EL TRÉBOL BLANCO Y LOS RIZOBIOS NATIVOS
EL TRÉBOL BLANCO Y LOS RIZOBIOS NATIVOS

Ing. Agr. Pablo Dutto

Cuando se siembra una leguminosa inoculada, comienza en el suelo una compleja relación simbiótica entre esa leguminosa, los rizobios nativos y los introducidos con la inoculación, que condiciona la implantación del cultivo. Esa relación simbiótica, en nuestro país, aún presenta algunas situaciones problemáticas, especialmente en trébol blanco, como las que se analizan en este artículo.

Los rizobios son bacterias del suelo que se caracterizan por su habilidad para infectar los pelos radiculares de las leguminosas e inducir la nodulación o sea la formación de nódulos en sus raíces.

Entre las leguminosas y los rizobios se establece una simbiosis o sea una relación de beneficio mutuo: las bacterias utilizan el nitrógeno del aire y lo convierten en compuestos nitrogenados asimilables por las plantas y éstas, a su vez, le suministran a las bacterias carbohidratos, como fuente de energía, proceso denominado Fijación Biológica del Nitrógeno.

La mayoría de las leguminosas son "huéspedes específicos", es decir que sólo pueden ser noduladas por algunas cepas de rizobios. A su vez, pueden existir cepas de rizobios que producen nodulación, pero que difieren mucho en la cantidad de nitrógeno fijado, o sea en su eficiencia. Ambos aspectos, especificidad y eficiencia, implican la Selección de Cepas de Rizobios para su uso en la fabricación de inoculantes de leguminosas.

Por otra parte, en nuestros suelos existen naturalmente rizobios (cepas nativas), pero a menudo fallan en producir nodulación efectiva; por lo tanto, se debe recurrir a la inoculación de la semilla para asegurar que los rizobios específicos estén presentes en el lugar (al inicio del desarrollo de la raíz) y en las cantidades adecuadas.

EL TRÉBOL BLANCO

En el caso del trébol blanco, la relación entre los rizobios nativos y los introducidos en el inoculante tiene una especial significación en el éxito de su implantación.

En los suelos de nuestro país existen cepas nativas (que en condiciones normales nodulan al trébol de campo o polimorfo) pero que en trébol blanco se comportan como parásitas. Esto es uno de los principales motivos por el cual, el trébol blanco ha tenido frecuentes problemas de implantación, especialmente cuando se siembra en campo natural, sin antecedentes de esa leguminosa.

Cuando se inocula la semilla de una leguminosa se busca introducir una cepa de rizobios seleccionada y que compita con cepas nativas ya presentes en el suelo. El principal factor para que este proceso sea exitoso es el número de rizobios del inoculante "pegados" a la semilla sembrada; por eso es necesario extremar los cuidados en la inoculación y en la siembra. Adicionalmente, el pequeño tamaño de la semilla de trébol blanco limita el número de rizobios del inoculante que es capaz de llevar sobre la misma al ser inoculada.

Hemos observado, en algunas zonas de nuestro país, semilleros y pasturas con trébol blanco que durante el primer invierno, muestran el predominio de plantas amarillo-rojizas, que en sus raíces presentan una nodulación inefectiva.

En general, hacia la primavera aparecen manchones de plantas verdes, que luego se expanden hasta abarcar todo el semillero, que posteriormente sigue una evolución normal. La consecuencia es una menor producción de materia seca en ese primer año (con restricciones en el pastoreo) y muy probablemente de semilla. En algunos casos esta evolución positiva no se produce y las plantas mueren.

Por su parte, distintos factores pueden llevar a que la siembra se realice en condiciones desfavorables; en nuestro país, especialmente en zonas sin tradición agrícola, es frecuente la siembra de un semillero como cabeza de rotación, con máquinas de tolva, donde la semilla inoculada se mezcla con el fertilizante, el atraso en las fechas de siembra y deficiencias en la preparación del suelo, todo lo cual lleva a sembrar en malas condiciones, con bajas temperaturas y saturación hídrica.

ALGUNOS RESULTADOS

          Rizobios por semilla sembrada inoculada.

    A los efectos de evaluar el número de rizobios por semilla inoculada en el momento de la siembra, el Laboratorio de Microbiología de Suelos y Control de Inoculantes realizó, en semilleros de trébol blanco de zonas no agrícolas, un muestreo de semilla sembrada inoculada a nivel de chacra (a pie de sembradora).
    De nueve muestras, tres no mostraron rizobios detectables; otras tres tuvieron valores relativamente bajos y sólo tres tenían concentraciones de rizobios aceptables.

    Este resultado permite suponer que el bajo número de rizobios en la semilla en el momento de la siembra es en parte, responsable de los problemas de implantación del trébol blanco.

    Producción de materia seca

    Para medir los efectos de la inoculación y del número de rizobios por semilla se sembró un ensayo en un semillero de trébol blanco donde se analizaron tres niveles de inoculación: 40, 1300 y 3000 rizobios por semilla inoculada y sembrada.
    Los resultados en producción de materia seca por hectárea se muestran en la figura 1.

    Se observa que la inoculación y el número de bacterias por semilla tienen un efecto muy fuerte en la producción de materia seca. La inoculación a la menor dosis dio valores similares a los del testigo sin inocular, y hubo una marcada respuesta al aumento de la dosis. En la producción total de los dos cortes, pasar de 40 a 3000 rizobios por semilla implica un aumento de más de 3000 kgs de materia seca por hectárea.

    Anegamiento

    Productores y técnicos nos han señalado que los problemas en la implantación de trébol blanco se acentúan en años lluviosos, especialmente en los suelos que presentan una elevada saturación debido a un drenaje deficiente.

    Esto nos motivó a realizar un ensayo de laboratorio, donde plantas de trébol blanco en presencia de rizobios parásitos y rizobios específicos y en condiciones de saturación de agua, mostraron una clara depresión en el desarrollo y un color amarillento. (que se estaba revirtiendo en el momento en que se cosechó el ensayo). En las plantas inoculadas con la mezcla de cepas (parásitas y específicas), en condiciones de saturación, hubo un mayor número de nódulos inefectivos que en condiciones de buen drenaje, lo cual sugiere que la cepa específica podría perder competitividad en condiciones de mal drenaje.
    Si la cepa específica, que se usa en los inoculantes comerciales, tiene dificultades para competir en condiciones de mal drenaje (hay que recordar que los rizobios nativos están adaptados a nodular el trébol polimorfo en esas condiciones), es posible que este factor también contribuya a explicar los problemas hasta aquí mencionados.

CONCLUSIONES

1.- Las muestras de semilla inoculada sembradas por productores presentaron un número de rizobios sobre la semilla muy variable, frecuentemente bajo y a veces nulo.

2.-Hubo un efecto muy claro del número de rizobios sobre la semilla inoculada en la producción de materia seca en el año de implantación.

3- Atento a las dos conclusiones anteriores, parece claro que la baja cantidad de rizobios por semilla es parcialmente responsable de los problemas de implantación del trébol blanco.

4- La saturación hídrica parece influir, deprimiendo la competitividad de la cepa comercial frente a los rizobios nativos parásitos.

RECOMENDACIONES

Evitar la siembra de semilleros de trébol blanco sobre campo natural sin antecedentes de trébol blanco. Adicionalmente, para bacterizar el suelo, puede inocularse el cultivo antesesor con inoculante específico de trébol blanco.
Reducir los problemas de drenaje deficiente de los suelos a través de la elección de la chacra y los laboreos.

Realizar laboreos tempranos y siembras en condiciones de temperatura y humedad adecuadas para permitir una rápida emergencia de las plantas.

Extremar los cuidados en la inoculación y en la siembra.

  • Mientras no se profundicen otros estudios, se sugiere aumentar la concentración de bacterias sobre la semilla mediante un incremento de la dosis de inoculante y especial atención en la técnica de inoculación, evitando la mezcla con el fertilizante y otros factores que afectan la sobrevivencia de la bacteria.
  • Utilizar sembradoras en línea.
Analizar la posibilidad de siembra directa.
 


Agradecimientos: la información que se presenta en este artículo se obtuvo a partir de un proyecto financiado parcialmente por el INIA.

ACTIVIDADES DEL LABORATORIO

El Laboratorio de Microbiología de Suelos y Control de Inoculantes (LMSCI), de acuerdo a su marco legal, desarrolla trabajos en las siguientes áreas:

-Selección de cepas de rizobios, para su uso en inoculantes comerciales.

-Control de Calidad de Inoculantes, en fábrica y en la distribución.

-Mantenimiento de la Colección Nacional de Cepas de Rizobios y otros microorganismos promotores del crecimiento vegetal.

-Estudio de factores limitantes de la Fijación Biológica del Nitrógeno en campo.

Además de estas áreas, básicas y obligatorias, tiene otras líneas de acción con el objetivo de contribuir a maximizar le eficiencia de la FBN en condiciones de producción:

  • Aislamiento, identificación y evaluación de microorganismos promotores del crecimiento vegetal en arroz y avena
  • Aspectos rizobiológicos vinculados a problemas de implantación de trébol blanco.
  • Identificación por técnicas bioquímicas y moleculares de rizobios utilizados en la elaboración de inoculantes en el Mercosur, como Laboratorio de Referencia (con el apoyo de PRENADER).
  • Inoculación de semilla :estudio de métodos y proporciones de adherentes y polvos secantes que maximicen la concentración de rizobios en la semilla.
  • Estudio de la biodivesidad microbiológica nativa en los suelos del Uruguay: enfoque agronómico.
  • Caracterización de cepas de rizobios para alfalfa; énfasis en suelos ácidos.
  • Caracterización de cepas de rizobios en especies del género Lotus.
  • Caracterización de cepas de rizobios para leguminosas de uso potencial en suelos sobre basalto.
  • Validación de la inoculación en caupí para abono verde(con el apoyo de PRENADER).
El LMSCI actualmente es sede permanente de la Secretaría Ejecutiva de la Asociación Latinoamericana de Rhizobiología (ALAR).


 

   
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