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I.
¿POR QUÉ LABOREAR? |
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II.
¿CUÁNDO LABOREAR? |
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III.
¿CON QUÉ LABOREAR? |
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IV.
¿QUÉ HACER ENTRE LABOREO PRIMARIO Y SIEMBRA? |
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V.
COSTO COMPARATIVO DE BARBECHO MECÁNICO
VS. QUÍMICO |
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RESUMEN
Y CONCLUSIONES |
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I. ¿POR QUÉ LABOREAR? |
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La decisión de laborear o no un suelo se debe tomar en función
de las necesidades de hacerlo. Para ello, debemos definir claramente lo
que buscamos con el laboreo del suelo.
En esta cartilla se discuten los criterios a manejar una vez tomada
la decisión de laborear y tiene por objetivo reducir la intensidad
de laboreo para el cultivo.
A. Objetivos del
laboreo:
• Descompactar el suelo
• Eliminar malezas presentes
• Aumentar la cantidad de nitrógeno para el cultivo a sembrar
• Lograr una adecuada sementera
La necesidad de descompactar el suelo ha sido la principal razón
para laborear. Sin embargo, la información experimental demuestra
que esto no siempre es necesario y que la respuesta a la profundidad de
laboreo sólo existe en aquellas situaciones en las que se diagnostica
«suela de arada». A su vez, un laboreo mínimo ha logrado
resultados tan buenos como el convencional cuando se mantiene el suelo
libre de malezas.
B. Objetivos secundarios:
• Nivelar
• Secar el suelo
• Combatir plagas del suelo
• Eliminar rastrojos problemáticos
C. En qué
situación me encuentro:
Independientemente del cuándo y cómo laborear y cuál
sería el barbecho óptimo para cada situación, la historia
de chacra nos impone el nivel de producción en el cual se produce
la respuesta a la variable de manejo (Cuadro Nº 1).
Cuadro 1. Variación
absoluta de rendimiento de trigo en respuesta al manejo
del laboreo sobre tres historias
de chacra (kg/há). Ernst et al, 1990
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Rendimiento
(kg/há)
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Historia |
Mínimo
|
Máximo
|
Promedio
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Pradera |
2230
|
4409
|
3320
|
Chacra nueva |
1670
|
2730
|
2200
|
Chacra vieja |
1162
|
1800
|
1481
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La variación de rendimiento para cada chacra es fruto de diferentes
manejos pero el mejor de ellos en una chacra vieja no logró superar
esta limitante del ambiente. La historia de
chacra opera como una variable cualitativa, determinando la necesidad y
la ventaja de incluir la agricultura con laboreo dentro de un esquema de
rotación con praderas artificiales.
II. ¿CUÁNDO LABOREAR? |
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Luego de definida una fecha de siembra
para un cultivo de invierno, la pregunta inmediata es cuando comenzar a
laborear para llegar a la siembra con una buena sementera y la mayor cantidad
de nitrógeno posible como forma de maximizar el potencial del cultivo.
El nitrógeno es una de las
variables más importante en los cultivos de invierno, encontrándose
las mayores respuestas a la fertilización nitrogenada dado por un
bajo aporte del suelo en una estación fría.
En la figura 1 vemos la disponibilidad
teórica del nitrato en el suelo sin laboreo. Se puede observar la
caída de N-NO3 que ocurre en invierno como
consecuencia de las bajas temperaturas del suelo y su contenido de humedad.
Por otro lado cuando laboreamos promovemos la mineralización de
la materia orgánica por lo que estamos aumentando la cantidad de
nitrógeno disponible para las plantas y la magnitud de la respuesta
al laboreo va a estar ligada con el potencial de esa chacra y su cultivo
antecesor.
Figura 1. Disponibilidad
teórica de nitrato en el suelo a lo largo del año.
Si incorporamos rastrojos de difícil
descomposición (sorgo, maíz) se produce un descenso inicial
en la disponibilidad de nitratos como consecuencia de la inmovilización
del nitrógeno (proceso biológico necesario para la descomposición
del rastrojo). Este proceso puede durar entre 40 a 70 días dependiendo
del tipo y volumen del rastrojo que incorporemos y de la historia de chacra.
Para el caso de roturar pradera (si esta no se encuentra muy engramillada)
promovemos un gran aumento del nitrógeno muy temprano iniciado el
laboreo, por lo que estamos dejando ese nitrógeno sujeto a perdidas
por lluvias o para el crecimiento de malezas. El período que
va desde laboreo primario a la siembra lo definiremos como largo
del barbecho y este va a ser variable según la situación
de chacra a la que estemos enfrentados.
La fertilidad de la chacra, la cantidad
de rastrojo a incorporar en el suelo y la fecha de la primer labor, son
las determinantes de la velocidad con la que el suelo libera nitrógeno
y por lo tanto dará el rango de días óptimos de barbecho
con la que deberá presentar cada situación en particular.
La definición del período óptimo de barbecho está
en función de la máxima disponibilidad de nitrógeno
a la siembra.
Si bien
las condiciones climáticas luego van a alterar los largos de barbecho,
resulta claro que no son necesarios períodos de 4 a 6 meses para
alcanzar los mayores niveles de nitrógeno a la siembra, ya que estos
excesivos períodos conllevan a pérdidas de nitrógeno
por lavado y éstas serán mayores en la medida en que las
precipitaciones sean más abundantes.
En la figura
2 puede verse claramente la disminución del nitrógeno en
forma de nitratos luego de los 60 días post laboreo primario realizado
el 30 de marzo con un régimen de lluvia muy intenso. Como puede
verse el nivel máximo llegó a 35 ppm de nitratos para pasar
luego a los 120 días a 7 ppm (parte por millón).
Figura 2. Evolución
de la disponibilidad de N-NO3 (ppm) en el suelo
luego de realizado el
laboreo primario. Adaptado: Bentancour y Calero, 1990.
En función
de esto, el período de barbecho deberá ser más largo
y por lo tanto la fecha de laboreo más temprana, cuanto mayor es
la cantidad de rastrojo a incorporar, más difícil es su descomposición
y menor fertilidad natural tiene la chacra.
En el Cuadro Nº 2 se resumen
los resultados sobre tiempos de barbecho óptimos en diferentes situaciones
de chacra.
Cuadro 2. Tiempo
de barbecho óptimo para diferentes situaciones.
Situación |
Rango en días
entre
labor primaria y
siembra
|
Trigo cabeza de rotación |
50-70
|
Trigo sobre rastrojo de
Trigo |
45-60
|
Trigo sobre rastrojo de
Girasol |
45-60
|
Trigo sobre rastrojo de
sorgo |
|
Chacra
nueva |
60-85
|
Chacra
vieja |
85-120
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III. ¿CON QUÉ LABOREAR? |
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Las diferencias entre secuencias
de herramientas y tipos de laboreo (laboreo convencional y laboreo vertical)
radican en el control de malezas, la velocidad del enmalezamiento posterior
y la velocidad de aparición del N-NO3 pero
no en el aporte total de nitrógeno realizado por el suelo.
En la figura 3 se observa el control
de malezas y la velocidad de enmalezamiento medido a los 50 días
luego de un laboreo primario con Arado, Cincel o Excéntrica+Cincel.
Los sistemas convencionales logran
mejor control inicial de malezas y retrasan el enmalezamiento posterior
del barbecho que el realizado con sistema vertical. Cuando el período
de barbecho es largo las diferencias en el número de malezas se
reducen pero se mantienen en el tamaño de las mismas. Por lo tanto,
en chacras enmalezadas los laboreos convencionales presentan esta ventaja.
Si se realiza laboreo vertical, serán necesarias más pasadas
de herramientas para lograr el mismo resultado.
Figura 3. Control
de malezas alcanzado con diferentes herramientas de laboreo primario
y velocidad de enmalezamiento posterior (50 días) medido como
número de malezas/m2.
IV.
¿QUÉ HACER ENTRE LABOREO PRIMARIO Y SIEMBRA? |
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Mantener el barbecho limpio va a
ser el criterio determinante de la necesidad de labores intermedias y por
lo visto anteriormente esto va a ser más importante en la medida
que nos vemos enfrentados a chacras con períodos largos de barbecho,
alta incidencia de malezas o herramientas que no invertan el suelo.
En el país es tradicional
el uso de períodos de barbecho muy largos y de un excesivo laboreo
durante la preparación del suelo con el criterio de soltar el suelo
y eliminar malezas. La pregunta es si es necesario hacer este manejo
para llegar a la siembra en la mejor situación para el cultivo.
Las alternativas que se plantean a esto es el control mecánico y/o
control químico cuando hay malezas solamente. En la figura 4 puede
verse el efecto de controlar malezas en el barbecho con los dos métodos.
Controlar las malezas mejoró la disponibilidad de N-NO3
con respecto a sin control.
Figura 4. Evolución
de nitrato en el suelo según laboreo. (Adaptado Ferrari y Morales,
1985).
A nivel de chacras se realizaron
una serie de experimentos tendientes a contestar estas preguntas,
resultando el barbecho químico el mejor controlador de las malezas
y superando en un 10% en rendimiento a los tratamientos logrados por el
productor (Cuadro 3). Mantener el barbecho limpio con aplicación
de glifosato fue mejor que matenerlo sin malezas y suelto a través
del laboreo.
Cuadro 3. Efecto
del manejo del barbecho (enmalezado, control químico y control mecánico)
sobre el rendimiento relativo de trigo en diferentes tipos de suelo y chacra.
(Balmelli et al, 1990).
Unidad
|
Historia
|
sin
control
|
control
químico
|
control
mecánico*
|
Bequeló
|
nueva
|
78
|
100
|
81
|
Bequeló
|
vieja
|
56
|
100
|
98
|
C. Nieto
|
pradera
|
87
|
100
|
89
|
C. Nieto
|
vieja
|
94
|
100
|
90
|
Risso
|
pradera
|
99
|
100
|
93
|
Libertad
|
vieja
|
93
|
100
|
95
|
Rendimiento
barbecho químico base = 100
* una
pasada de herramienta cada vez que el suelo se enmalezó o se compactó. |
Si bien el laboreo del suelo es una
variable capaz de producir importantes variaciones en el aporte de nitrógeno
del suelo y por lo tanto en el rendimiento de los cultivos, cuando se analiza
su impacto relativo sobre la producción de un establecimiento la
época de siembra adquiere mayor relevancia. Su efecto se manifiesta
a través de «la probabilidad de siembra en fecha óptima».
Es así que, si bien es posible reducir el tiempo de barbecho sin
afectar el rendimiento en grano, los laboreos tardíos reducen la
posibilidad de siembra en junio-julio.
También en este sentido el
«barbecho químico» permite manejar períodos de
barbecho más largos con escasas necesidades de laboreos intermedios.
El control químico de las malezas permite mantener la superficie
rugosa, cubierta por residuos y sin un permanente estímulo para
la liberación temprana de nitrógeno por parte del suelo.
En términos generales, un laboreo temprano es mejor que uno tardío
solo si controlan las malezas, de lo contrario, son éstas las que
capitalizan el efecto. Por lo tanto, cuanto más
temprano es el laboreo primario y/o más tarde se concrete la siembra,
mayor es el beneficio del barbecho químico.
V.
COSTO COMPARATIVO DE BARBECHO MECÁNICO VS. QUÍMICO |
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Ante las sucesivas bajas de
precios del glifosato es que se hace viable la utilización de barbechos
químicos.
A continuación se
realiza un análisis de costos del control químico y del control
mecánico en una situación media luego de realizado el laboreo
primario para mantener la chacra libre de malezas.
En el laboreo mecánico
se consideran dos opciones: cultivador o excéntrica y en el laboreo
químico se consideran las opciones de aplicación terrestre
o aérea (utilizando dos litros de glifosato).
Los precios de los laboreos
son tomados de cartillas de costos Plan Agropecuario (Fascículo
1) y el precio de plaza en Young al 15/3/98 del herbicida.
De estos datos se desprende
que la pasada de un cultivador costaría U$S 12 y la aplicación
de 2 litros de glifosato con aplicación terrestre sería U$S
13.20.
A la hora de considerar
costos hay que analizar el mejor control de enmalezamiento con control
químico que nos evitaría lo que en el laboreo mecánico
es casi seguro en barbechos largos sucesivas pasadas de herramientas y
por otro lado el costo de oportunidad de poder hacer un laboreo con avión
cuando las condiciones de humedad no permiten otro laboreo.
En casos de rastrojos engramillados
o con mucha presión de malezas esta situación varía:
se necesitaría una dosis superior de herbicida, pero se evita un
mayor número de pasadas de herramientas que implican por un lado,
el encarecimiento de laboreo y por otro un mayor riesgo de erosión
y pérdida de nitrógeno.
Laboreo Mecánico
Laboreo Químico
|
U$S |
|
U$S |
|
U$S |
|
U$S |
Cultivador
o disquera
|
12 |
Excéntrica
|
15 |
Aplicacion
terrestre
|
4 |
Aplicación
aérea
|
8 |
|
|
|
|
Herbicida
|
9.20 |
|
9.20 |
Totales |
12 |
|
15 |
|
13.20 |
|
17.20 |
RESUMEN
Y CONCLUSIONES |
|
• El período de barbecho es una de las determinantes del éxito
de un cultivo de invierno. Este será variable según en que
situación nos encontremos. Chacras más viejas y rastrojos
difíciles tendrán la necesidad de tener períodos de
barbecho más largos.
• La disponibilidad de N-NO3 a la siembra está
más determinada por la evolución del enmalezamiento durante
el período de barbecho que por el sistema de laboreo primario, si
bien la tendencia es que el arado permite controlar mejor las malezas que
el cincel al inicio; si utilizamos períodos muy largos de barbecho
estas diferencias se reducen.
• Si no existe enmalezamiento en el barbecho, no se justificaría
realizar laboreos para mejorar el aporte de nitrógeno. Por el contrario
si existiesen malezas durante este período controlarlas con el uso
de herbicidas (barbecho químico) ha resultado ser el mejor tratamiento,
permitiendo de esta manera reducir el número de laboreos.
• En situaciones de otoño-invierno muy llovedoras, el impacto
del barbecho químico toma mayor relevancia por la facilidad
de manejo de este sistema, sabiendo que los días aptos para laborear
en estas condiciones son pocos y la eliminación de las malezas
es un objetivo a cubrir.
Material elaborado por
el equipo técnico de la EEMAC - Facultad de Agronomía (integrado
por los Ings. Agrs. Osvaldo Ernst y Guillermo Siri) y del Centro Agronómico
de Río Negro (Ing. Agr. Ismael Turban). Agradecemos los aportes
realizados por el Ing. Agr. Jorge Sawchik del INIA.
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