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Material realizado por técnicos del Plan Agropecuario.


Luego de una primavera, verano y principio de otoño deficitario respecto a la producción de pasto, muchos rodeos no han podido mejorar su estado nutricional, esta situación puede atentar para que las pariciones no se desarrollen correctamente. Por este motivo y para lograr los mejores resultados posibles, es necesario tener en cuenta algunos elementos claves durante el proceso de parto, para ayudar a la vaca y ternero.


 


El Parto


El parto se define como el nacimiento del feto seguido de la expulsión de la placenta.  


Para poder evaluar si un animal está próximo a parir, debería estar en un lugar accesible, cercano a las viviendas y deberíamos recorrer el rodeo como mínimo unas dos veces por día. De esa forma podremos monitorear las vacas, los partos y la necesidad o no de intervenir en cada caso. Debemos también monitorear los terneros nacidos, si están vitales, si se paran en un plazo de una hora luego del parto y si toman calostro en las primeras seis horas de vida. Por el tipo de placenta que tienen las vacas, no pueden transmitir inmunidad al ternero a no ser por la vía del calostro. Es por eso que la supervivencia del ternero está sumamente condicionada a un correcto calostrado, teniendo en cuenta el momento, cantidad y calidad de este alimento.


 


¿Qué debemos hacer si el ternero no es expulsado?


Si el ternero no ha sido expulsado luego de 3 horas que sus miembros aparecieron fuera de la vagina, se debe intervenir y ayudar a la vaca. En estos casos, lo primero es higienizar la zona que rodea la vulva y bajo el ano (perineo) de la vaca y mantenerla limpia durante el proceso de ayuda. Se debe realizar una inspección del canal vaginal para detectar la posición del ternero, el que debe asomar primero sus manos y la cabeza. Antes de realizar la inspección debemos colocarnos guantes para evitar un posible contagio de enfermedades que pueda trasmitirse del animal al humano, lavarnos bien las manos y desinfectarlas para no introducir contaminantes al útero provocando una infección.


Si la posición del ternero es correcta, realizaremos una tracción alternada de las manos, atándolas previamente. En algunos casos una rotación del ternero facilita la salida ya que los diámetros desencontrados de las caderas de la vaca y del ternero optimizan su esfuerzo expulsivo. Otro factor a tener presente es realizar la fuerza de tracción simultáneamente con las contracciones de la vaca. Si la posición no es correcta, debemos primero corregir la posición del ternero de manera tal que pueda atravesar el canal de parto sin riesgos para él o para su madre.  Si no podemos corregir la posición, se debe consultar a un veterinario.


 


¿Qué hacemos con los terneros luego de nacidos?


En el caso que el parto sea asistido y en el cual la vaca no realiza o no puede realizar una buena limpieza del recién nacido, debemos realizarla nosotros, eliminando posibles membranas en la nariz y boca, para que pueda respirar adecuadamente.


Se debe identificar el ternero recién nacido, verificar que mame calostro en las primeras 6 horas después de nacido y realizar una buena desinfección del ombligo.


Provea buenos cuidados al recién nacido limpiando de moco las vías aéreas, estimulando la respiración, secándolo (si es necesario), monitoreando las demoras en pararse y mamar. Desinfecte con yodo el ombligo siempre que sea posible, ya que es vía de entrada para infecciones que originan problemas articulares.


 


¿Qué debemos hacer si la placenta no es expulsada?


La retención de placenta es la permanencia total o parcial de la placenta en el útero, por un período mayor a 12 horas luego del parto. Existen muchas causas de esta patología, muchas de las cuales están relacionadas al manejo que se realice de la vaca en las semanas anteriores al parto (en la actualidad relacionado al estado nutricional de las vacas). También puede ser consecuencia de procesos infecciosos de distinto origen. En este momento, lo único que se puede hacer es tratar de ayudar a la eliminación de la misma, ya sea con extracción manual y/o la administración de antibióticos y de hormonas.


 


¿La vaca puede tener otros problemas además de la retención de placenta?


Dentro de las posibles complicaciones postparto, tenemos además de la retención de placenta la metritis y la piómetra. La metritis es una inflamación del útero muchas veces provocada por microorganismos. Puede ser diagnosticada mediante la observación de descargas vaginales purulentas. Si la metritis no es severa, las vacas se pueden recuperar sin tratamiento en unas cuantas semanas. Para tratarlas administramos antibióticos directamente dentro del útero previa consulta a un veterinario. Otra de las posibles complicaciones postparto es la piómetra, que es una infección en la que el útero se llena de pus, pudiendo poner en riesgo la vida del animal. Por encontrarse el cérvix cerrado el material purulento se acumula dentro del útero. Todas estos factores alteran la involución normal del útero que debe ocurrir luego del parto, pudiendo comprometer la eficiencia reproductiva de esa hembra en el futuro.


 


IMPORTANTE: 



  • Reservar un potrero para pariciones que sea de fácil acceso, con agua y sombra a disposición.

  • Recorrer el rodeo que está pariendo, 2 a 3 veces por día.

  • Sea paciente en el proceso de parto, pero esté preparado para dar la asistencia correcta si es necesario.

  • Si asiste el parto, utilice medidas de higiene adecuadas para no provocar una infección.

  • Si no puede corregir la posición del ternero, consulte a un veterinario.

  • Provea buenos cuidados al recién nacido limpiando las vías aéreas, estimulando la respiración y monitoreando las demoras en pararse y mamar.

  • En vacas, controlar la eliminación de la placenta en los plazos mencionados y la ausencia de infecciones uterinas.

Auspiciantes anuales