Los beneficios que se desprenden de una mayor apertura económica, como aumento del ritmo de crecimiento económico, importaciones más baratas, introducción de nuevas tecnologías, incentivos para producir mejor frente al desafío de la competencia, no son logros debidamente percibidos.

Sin embargo es contradictorio impulsar la apertura económica y al mismo tiempo mantener barreras comerciales. A pesar de los grandes avances ocurridos en los últimos cincuenta años en materia de apertura de mercados, hay importantes sectores de la economía mundial - algunos de ellos sensibles a los países productores de materias primas- como la agricultura, industria textil y los fletes que continúan siendo altamente protegidos.

Muchas tarifas siguen siendo elevadas y siguen apareciendo también nuevas barreras comerciales. En todo el mundo el sentimiento proteccionista está vivo y gozando de buena salud. Se produjo una oleada de impuestos anti-dumping que se aplican a importaciones consideradas injustamente " baratas ".Estas cargas rara vez son dejadas de lado. De manera que su peso crece con cada año que pasa. Sólo en Estados Unidos hay vigentes unos 300 gravámenes de este tipo.

Por otro lado los países en desarrollo deben equilibrar su necesidad de exportar con un necesario conservacionismo ambiental. Como regla general puede sostenerse que el mejor camino para que estos países se preocupen de los temas ambientales es en la forma que resulte menos perjudicial para la libertad de comercio.

La apertura de mercados para los países como el nuestro - básicamente productor de materias primas - es una de las condicionantes esenciales para el desarrollo económico y por lo tanto para que aumenten las posibilidades de inversión en tecnologías "limpias", tanto a nivel de la industria como en el agro. 

Mientras tanto es urgente en países como el nuestro encontrar mecanismos que en su conjunto permitan acomodarse a este nuevo escenario mundial Sin perjuicio de que siempre será necesario contar con un marco institucional que apoye, marque el rumbo, impulse y favorezca diferentes iniciativas, es también importante que los propios actores realicen un esfuerzo que apunte al sostenimiento económico, o lo que es lo mismo a la continuidad o sobrevivencia del productor rural.

En este sentido se han señalado desde distintas tiendas caminos en la búsqueda de la excelencia de los productos, de la calidad de los mismos , especialmente para su exportación, con la condición de naturales, a fin de construir la imagen de País Natural, en un esfuerzo por superar las injustas barreras comerciales que muchas veces se interponen al ingreso de nuestras materias primas a los mercados.

Una herramienta de la que mucho se está hablando en estos tiempos es la integración de las empresas agropecuarias. Se señala que la integración es un proceso complejo, donde hay múltiples aspectos a considerar. 

Son muchos los ejemplos de distintas formas de integración o asociación que se fueron dando en el Uruguay. Uno de los más comunes es la formación de grupos de productores para solucionar aspectos productivos y/o de gestión empresarial.

Se señalan los acuerdos de uso colectivo de activos productivos y se pone como ejemplo la compra y utilización en conjunto de maquinaria agrícola, predios de recría o engorde de ganado, así como la asociación de productores para ordeñar en una misma sala de ordeñe. Este tipo de acuerdo que tiene su fortaleza en las economías de escala que se generan y un uso más eficiente de los recursos implica que las empresas mantienen su identidad.

Otra forma de asociación sería que dos ó más empresas distintas se comprometen jurídicamente a crear una nueva empresa para ejecutar ciertos objetivos generales específicos. Como ejemplo se cita la creación por parte de productores criadores, de hoteles para terneros o la adquisición de un establecimiento para engorde a corral (feed lot), etc.

También se señala la fusión de dos ó más empresas como la forma de integración horizontal más completa y compleja, donde cada una pone en común la totalidad de sus activos, desaparecen las empresas constituyentes y se crea una nueva empresa .

Para nosotros una variante que merece destaque es la integración para una mejor comercialización y diferenciación del producto. En este caso se habla de integración vertical del tipo :

Productor- Agroindustria - Intermediario- Distribuidor- Canales de comercialización- Consumidor

Ejemplos de este tipo son Central Lanera, Central Cooperativa de granos, Conaprole. Esta última aparece como uno de los casos más claros de integración en nuestro país, donde los productores son representados por sus pares y participan de alguna forma en la fase industrial, en la distribución , comercialización y venta de los productos lácteos. 

En la granja también se están dando estos procesos, con una dinámica muy particular. En opinión del Sr. Francisco Rodrigues, uno de los propietarios del proyecto hortícola "Nossa Terrra" ...

"El mercado interno está saturado de mercadería mala. El Uruguay entero clasifica mal. En 20 kilos de mercadería que van dentro de un cajón, hay tres kilos que no sirven"...

..." La clave para alcanzar el éxito en la horticultura es la especialización. Se trata de tener continuidad en el mercado. Hasta hace un tiempo plantábamos mucha área. Ahora convocamos a más productores (son unos 20 ) para que planten rubros que nosotros dejamos de plantar- Queremos hacer, entre todos ,un paquete de productos más importante. Nossa Terra busca cerrar el círculo entre supermercados, minoristas, compradores para el interior y feriantes. Estamos preparados para vender desde un cajón hasta 500".... 

..." El individualismo tradicional de los productores está cambiando por falta de oxígeno. No es porque sea razonado. El productor sólo piensa en unirse cuando ya su predio no es rentable. Cuando se cansó de reclamar al gobierno cosas que no tienen sentido. Resulta que pedimos que nos apoyen pero en casa no hacemos cambios para mejorar."....

Define claramente a la horticultura uruguaya como "desorientada"........ "Todo el mundo hace hincapié en lo económico, pero no se tiene idea de que es lo que hay que plantar, con quién hay que tratar y a quién se le está produciendo. Primero plantamos y después salimos a vender y en realidad habría que hacer al revés. La orientación surge de lo que pide el cliente y sucede que somos reacios a hacer lo que el cliente quiere, es decir que lo traten bien, que se le ofrezca mercadería al mejor precio y de la mejor calidad."

Para Diego Hernández , director de Granjas HEPA SA, empresa que representa cerca del 70% del mercado total del pollito BB,..." procuramos que nuestros clientes sean competentes. Por eso brindamos información, tecnología y toda una base para que sean muy buenos productores...."..."estamos intentando hacerle ver a la gente que no puede enamorarse de los aspectos productivos, pues de nada sirve producir muy bien si después no podemos vender..."

.."El destino de nuestra empresa está ligada a que existan productores independientes que tengan buena capacidad de operar en el mercado. Sabemos que se está produciendo una concentración, pero siempre van a existir operadores independientes a los cuales vamos a poder destinar nuestros servicios..."

Hoy Granjas Hepa está consolidando junto al Plan Agropecuario un emprendimiento (Proyecto Label Dorée) que involucra toda la cadena desde la producción del BB, la cría natural del ave a campo, pasando por la faena, distribución, comercialización y venta , buscando satisfacer las exigencias del consumidor.

En este proyecto se unen las dos puntas productor y cliente consumidor, siendo el primero un protagonista esencial orientado a obtener un producto natural , pero a la vez informado de cuánto está dispuesto a pagar el consumidor, como, cuándo, y donde lo quiere.

Como dice claramente el Ing.Agr. Hugo Durán (Revista N° 92 del Plan Agropecuario), los procesos de integración no son la solución para todos, ni todos tienen la vocación para formar alianzas. De todas maneras especialmente para los productores chicos y medianos es un paso casi ineludible.

La integración no es un fin en sí misma, es una herramienta más para enfrentar en un mundo globalizado, la tendencia a la homogeinización de la producción, el desarrollo de tecnologías agrícolas uniformes mediante la producción bajo contrato, la innovación constante en las fases industriales y agroindustriales, la uniformización de las pautas de consumo, los cambios institucionales y organizacionales.

REFERENCIAS
Revista N° 92 Plan Agropecuario, El País Agropecuario Año 5 N° 58, El País Agropecuario Año 6 N° 63
The Economist- El Pais 19/12/99