|
|
I.
INTRODUCCION |
|
II.
CONDICIONANTES DE MANEJO DE UN BUEN VERDEO |
|
III.
CONSIDERACIONES FINALES |
|
I. INTRODUCCION |
|
El lento crecimiento otoñal y las bajas temperaturas invernales
determinan una escasez de forraje de las pasturas naturales y convencionales
temprano en el otoño e invierno, debiéndose utilizar alternativas
forrajeras de mayor producción en estas estaciones para paliar
estas deficiencias.
Los verdeos de invierno (avena, raigrás,
cebada, trigo, triticale) son gramíneas anuales que se caracterizan
por producir un volumen muy alto de forraje de buena calidad en un período
corto de tiempo, lo que los hace imprescindibles para cubrir las deficiencias
normalmente producidas en su estación de crecimiento. Si bien
los mismos han cumplido un importante rol a través de los años,
su importancia ha aumentado últimamente, dada la mayor intensificación
de la ganadería uruguaya y a que las altas temperaturas y deficiencias
hídricas estivales han determinado que los mismos sean muchas veces
la única alternativa productiva en el otoño.
La principal característica de estos verdeos es que su corto
período de utilización determina que se deban amortizar en
1 año, lo que los hace caros frente a otras alternativas
de mayor duración, determinando que se deban extremar las medidas
de manejo si se desean lograr los objetivos planteados.
II. CONDICIONANTES DE MANEJO DE UN BUEN
VERDEO |
|
Los principales factores que determinan el éxito de un verdeo
se pueden agrupar de la siguiente forma:
a) Fecha de siembra.
b) Elección del verdeo.
c) Fertilización.
d) Manejo del pastoreo.
e) Mezcla de especies.
a) Fecha de siembra: Es el factor de mayor importancia para lograr
una buena producción y utilización de forraje. Su importancia
se basa en la dependencia de las plantas forrajeras a los factores climáticos
y de la variación de éstos según la época de
siembra.
Es conocida la dependencia
de los vegetales por adecuadas temperaturas, intensidades de luz y balances
hídricos; esto determina que un atraso en la época de siembra
provoque menores crecimientos dadas las bajas temperaturas que se dan
en invierno, por lo cual el tiempo para lograr una adecuada producción
inicial es mayor y se retrasa la entrada de los animales al verdeo (Gráfica
1).
Además se debe tener en cuenta que en siembras
tardías este primer pastoreo se deberá realizar durante
el invierno, y por lo tanto habrá problemas de piso y daños
por pisoteo si se pastorea (o desperdicios de forraje si no se come).
Por otro lado, existe una reducción en la producción total
de forraje al atrasar la época de siembra, (Gráfica
2) y dicha
producción se tiende a concentrar temprano en primavera
(momento de mejores condiciones climáticas para el crecimiento),
determinando que muchas veces el verdeo se pase y utilice en bajas proporciones.
b) Elección del verdeo. A diferencia de años atrás,
en estos momentos existen en el mercado una amplia gama de especies y variedades
de gramíneas anuales y si bien las mismas no se diferencian mayormente
en su producción total, es marcada su variación en el momento
de entrega del forraje (Gráfica 3).
Si bien estos datos corresponden a la zona de Treinta
y Tres, se destacan como más precoces la Avena Negra y Cebadas
de porte alto y escaso macollaje, seguidos por las Avenas mayormente
utilizadas en nuestro país (RLE115, LE1095A y Tucana); en
cambio el Raigrás es el que presenta mayor crecimiento invierno-primaveral.
Estos comportamientos determinan que si el objetivo es la producción
temprana otoñal se deba recurrir a la utilización de Avenas,
mientras que si se desea producciones a partir de mediados de invierno
se deba utilizar el Raigrás. Los Trigos comúnmente utilizados
como doble propósito muestran en general un comportamiento intermedio
entre los dos anteriores.
Siembras tardías (a partir de mayo) limitarían
la utilización de Avenas ya que en general no permiten expresar
su alto potencial de crecimiento otoñal; en estos casos el Trigo
puede ser una buena alternativa ya que tiende a igualar los rendimientos
de la Avena y permite además mejores chances de utilización
doble propósito.
Dentro de las nuevas gramíneas se destacan
la Cebadilla, con una excelente producción primaveral y buena
calidad de forraje para ser utilizada en suelos fértiles y el Triticale,
de excelente perspectivas de futuro dada su buena producción y rusticidad,
constituyéndose en la especie capaz de cubrir el déficit
de gramíneas anuales que existe para los suelos arenosos y
ácidos.
c) Fertilización: Este factor es también uno de
los fundamentales en la obtención de buenas producciones de forraje,
basándose este comportamiento en la limitante general de nuestros
suelos en fósforo y nitrógeno y la alta respuesta de las
gramíneas comúnmente utilizadas como verdeos.
Sin embargo existe una relación importante
entre época de siembra, tipo de verdeo y fertilización, que
determinan respuestas diferenciales. Antes de realizar una fertilización,
se debe evaluar:
la especie a fertilizar;
la fecha de siembra y por lo tanto las condiciones climáticas
posteriores;
el estado fisiológico de la especie;
el tiempo entre fertilización-utilización.
El cuadro que aparece a continuación intenta representar a grandes
rasgos las diferentes respuestas bajo diferentes situaciones.
Cuadro 1. Respuesta probable a la fertilización nitrogenada.
|
R
E S P U
E S T A
|
Variables
|
Muy Alta
|
Alta
|
Media
|
Fecha
de siembra |
Tempranas
|
Iintermedia
|
Tardía
|
Especie |
Raigrás
|
Mezclas con
Raigrás, Avena,
Trigo
|
Avena - Trigo
|
Estado
fisiológico |
Reproductivo
|
V E G E T A T I V O
|
Tiempo |
Largos
|
Cortos
|
Se entiende por respuesta a la fertilización
los kg de materia seca adicional que se obtienen por cada kg de nutriente
agregado. En el cuadro se refiere a dosis de nitrógeno.
Muy alta respuesta es aquella en la que se obtienen
más de 25 kg de materia seca de forraje por cada kg de nitrógeno
agregado .
Alta respuesta es la que produce entre 10 y 25 kg
de forraje por kg de nitrógeno, y respuesta media se refiere a 5
a 10 kg. de materia seca por kg. de nitrógeno. Este dato es
importante para hacer cálculos económicos en momentos de
decidir si fertilizar o no.
En términos generales, se obtiene mayor respuesta fertilizando
raigrás que trigo o avena. En siembras tempranas se tienen mayores
posibilidades de respuestas elevadas ya que las condiciones para el crecimiento
de las plantas son más apropiadas.
Cuando las plantas encañan se maximiza su crecimiento, por
lo que la respuesta al agregado de nitrógeno en ese momento permite
la expresión de estas altas acumulaciones de forraje. En cambio,
en estado vegetativo, la respuesta es menor y se asocian las mejores al
momento del macollaje del verdeo.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo transcurrido entre la
fertilización y el pastoreo, ya que en los primeros 15 días
se favorece el contenido de proteína de la planta, en cambio en
períodos mayores se logra la acumulación de materia seca
del verdeo.
La recomendación general es fertilizar en la
siembra con binarios que aporten como mínimo unos 20-25 Kg/Há
de Nitrógeno y 30-40 Kg/Há de Fósforo y refertilizar
con 25-30 Kg/Há de Nitrógeno luego del primer pastoreo (macollaje).
Sin embargo la dosis como así también las respuestas dependerán
de los datos aportados por el análisis de suelo, el enmalezamiento
de la chacra y la forma de distribución del fertilizante.
d) Manejo del pastoreo. Si bien existen diferencias de adaptación
al pastoreo entre las diferentes especies, se puede decir que en general
al ser todas cespitosas y concentrar sus pocas reservas en la base de macollas
y primer tercio de hojas, no se deben pastorear con excesiva intensidad
ya que se corre el riesgo de pérdidas de plantas.
También se debe tratar de evitar altas acumulaciones
de forraje, que generalmente se asocian a mayores proporciones de hojas
secas y por lo tanto desperdicio de pasto, y mayores probabilidades de
enfermedades de plantas.
La recomendación general es pastoreos rotativos
con altas cargas, comenzando los mismos cuando la planta llega a 20 cm.
de altura y dejando una altura de rastrojo de por lo menos 5 cm.
Los períodos de descanso varían con
la especie y condiciones climáticas, pero en general están
cercanos a 50 días para los verdeos tradicionales. Pastoreos con
estas características mejoran notablemente la utilización
y producción del verdeo ya que evita el sobrepastoreo de pocas plantas
y el desperdicio de muchas otras.
Otro aspecto que se debe considerar es que estas
gramíneas anuales poseen su mayor capacidad de producción
cuando pasan al estado reproductivo (se encañan), aspecto que generalmente
no es tenido en cuenta determinando una importante pérdida. El retiro
a tiempo de los animales o el retraso en su entrada por un tiempo permite
acumular grandes cantidades de forraje que pueden ser:
utilizados como reservas
destinado a cosechar granos
o aliviar otras áreas con estos fines. (ver Gráfica
4).
Esta medida de manejo es la que muchas veces puede determinar
el buen resultado económico de los verdeos invernales, fundamentalmente
de aquellos que se realizan en forma pura.
e) Mezcla de especies: El corto período de utilización
de los verdeos puros ha determinado que se planteen como alternativas la
utilización de mezclas de especies. La más conocida y tal
vez la menos utilizada la constituye la Avena-Raigrás, que combinan
casi perfectamente la buena distribución otoñal de la primera
con el aporte invierno-primaveral del segundo (ver Gráfica 4), aumentando
la producción total y con una excelente mejora en la contribución
estacional del forraje.
Otra mezcla de excelente comportamiento la constituye
la combinación de las dos especies anteriores con Trébol
rojo y Achicoria, permitiendo lograr altas producciones por dos años
amortizando además el dinero invertido en un período mayor.
Estas pasturas bianuales constituyen una de las mejores alternativas de
producción para reducir el costo de los verdeos puros (ver Cuadro
2).
Cuadro 2. Comparación de precio de distintas alternativas
de verdeos.
|
Avena
|
Avena
-Raigrás
|
Pradera
bianual
|
Costo
U$S / Há |
150
|
160
|
200
(amortiz. en 2 años)
|
Producción
Kg MS/Há |
3000(**)
|
5700
|
6800
|
Costo
Kg MS (U$S) |
0.05
|
0.028
|
0.015
|
(**) se ha tomado como producción de la avena 3000
kg, si bien se debe tener en cuenta las variaciones por época de
siembra, etc, ya analizadas.
III. CONSIDERACIONES FINALES |
|
El corto período de utilización de los verdeos
invernales determina que se deban extremar al máximo las medidas
de manejo para obtener un buen resultado económico de los mismos.
La siembra temprana (marzo-mediados de abril) constituye uno de los
aspectos manejables más importante en el logro de altas producciones
y utilizaciones de forraje, aspecto que se vuelve imprescindible cuando
se siembran Avenas.
La fertilización nitrogenada resulta imprescindible en la
obtención de altas producciones y si bien es otro de los factores
regulables por el productor, la utilización de siembras tempranas
permite mayores planificaciones para la misma.
El pastoreo en franjas con períodos adecuados de descanso
e intensidades por encima de 5 cm. permiten lograr producciones cercanas
a los 160 kg de carne/há en los verdeos tradicionalmente utilizados
en el país.
El retiro del pastoreo al comienzo de la encañazón permite
acumular grandes volúmenes de forraje o cosechar grano, alternativas
que pueden aumentar y diversificar los ingresos del predio.
La utilización de mezclas de especies permiten alargar el
período de utilización de estos verdeos, de las cuales la
Avena-Raigrás y la combinación de ésta con Trébol
rojo y Achicoria son las más recomendables dada su probada productividad.
Esta cartilla
fue elaborada por los Ings. Agrs. Ramiro A. Zanoniani y Silvana Noëll,
(Pasturas, EEMAC, Fac.
de Agronomía).
Agradecemos las sugerencias
realizadas por la Ing. Agr. Mónica Rebuffo
(INIA La Estanzuela,
Pasturas), y técnicos de la UEDY.
Por consultas o mayor
información llamar al 0567 3573 o 2249 Sociedad Rural de Río
Negro (Young).
|