altura de corte que vamos incrementando; sin embargo recordamos que este material es el que tiene mayor contenido de lignina, aproximadamente 50% de fibra detergente ácida y es el de menor digestibilidad. O sea que si dejáramos aproximadamente 45 cm de rastrojo, estaríamos perdiendo alrededor de 3 toneladas de tallo, pero de muy baja calidad.

Almacenamiento del Cultivo de Maíz
 

  • Uso de Inoculantes

El empleo de inoculantes en el ensilaje de maíz, es un tema en discusión entre los productores más progresistas de los Estados Unidos. Sin embargo es un factor más a tener en cuenta como herramienta para lograr un ensilaje de maíz de alta calidad.

El principal efecto del inoculante es controlar y producir un efecto positivo en la fermentación del material picado, mejorando la estabilidad del ensilaje sobre la re-introducción del oxígeno, reduciendo las pérdidas de materia seca y en general mejorando la calidad del ensilaje.

En el mercado americano existen varios inoculantes para silo de maíz, sin embargo los resultados han sido muy variables, lo cual ha creado cierto desconcierto sobre la utilización de los mismos.
 

  • Aditivos para el ensilaje

Generalmente los aditivos más usados en el ensilaje de maíz son los que incrementan el contenido de proteína del forraje, tales como urea, la cual pueden ser agregada en el momento de la cosecha o cuando se suministra el ensilaje. Cuando se agrega durante la cosecha, se puede utilizar un dispositivo adaptado a la picadora de forraje lo cual asegura una distribución uniforme.

En general se puede agregar un contenido de urea que permita una relación de 1,5 % del contenido de matera seca del ensilaje o sea un equivalente a 3,75 Kg. de urea por tonelada de maíz recién cosechado con un contenido de aproximadamente de 25-30 % de materia seca. Con este agregado de urea llegaríamos a tener un ensilaje con un contenido aproximado de 9 a 13 % de proteína cruda.
 
 

  • Llenado del Silo

Desde el momento que se corta el maíz para ensilar se produce un deterioro de la calidad, dependiendo su grado, de las prácticas de manejo que se incorporen durante el llenado y almacenamiento del silo.

Es bien conocido que el principal enemigo de un buen ensilaje, es el oxígeno mezclado con la masa picada del forraje, ya que incentiva y permite continuar la fermentación aeróbica, la cual no es recomendable pues utiliza parte de los nutrientes y componentes más digestibles del forraje. De manera entonces, que cuanto antes podamos eliminar el aire dentro del silo, también lograremos reducir la fermentación aeróbica, y por ende mejorar la calidad del ensilaje.

La participación del oxígeno es problemática tanto en el proceso del llenado como en el vaciado del silo, de allí que debamos controlarlo al mínimo en ambos procesos.

Durante el llenado del silo, es fundamental una rápida distribución del material picado conjuntamente con un rápido apisonamiento, de manera de reducir al máximo la exposición del ensilaje al oxígeno. En aquellos casos en que no podamos completar el trabajo en el mismo día, es recomendable realizar un tapado provisorio del silo.

Entre las medidas para lograr estos objetivos, radica en una buena planificación de la cosecha; se requiere una adecuada coordinación entre la máquina picadora, los tractores y/o camiones acarreadores, tractores distribuidores y apisonadores.

Hace unos años, cuando se iniciaban los primeros trabajos de ensilaje de maíz, era muy común la utilización de picadoras de muy bajo rendimiento, lo que acarreaba un proceso de ensilaje que duraba varios días, con la consecuente baja calidad del ensilaje, debido a una gran exposición del material picado con el aire. En los últimos años, al utilizarse equipos de cosecha de alto rendimiento, hay que considerar un tiempo prudencial para el apisonamiento correcto, ya que a veces el llenado se realiza demasiado rápido.

Todos conocemos que un llenado lento del silo, prolonga la respiración del ensilaje, lo que es detectado midiendo la temperatura del material ensilado; de allí que un buen control es mantener la temperatura a bajos niveles.
 

  • Cubrimiento del Silo

Entre las ventajas de cubrir el silo con plástico está el evitar la penetración de aire, como también la de agua de lluvia. Sin embargo algunos productores consideran innecesario cubrirlo, ya que piensan que las pérdidas que se producen por el no cubrimiento del silo, no llegan a compensar el relativo alto costo de la tela plástica.

Información de McLaughlin et al., (1978), en donde compara silos con y sin recubrimiento de plástico, indica pérdidas del 60 % de materia seca en los primeros 25 cm. de la parte superior del silo, y pérdidas del 22 % entre los 25 y 50 cm. de la misma parte, en silos no cubiertos.

Datos más recientes, Bolsen (1997) señalan que en los primeros 25 cm. de un silo no cubierto, las pérdidas de materia orgánica digestible llegan al 75 % y el material recuperado de esa zona tenía una digestibilidad del 37 %, y un pH de 7,11. En los siguientes 25 cm. de profundidad (25 a 50 cm.) en el silo sin cubrir, las pérdidas se redujeron al 25 % y la digestibilidad fue del 63 %.

Para el caso del silo cubierto, las pérdidas en los primeros 25 cms. de la parte superior fueron de un 10% de materia orgánica en tanto en los siguientes 25 cms.(entre los 25 y 50 cms.de profundidad) prácticamente no hay diferencias en calidad del ensilaje.

En conclusión, en el caso que no se cubra el silo, se deberá tener en cuenta que en los primeros 50 cm., y en particular los primeros 25 cm., el material remanente es de muy baja calidad, señalándose además que se producen altas pérdidas de materia orgánica digestible (75 %). Si se quisiera cuantificar las pérdidas en kg. de ensilaje, recordemos que el silo de maíz tiene una densidad que determina un peso de aproximadamente 600-800 kg /metro cúbico, según el grado de compactación.
 

Utilización del ensilaje de maíz
 

  • Vaciado del Silo

Una vez cerrado el silo, y si la cubierta es adecuada, las pérdidas de ensilaje son relativamente bajas. Sin embargo una vez que se abre el silo, se produce un deterioro relativamente rápido. Con la entrada de aire, se incrementa la actividad bacteriana (en particular las bacterias aeróbicas), lo cual incrementa la temperatura de la masa ensilada, produce un incremento de anhídrido carbónico y del pH del silo, todo lo cual se traduce en un deterioro de la calidad del ensilaje. Un ensilaje que aumente la temperatura por encima de 40º C, es un indicativo que el material sigue respirando, y actúan las bacterias aeróbicas. Estos cambios producen pérdidas de materia seca. Un silo de maíz abierto durante 15 días, sin un control adecuado, puede registrar pérdidas que llegan al 30 % de la materia seca disponible al momento que se le abrió.

Una manera de evitar este deterioro del ensilaje es asegurando que la capa de material que se retira diariamente sea mayor a la que el aire puede penetrar efectivamente durante ese mismo período de tiempo. El grosor de esta capa de ensilaje puede ser muy variable dependiendo de muchos factores, sin embargo una medida práctica es la de 15 cm. de ancho por día.

Cuando se construye el silo es aconsejable tener en cuenta el volumen diario de ensilaje que se retirará por día, se debe tratar de coordinar el largo y ancho del silo, de manera que todos los días se remueva por lo menos esa capa de ensilaje de 15 cm. de ancho.
 

  • Alimentación con ensilaje de maíz

Entre los componentes más importantes del ensilaje de maíz, los carbohidratos y las proteínas constituyen los principales elementos para la alimentación animal.

Existen dos tipos importantes de carbohidratos:

- los que están dentro de las células de las plantas y se denominan no estructurales (almidón y azúcares)
- los que están en la pared celular o también llamados estructurales (celulosa, hemicelulosa y lignina).

Los azúcares o sea los carbohidratos solubles son de vital importancia en el proceso de conservación y elaboración del ensilaje de maíz.

En el proceso de consumo voluntario del animal y en la proporción en que dicho material es digerido y absorbido por este, el contenido de la pared celular juega un importante papel. La celulosa y hemicelulosa son prácticamente digestibles pero la presencia de lignina interfiere dicho proceso; esto se debe a que la lignina junto con la celulosa y hemicelulosa forman unas complejas estructuras que son difícilmente atacadas por las enzimas en el rumen del animal.

El tallo de la planta de maíz, que tiene un alto contenido de pared celular y de lignina, tiene un bajo porcentaje de digestión lo cual, a su vez, reduce el consumo voluntario.

En relación con los carbohidratos, los azúcares son los que sufren los principales cambios transformándose en ácidos de cadena corta, principalmente ácido láctico y alcohol; esto se produce por un proceso de fermentación bajo la acción de bacterias.

En general el maíz tiene bajo contenido de proteína (entre 6 y 10 % en la materia seca) y como consecuencia del proceso del ensilado se produce pequeños cambios.

En relación con contenido de minerales, como consecuencia del proceso del ensilaje, se produce un pequeño aumento debido a una pérdida de componentes orgánicos durante la fermentación.

Si comparamos el consumo voluntario de silo de maíz y forraje fresco de maíz en el mismo estado de madurez, el primero es menor debido a una mayor acidez y bajo contenido en proteína del ensilaje. Si al ensilaje se le agrega algún suplemento (bicarbonato de sodio) que mejore la acidez del ensilaje y/o se le agrega algún suplemento proteico, se observa una mejora del consumo voluntario.

En conclusión, el análisis de los diferentes factores que afectan la calidad del ensilaje de maíz, nos permitirá obtener un forraje con el que se logren adecuados niveles de producción de leche y/o carne, con menores costos