Palabras del Sr. Francisco G. de Boismenú, por los 30 años de la Unidad Exp. Luis Ignacio Garmendia.

Hace más de 30 años la feliz coincidencia que un joven productor rural de esta zona hiciera su tesis en la Estanzuela culminando su carrera de Ingeniero Agrónomo y su condición de socio allegado a la Sociedad Rural de Río Negro, provocó el inicio de lo que hoy llamamos la Unidad Experimental de Young "Ing. Luis Ignacio Garmendia".

Las inquietudes del joven BOBY (Roberto Symonds) encontraron terreno fértil en la ya tradicional buena acogida a las ideas mejoradas de la producción que les daba la Sociedad Rural de Río Negro; y particularmente el Ing. Garmendia que ya buscaba la instalación de algún centro de difusión de nuevas técnicas para el agro en la zona.

En esa época las limitaciones presupuestarias del CIAAB hacían imposible crear otra estación demostrativa de sus experiencias y aunque la posición económica de la Sociedad Rural de Río Negro no era floreciente, la existencia del campo del local de remate y su condición de entidad privada le permitía llegar a financiaciones no accesibles para la Estanzuela y además lo que no se conseguía se improvisaba con buena voluntad.

Después de una visita del Ing. Alburquerque a una reunión de la Directiva que presidía el Sr. Jorge Otero en el año 1971 se le dio luz verde a la idea y comenzaron las reuniones técnicas en el CIAAB que al cabo de un año completaron el proyecto siendo presentado y aprobado por la Directiva de la Rural presidida por el Sr. Fernando Posadas.

Se trató de tres sistemas de rotación de cultivos y pasturas con ciclos corto, mediano y largo que serían dirigidas por el Ing. Roberto Symonds y el Tec. Agr. Santiago Salaberry con equipo agrícola básico de Estanzuela como aportes del CIAAB y el aporte de insumos y gerenciamiento por parte de la Sociedad Rural de Río Negro. Estos costos serían recuperados por ésta última con la producción del predio.

Pero se necesitaba una inversión inicial muy importante en mejoras físicas del campo.

Con la colaboración del Ing. Dubosc se presentó un proyecto al Plan Agropecuario que rápidamente fue aprobado con más de 7000 mts. de alambrado para 24 parcelas, un tanque australiano, 2700 mts. de caño plastiducto con bebederos y la semilla y el fertilizante para 57 hás de pradera; pero como la reglamentación del BROU impedía el otorgamiento del crédito a sola firma o con garantía de la Mesa hubo que comprometer la firma solidaria de todos los directivos de la Sociedad Rural de Río Negro.

Imaginen conseguir la firma solidaria de 14 personas, habiendo alguna de ellas que nunca habían sacado un crédito en la vida.

El último escollo inicial fue el conseguir ganado para las praderas y allí aparecieron Rincón de Francia y Jorge Otero aportando 50 novillos cada uno para un negocio de capitalización.

Desgraciadamente el trébol rojo estaba exuberante y mataba aunque lo cortaran y lo dieran del otro lado del alambrado. Allí Rincón perdió 23 novillos y Jorge 3, lo que provocó sonrojos de Salaberry para explicarle ese resultado a Eduardo Stirling diciéndole que indudablemente se debía a la buena sangre de sus ganados; me imagino que ese argumento dirigido a su ego le habrá servido de bien poco a Eduardo a la hora de contabilizar esas perdidas con Don Julio.

Después poco a poco la Sociedad Rural de Río Negro pudo irse capitalizando y comprando su propio ganado, aunque a veces el espíritu lucrativo de los encargados de las compras de terneros chocara y saltaran algunas chispas con los responsables técnicos que veían desembarcar terneros baratos pero de una heterogeneidad que hacía muy difícil la obtención de datos fidedignos; se vieron lotes de holandos y además desparejos en las parcelas.

Otro problema fue la maquinaria de que disponía la Unidad en épocas pre-INIA, sobre todo un tractor que parecía un diesel de 2 tiempos porque funcionaba a gas-oil y aceite; la Rural encaró su ajuste pidiendo presupuestos y trayendo repuestos de Montevideo, quedó una joyita y ........ allí La Estanzuela decidió cambiarlo por otro. El tema " fierros" fue un constante tire y afloje amigable entre los dos socios del proyecto y en otra ocasión, personalmente reconozco haber importunado hasta la obsesión por el tema a mi amigo el Ing. Allegri, que sospecho llegó a tratar de esconderse cuando me veía llegar a alguna reunión.

Los sistemas de rotación con producción de carne de novillo duraron hasta el año 79 u 80, luego hubo un período en que se experimentó con ganado de cría hasta el 84, año en que se retiró el Ing. Symonds, siguiendo luego con novillos hasta el año 87, con el Ing. Pérez a cargo de la Unidad.

Allí se dio una reestrucutura que consideramos "bisagra" en el proyecto; aparte de la inclusión de un área demostrativa donde se vieron cultivos de siembra directa, herbicidas selectivos, alimentación de sostén con paja de trigo y urea, etc, se dio la muy feliz inquietud del Centro Agronómico de Río Negro de tener mayor participación en el seguimiento de la Unidad.
Esto llevó a la Sociedad Rural de Río Negro a convocar a todas las entidades relacionadas al agro de la zona a la integración de una Comisión de Apoyo de la Unidad Experimental de Young.

Esta se formó inicialmente con: el CIAAB, LA Sociedad Rural de Río Negro, el Centro Agronómico de Río Negro, el Centro Médico Veterinario, el BROU, el MGAP, el Plan Agropecuario, la Facultad de Agronomía y la Intendencia; agregándose luego CADYL, CLALDY, Asoc. de Productores de Leche de Río Negro, SUL y Sociedad de Agricultores del Uruguay habiendo concurrido últimamente entidades de Soriano y Paysandú.

Hoy con la perspectiva de los años estamos seguros se tomó la mejor acción para la supervivencia del Proyecto.

Dejó de ser el de la Sociedad Rural de Río Negro para pasar a ser de ella y de toda la zona. Y si hasta entonces podía caber alguna duda sobre la llegada de la obra de la Unidad a todos los productores, la actuación de la Comisión de Apoyo las despejaron totalmente como lo demostraron las evaluaciones de resultados realizadas.

Ahora permítanme contarles una última anécdota por lo menos curiosa. Los primeros 20 años de actuación de la Unidad Experimental de Young se llevaron a cabo sin un solo papel firmado entre el CIAAB y la Sociedad Rural de Río Negro, sólo hay actas de directivos, alguna carta y borradores de acuerdos que nunca llegaron a ser oficiales más allá de la palabra dada; sólo acuerdos de voluntades que tendían a un mismo fin.

Fue recién en 1991 con la formación del INIA y la reestructura de la Estanzuela y sus Unidades que alguien se percató que nunca habíamos firmado nada, todo se había hecho en confianza.

A partir de ese año, ya con papeles en regla debidamente firmados, donde cambiaron algo las reglas del juego ya que el papel de "tío rico" lo pasó a ejercer La Estanzuela, estamos hablando de historia moderna conocida por todos donde me gustaría destacar la acción de todas las entidades integrantes de la Comisión de Apoyo y de los responsables directos de la Unidad Ings. Fancisco González y Rosina Brasesco, al Ing. Ricardo Cibils en la propuesta del año 91 y muy especialmente también a la Coordinadora de la Comisión de Apoyo hasta que nos la robaron la Ing. María Marta Albicette.

A todos ellos el mérito que muy pocos adelantos técnicos aplicados en la zona no tengan su origen directa o indirectamente en su obra de extensión.

Hoy con regocijo vemos que a pesar de lo negro del panorama que nos rodea y de lo impreciso del horizonte que se avizora dos instituciones como el INIA y la Sociedad Rural de Río Negro encaren un nuevo proyecto apostando a la única riqueza genuina que tiene el Uruguay: a la generosidad de su tierra dando siempre más a quién se lo pida cuidándola y a la calidad, capacidad e intelecto de sus pobladores permeables a nuevas ideas y técnicas de producción siempre dispuestos a un nuevo esfuerzo sin entregarse.

Por fin me gustaría representar a todos quienes de una u otra forma hemos colaborado en lo hecho por la Unidad de Young en tres nombres: el Ing. Agr. Luis Ignacio Garmendia co-gestor de este emprendimiento con el Ing. Agr. Roberto Symonds y quién nos acompañó incansable en estos 30 años el Sr. Santiago Salaberry, Para ellos pido un fuerte aplauso.