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Introducción |
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¿Por
qué importa ajustar la población a nuestras condiciones? |
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¿Podríamos
usar igual densidad de siembra que la de otros países climáticamente
diferentes? |
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¿Qué
información hay disponible sobre respuesta a la población? |
|
¿Siempre
se tendrá por objetivo 200 pl/m2 como máximo? |
|
¿Por
qué en estos casos no apuntar a las 60-80 pl/m2? |
|
¿Cómo
hacer para ajustar esta informació a las variedades que están
disponibles? |
|
¿Nuestros
objetivos deberían cambiar con la época de siembra
o los niveles de nitrógeno agregado? |
|
¿Cuántos
kilos sembrar? |
|
Consideraciones
finales |
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Introducción |
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No existen dudas que un cultivo
bien implantado determina el comienzo del éxito o el fracaso. Sin
embargo la importancia relativa de la población final alcanzada,
varía con las características agroclimáticas de la
zona agrícola, con el tipo de cultivo y el ajuste de otras variables
de manejo.
En el caso de los cereales de invierno,
a diferencia de los de verano, uno de los principales componentes del rendimiento,
las espigas/m2, depende menos del número inicial de plantas, por
la existencia del macollaje.
¿Por
qué importa ajustar la población a nuestras condiciones? |
|
En primer lugar nuestro régimen térmico e hídrico,
es diferente al de otras regiones agrícolas, lo que determina diferencias
importantes en la respuesta a la población. En segundo lugar el
patrón de crecimiento y macollaje determinado por el clima y las
variedades que sembramos, lleva a un óptimo distinto de plantas/m2
, así como comportamientos diferentes por debajo y por encima de
éste.
¿Podríamos
usar igual densidad de siembra que la de otros países climáticamente
diferentes? |
|
La información nacional diponible es contundente que en nuestras
condiciones climáticas (más húmeda y cálida),
el total de biomasa producida sería suficiente para permitirnos
lograr altos potenciales de producción. Sin embargo la proporción
de ésta que finalmente termina en grano (Indice de cosecha), es
baja. Cuando se alcanza un rendimiento de 4500 Kg de grano/ha con un 35
% de índice de cosecha, el total de materia seca producida(grano
más paja) es cercana a los 13000 kg/ha. En zonas donde se logran
rendimientos de 8000 kg de grano/ha (Ej: Chile), los índices de
cosecha varían entre el 50 a 60%.
A nivel de chacra el número de plantas tiene un componente subjetivo
importante, ya que un cultivo con alta población se ve mejor implantado
y más parejo. El hecho es que el número de plantas guarda
una estrecha relación con la producción inicial de materia
seca y por lo tanto con el grado de cobertura en los primeros estadios
de un cultivo.
Los resultados de investigación permiten afirmar que un excesivo
crecimiento en las primeras etapas del cultivo lleva a reducciones en el
índice de cosecha y por lo tanto en los rendimientos.
Cuadro 1.
Relación de la curva de crecimiento con el Índice de Cosecha
y el rendimiento en grano
de Cebada Cervecera - (Hoffman et al 1992).
CURVA
DE CRECIMIENTO
|
M.S.
INICIAL
(Z22)
|
BIOMASA
TOTAL
|
ÍNDICE
DE COSECHA
|
RENDIMIENTO
|
LENTA
|
900
|
12.000
|
0.35
|
4.200
|
RÁPIDA
|
1700
|
12.000
|
0.23
|
2.760
|
Por ésto las densidades en nuestras condiciones no podrían
apriori ser igual a las de regiones más frías y secas que
las nuestras.
¿Qué
información hay disponible sobre respuesta a la población? |
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Más allá de que la densidad de siembra se maneja a nivel
de cuántos kg/ha sembrar con escasas variaciones entre variedades;
el problema radica en que el objetivo a logrará es de 300 pl/m2.
En el siguiente cuadro se resume la información nacional en relación
a la respuesta a la densidad de siembra.
Cuadro 2.
Resumen de respuesta a la población en cultivos de invierno — (Hoffman
1995)
Autores
Cultivo
|
Rango
estudiado
|
Óptimo
|
Rendimiento
|
|
Plantas/m2
|
(PL/M2)
|
Medio
|
|
Spangenberg 1924 |
100-300
|
150
|
—
|
Cebada
|
Baethgen 1981 |
200-400
|
200
|
2283
|
Trigo
|
Aguerre et al. 1982 |
200-400
|
200
|
1981
|
Trigo
|
Albisu-Iglesias 1983 |
100-280
|
280*
|
2273
|
Trigo
|
Korn y Vila 1983 |
80-300
|
80
|
2311
|
Cebada
|
Magrini 1983 |
150-250
|
170
|
1500
|
Trigo
|
Perdomo-Rica 1984 |
200-400
|
200
|
3800
|
Cebada
|
Perdomo-Rica 1984 |
200-400
|
200
|
2900
|
Cebada
|
Vallo y Zarauz 1987 |
150-300
|
150
|
3645
|
Trigo
|
Vallo y Zarauz 1987 |
150-280
|
150
|
3557
|
Trigo
|
Griffin et al.(s/p) |
50-300
|
150
|
2650
|
Trigo
|
Hoffman-Ernst 1990 |
50-300
|
150
|
3100
|
Trigo
|
Hoffman et al. 1990 |
50-150
|
100
|
5200
|
Trigo
|
Hoffman et al. 1991 |
50-300
|
150
|
5834
|
Cebada
|
Hoffman et al. 1991 |
50-300
|
100
|
5521
|
Cebada
|
Garcia et al. 1992 |
100-450
|
150
|
5000
|
Cebada
|
Garcia et al. 1994 |
100-450
|
100
|
5600
|
Cebada
|
Benitez-Lecuona 1995 |
150-350
|
150
|
3700
|
Cebada
|
(*) Fuerte enmalezamiento de
Raigras sin control.
Independientemente del año, rendimiento, cultivo y las diferentes
variedades usadas por los distintos autores, el óptimo se sitúa
entorno a las 150-200 Pl/m2. Inclusive cuando el óptimo fue 200
pl/m2, pudo ser inferior, en la medida que no se estudiaron poblaciones
menores. Parece claro entonces que nuestro objetivo no puede ser 300 plantas/m2.
Con la información del cuadro anterior podríamos preguntar:
¿Siempre
se tendrá por objetivo 200 pl/m2 como máximo? |
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El correcto ajuste de la población no pasa solamente por los
kilogramos de semilla, sino de ajustarla en forma diferencial en función
del nivel de las otras variables, así como relativizar su importancia
al ambiente de producción. No tendría sentido esperar grandes
cambios ajustando la densidad de siembra, si estamos frente a una situación
con graves defectos de manejo.
En las siguientes figuras se presenta la respuesta a la población
en trigo y cebada, de variedades contrastantes.
Figura 1. Respuesta
a la población en trigo y cebada,
en tipos de variedades
contrastantes (Hoffman 1996- Brasetti-Siri 1993).
¿Por
qué en estos casos no apuntar a las 60-80 pl/m2? |
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En la figura 3, podemos ver cual es la evolución de la proteína
en grano de cebada según la densidad de siembra.
Figura 3. Evolución
de la proteína en grano de cebada según densidad de siembra
para grupos de cultivares
contrastantes (Brasetti-Siri 1993)
Podemos observar que el contenido del nitrógeno en grano (proteína)
es mayor a bajas poblaciones. Además en años normales, se
han detectado mayores problemas de vuelco a muy bajas densidades.
Si bien para esta información por los altos rendimientos la
proteína es baja, estaríamos aumentando el riesgo de proteína
alta, sobre todo cuando no se alcanzan estos rindes.
¿Cómo
hacer para ajustar esta información a las variedades
que están disponibles? |
|
La información anterior no fue presentada con el nombre de las
variedades con la cuales fue generada, puesto que esto sesgaría
el análisis, corriéndose el riesgo de que ésta pierda
vigencia rápidamente, en la medida que van apareciendo nuevas variedades.
El agrupamiento justamente permite analizar la respuesta en función
de características que están por encima de los nombres, permitiendo
que ésta se adapte con el tiempo. En los cuadros 3 y 4, se resumen
las características de los grupos de respuesta contrastantes.
Cuadro 3.
Características de grupos con respuesta contrastante a la población
y ejemplos de variedades
pertenecientes a cada grupo en Trigo.
|
GRUPO
|
VARIABLE |
A
|
B
|
Ciclo |
Medio |
Medio-Largo |
Capac. macollaje |
Media-baja |
Alta-Muy alta |
Diferencia entre macollos |
Media |
Alta |
Porte |
Erecto-semi-Erect. |
Semi-postrado-postrado |
Variedades
pertenecientes
a uno u otro grupo |
E.Hornero |
B. Poncho |
La Paz Inta |
E. Dorado |
|
Buck Ombú |
E. Calandria |
|
E. Cardenal |
E. Federal |
|
E. Benteveo |
E. Halcón |
|
P. Superior |
B. Charrua |
|
E. Pelón 90 |
B. Yapeyú |
Si bien la información es escasa para el trigo, el cuadro permite
orientar el manejo de la población. Hoy el país cuenta con
un importante número de nuevas variedades, sobre las cuales no se
dispone de información. En el caso de la cebada cervecera, la Mesa
de Entidades Malteras financia el trabajo de caracterización de
cultivares lo que ha permitido disponer de un gran volumen de información
para el cultivo en pocos años. Esto permite agrupar más precisamente
a las distintas variedades.
Cuadro 4. Características
que definen los cuatro grupos de respuesta en Cebada.
|
GRUPOS
|
VARIABLE |
I
|
II
|
III
|
IV
|
Tamaño planta |
Chica
|
Chica
|
Chica
|
Grande
|
Velocidad Macollaje |
Lenta
|
Media
|
Media
|
Rápida
|
Capac.macollaje |
Media
|
Alta
|
Alta
|
Muy Alta
|
Cobertura suelo |
Tardía
|
Tardía
|
Tardía
|
Temprana
|
Diferencia entre tallos |
Alta
|
Media
|
Baja
|
Alta
|
RANGO OPTIMO (pl/m2) |
240-260
|
200-220
|
180-240
|
150-180
|
VARIEDADES |
FNC 6-1
|
Clipper
|
Quebracho
|
MN 599
|
|
FNC l-22
|
FNC l
|
Afrodita
|
Bowman
|
|
|
Defra
|
|
|
¿Nuestros
objetivos deberían cambiar con la época de siembra
o los niveles
de nitrógeno agregado? |
|
Si bien existe la creencia de que tendríamos que aumentar la
población en la medida que atrasamos la época de siembra,
o que se podría aumentarla si estamos dispuestos a utilizar grandes
cantidades de nitrógeno, la información disponible permite
afirmar que no existen tales interacciones y que en todo caso se daría
el efecto inverso.
Con la información presentada, disponemos de elementos para
manejar en forma diferencial la población, pero aún resta
saber efectivamente
¿Cuántos
kilos sembrar? |
|
Después de fijar nuestra población objetivo, todos los
años debemos calcular los kgs. necesarios de semilla para lograrla.
La cantidad de semilla a agregar difiere anualmente en la medida que depende
de: Calidad del lote (pureza, germinación y vigor), peso de 1000
semillas e implantación (%).
La información generada en el país, muestra que la implantación
no solo varía con la calidad de la sementera(preparación
fisica, humedad, temperatura, presencia de restos, Etc), sino que depende
también de la propia población objetivo. En el cuadro 5 se
resume esta información.
Cuadro 5. Implantación
(%) según la población objetivo (Hoffman 1996).
RANGO DE POBLACIÓN
(pl/m2)
|
|
100-150
|
150-200
|
200-250
|
250-300
|
Implantación media |
90
|
85
|
78
|
75
|
Una vez corregida la población objetivo por germinación
y pureza, debemos ajustar el total de semillas a sembrar en función
de la implantación. Cuando no existen condiciones ideales de siembra
la mayor cantidad de semilla a sembrar, es el resultado de que esperamos
una disminución en la implantación, pero no cambia nuestro
objetivo de población.
Consideraciones
finales |
|
• El ajuste de la población en relación a otras variables
de manejo, puede considerarse menos importante. En la medida que mejora
el ambiente de producción y con los promedios de rendimiento, el
manejo diferencial de la población adquiere relevancia. Cuanto más
altos son los rendimientos obtenidos, mayor es la dificultad para seguir
mejorando el promedio, en parte porque aumenta la dependencia de la bondad
del año. En este sentido el ajuste de la población permite
mejorar la expectativa, particularmente frente a condiciones climáticas
desfavorables.
• No obstante debe tenerse presente que al disminuir la densidad de
siembra se depende más de la habilidad de la planta de producir
macollas. Si la dependencia en los efectos compensatorios es excesiva,
incrementa la importancia de la sobrevivencia de las plantas. Además
si, se producen espacios relativamente grandes sin plantas sería
perjudicial del punto de vista de la intercepción de la luz, del
uso de nutrientes, del enmalezamiento, y si el macollaje es muy profuso
puede resultar en un cultivo más desuniforme en cuanto a su maduración
lo que puede causar problemas de cosecha.
Esta cartilla fue elaborada
por el Ing. Agr. Esteban Hoffman.
(Cat. Cereales y Cultivos.
EEMAC Fac. Agronomía.)
Agradecemos a la Ing.
Agr. Adriana García (I.N.I.A. La Estanzuela)
los comentarios realizados.
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