La extensión como función educativa

 
Ing. Agr. Raúl Gómez Miller
Ing. Agr. María Marta Albicette
Instituto Plan Agropecuario

Entrando en el próximo milenio la educación agropecuaria se enfrentará a desafíos enormes, principalmente a raíz de los procesos de globalización e integración económica que se están produciendo.
Sin conocimientos será difícil insertarse en el mundo cambiante que se presenta. En este mundo globalizado solo se es competitivo si se tienen conocimientos.

En este contexto la educación no formal aparece como muy importante para que una gran cantidad de personas tengan la posibilidad de aprender en forma continua y puedan seguir formando parte del sistema productivo agropecuario.

En este trabajo ordenamos tres ideas: algunas reflexiones que resaltan la importancia del tema, una puntualización de aquellos aspectos que a nuestro juicio deberían ser tenidos en cuenta en la educación no formal en el futuro y algunas sugerencias de cómo hacerlos operativos.

I) Reflexiones que resaltan la importancia del tema

Marco

De acuerdo a datos estadísticos cada día se publican en el mundo mil libros; en los últimos 30 años se ha escrito más que todo lo que se haya escrito desde el origen de la humanidad.Un cúmulo de información que sobrepasa la capacidad de recepción de cualquier ser humano. Esta abundancia de datos puede llegar a convertir a la información en algo superficial provocando incluso una menor adquisición de conocimientos.

La solución pasa por determinar que información es importante y seleccionarla.

Quienes tienen a su cargo tareas de capacitación están destinados a convertirse en facilitadores del proceso de aprendizaje, que le permita a la gente extraer aquella información relevante, dándole la posibilidad de convertirla en conocimiento capaz de ser asimilado.

Medio agropecuario uruguayo

Frente a esta situación tratemos de caracterizar al productor agropecuario, la población objetivo de este planteo de educación no formal.

No se puede hablar de un productor agropecuario porque existen distintas realidades en cuanto a edad, nivel de formación y expectativas, tipos de explotación y dinámicas productivas, pero trataremos de lograr un acercamiento a lo que constituye ese universo, objeto de este análisis.

Para ello tomamos como base dos encuestas realizadas recientemente: una de Equipos Mori (marzo 99) y otra efectuada con la declaración jurada de DICOSE de 1998, ambas para el Plan Agropecuario, confrontándolas con la realizada por INIA para el sector ganadero en 1990. También se suma la experiencia que hemos incorporado como técnicos de una Institución de extensión con una trayectoria de varios años.

Estos elementos reflejan el cambio de actitudes y expectativas que pudiera haber presentado el productor en la última década.

Cuadro 1
 

 
Año 1990
Año 1999
No reciben ninguna asistencia técnica
55 %
38 %
Predisposición a incorporar tecnología
Baja - Media Baja
75 %
60 %
Media alta - Alta
25 %
40% 

 

Los indicadores que se observan en el Cuadro 1 revelan que ha existido una evolución positiva. La misma se verifica en los hechos a nivel nacional por una serie de parámetros productivos tales como:

  • Rendimiento promedio de los principales cultivos
  • Porcentaje de mejoramiento de pasturas
  • Edad de faena de los animales.
La duda que se plantea es si la velocidad en la toma de decisiones y la dinámica de disposición al cambio están siendo suficientes para acompasarse al mundo vertiginoso y competitivo que reseñábamos.

Al respecto destacamos en el siguiente Cuadro el impacto productivo, la demanda de conocimientos requerida y la demora en obtener resultados a partir de la aplicación de determinadas tecnologías.

Cuadro 2 -
 

Tecnologías
Impacto productivo
Demanda de conocimientos
Demora
Manejo sanitario
< 25 % a > 100 %
Baja
Corta
Manejo reproductivo
< 25 %
Media
Media
Manejo genético
< 25 %
Media
Larga
Manejo empresarial:

Gestión

> 20 %
Alta
Media
Manejo nutricional
25-50 %
Alta
Media
Planteo ganadero
25-50 %
Alta
Media
Base forrajera y su manejo
Hasta 200 %
Alta
Media

Fuente: SUL Anuario 1996 (Oficialdegui y otros)

Sumado a que la incorporación de tecnología es demandante de conocimientos y es en general de impacto en el mediano plazo, está el hecho que cada día pesan más en la empresa agropecuaria factores no técnicos para decidir el éxito económico de la misma. Son lo que podríamos definir como factores de "porteras afuera" del establecimiento, pero sobre los que el productor tiene cierto margen de incidencia. Los mismos tienen que ver con escala productiva, estrategia comercial, asociación entre los diferentes agentes que intervienen en la cadena productiva, etc.

En este caso debe existir como elemento adicional e indispensable un cambio de actitud del productor en la búsqueda de nuevas alternativas productivas.

Esta serie de elementos plantea un panorama aun más complejo para las instituciones que deben trabajar junto a ese productor rural con una tradición conservadora e individualista en un mundo dinámico, cambiante y de integración.

.La extensión como una función educativa

La extensión como una función educativa tiene como cometido estimular y guiar el aprendizaje de los actores del medio agropecuario. La tarea de la extensión es cooperar con la gente para lograr cambios de conducta (comportamiento) deseables, que contribuyan a la elevación de sus niveles de vida y al desarrollo en general del país. Estos cambios de conducta pueden ser de tres tipos:

  • Aumento de conocimientos, de comprensión o de información útil. Estos aprendizajes se llaman mentales y persiguen cambios en "el pensar" (asociativo, conceptual, reflexivo).
  • Adquisición de prácticas mejoradas o habilidades. Estos son aprendizajes motores y con ellos se logran cambios en "el hacer".
  • Adopción de actitudes y valores más deseables tales como la cooperación, la conservación de los suelos y su importancia para el futuro del país. Estos son aprendizajes sociales, morales y con ellos se logra cambiar "el sentir".
De lo anterior se deduce que aprender no es solo adquirir dominio académico de algunos conocimientos, ni constituye una actividad destinada a la mera memorización, sino que es un aporte integral al desarrollo del individuo en todos sus aspectos.

Por otro lado el aumento de conocimientos, la adquisición de habilidades o la adopción de actitudes puede realizarse durante toda la vida, de manera que la educación no formal a través de la extensión puede considerarse como un proceso continuo. Se trata de "aprender a aprender".

II) Aspectos a tener en cuenta en la educación no formal del futuro

Cuando hablamos de extensión no nos referimos a ella como un elemento aislado en el medio agropecuario, ni tampoco como el "puente" que permite el pasaje de información tecnológica desde la investigación a los productores, tal como se decía hace unos años.

El proceso de enseñanza - aprendizaje a través de la extensión en nuestro medio, integra un sistema de información amplio y diverso del cual el productor agropecuario y su familia también forman parte. Este sistema, está compuesto por diferentes actores sociales, personas (productores y su familia, comerciantes, investigadores, políticos, agroindustriales), organizaciones, instituciones, quienes a su vez se encuentran interrelacionados. Los actores de ese sistema tienen en sus manos la generación, transformación, transmisión, adaptación, almacenamiento, integración, difusión y utilización de conocimiento e información.

Todos ellos trabajan para mejorar el ajuste entre conocimiento y medio ambiente y la tecnología utilizada a nivel agropecuario. Se trata de procesos de interacción y aprendizaje entre los actores del sector, en donde la educación no formal es un elemento clave para el proceso de innovación agropecuaria.

Hemos podido comprobar que una agricultura con mercados cada vez más exigentes y diversificados, ha provocado por ejemplo, que los productores también hagan experimentación y sean fuente de conocimientos e información. Los investigadores ya no se limitan a aprender sólo de experimentos, sino que buscan cada vez más el contacto directo con los productores. A nivel político importa cada vez más el impulso de un desarrollo tecnológico compatible con la sostenibilidad de los recursos naturales. Los comerciantes y agroindustriales exigen productos de mayor calidad.

Estos cambios han llevado a la conclusión que el desarrollo en la agricultura moderna es el resultado de una interacción entre una multiplicidad de actores sociales, de su orientación y de su aprendizaje. Esos actores organizados en redes formales e informales elaboran políticas, crean instituciones y organizaciones para el fomento del desarrollo. Ese conjunto de redes, instituciones y políticas se ha presentado en la bibliografía como "un sistema de información y conocimiento agropecuario". En este sistema la información puede provenir de cualquiera de los actores del mismo.

Cada día esas relaciones se hacen más indispensables, principalmente si se tienen en cuenta aspectos como la integración al sistema de cadenas agroalimentarias, la internacionalización de diferentes sectores vinculados a la información, la diversificación e intensificación de la producción, la valorización que la sociedad le otorga a las capacidades y al conocimiento, las tecnologías desarrolladas por los propios productores y el énfasis en el manejo sostenible de los recursos naturales.

Para lograr la transformación del agro se necesita alguna forma educativa de apoyo técnico y económico que ponga énfasis en nuevos aspectos. Existe conciencia de que la rentabilidad del predio no depende solamente de su productividad. Al productor le va a interesar acceder a la información y capacitación que le permitan mantenerse al día en cuanto a conocimientos e información técnica, de mercados y de políticas que lo puedan afectar. También le va a interesar cada vez más su interrelacionamiento con aquellos actores con los cuales pueda realizar alianzas estratégicas para definir y realizar propuestas productivas viables y sostenibles, para vivir mejor en sociedad, y en armonía con el ambiente.

Dentro de las condiciones actuales cuando los productores deben enfrentar múltiples desafíos nuevos y para asumirlos requieren nuevos conocimientos y habilidades, la educación como función educativa sigue siendo de primordial importancia, no sólo para levantar esas restricciones sino para permitir que el proceso sea sostenible.

III) Cómo Hacerla Operativa

Al tratarse de un proceso orientado al desarrollo de capacidades de personas y organizaciones, con el fin de mejorar sus posibilidades de gestión propia y de concertación, su implementación requiere considerar los siguientes aspectos:

        1) Como aprenden los adultos

    Existen una serie de teorías de cómo aprenden los adultos, pero también se han podido resumir una serie de aspectos prácticos, surgidos de la experiencia que influyen en la educación de adultos. Se aprende mejor cuando se tiene un fuerte deseo de aprender, o cuando existen objetivos claros, o cuando se puede poner rápidamente en práctica lo aprendido, así como cuando se utiliza más de un sentido para recepcionar la información.

    Confirmando estas apreciaciones un 70 % de los productores manifestaron en las encuestas referidas, que la forma de capacitación preferida eran "las actividades prácticas de campo"; ratificando que cuando el aprendizaje se relaciona con la posibilidad de satisfacer una necesidad sentida, cuando se realiza en un ambiente conocido y cuando la teoría se apoya en la práctica, es mucho más efectivo.

    2) Metodología adecuada

    Los contenidos de las diferentes actividades vinculadas a la extensión variarán en las diferentes localidades, de acuerdo a los intereses de la población y se deberán utilizar diferentes métodos para realizar la actividad de enseñanza - aprendizaje.

    Para cada caso es posible utilizar diferentes técnicas, entre las que pueden mencionarse: cursos, seminarios, talleres, visitas, prácticas de campo, construcción de modelos, etc. No se deberá olvidar que existen muchas técnicas específicas y cada una de ellas presenta ventajas y desventajas para cada caso particular, existiendo siempre la posibilidad de combinarlas. Su selección y utilización debe ser bien analizada, teniendo presente la importancia de combinar aspectos conceptuales con aplicaciones prácticas.

    En todos los casos se debe promover el intercambio de manera de hacer más efectivo el aprendizaje.

    Eso implica utilizar una metodología participativa, de forma que los participantes descubran la información nueva y la integren al conocimiento que ya tenían. La misma permite un mayor impacto porque los contenidos y métodos están adaptados a las necesidades. La participación no es un fin en si mismo, sino una herramienta para incrementar la dinámica y mejorar la comunicación de doble vía.

    En general los técnicos que trabajen en la extensión, deberán manejarse como "facilitadores". Al hablar de "facilitador", la palabra misma nos está indicando un nuevo tipo de relación.

    Ese técnico debe ser capaz de combinar su conocimiento y los conocimientos de los profesionales involucrados en la actividad, con las diversas experiencias existentes. Fundamentalmente deberá respetar y aprovechar los conocimientos que la gente tiene de sus experiencias bajo situaciones reales.

    De esta forma se promoverá el intercambio, quedando los participantes en condiciones de practicar lo aprendido por si mismos o de producir nuevas adaptaciones ante otros contextos. En los casos que sea posible se tratará de aplicar el lema de "aprender haciendo".

    3) Coordinación de instituciones A nivel del marco institucional se tornará imprescindible una coordinación entre las instituciones que integran el sistema y una correcta articulación de las actividades. El pensar en el fomento de alianzas, en la creación de empresas innovadoras, en la realización de experimentación a nivel de predio y en el apoyo a la formulación e implementación de proyectos, exigirá una coordinación efectiva, con programas regionales de trabajo y una visión compartida de objetivos. Eso significa una mejor distribución de los recursos disponibles y en algunos casos sacrificar posturas individualistas en procura de una cobertura más ordenada y eficaz.
    Ya no podrá concebirse que las instituciones que integran el sistema trabajen en forma aislada, sino que      deberá pensarse en equipos interinstitucionales (gremiales, cooperativas, instituciones públicas y privadas)  que fomenten la comunicación y el diálogo y faciliten la planificación, priorizando las actividades e         involucrándose activamente en este proceso, conformando efectivamente un sistema de información y       conocimiento agropecuario en cada región.


CUAL ES EL DESAFÍO

Para generar respuestas adecuadas a los tiempos modernos, la decisión no pasa solamente por cambiar temas y métodos, sino que la extensión debe procurar fortalecer la capacidad de todos los actores del medio en dar respuesta a sus renovados desafíos.

El cambio planteado implica la incorporación de temas nuevos, complementarios al tema productivo: mercado, empresa, organización, integración de cadenas agroindustriales, aspectos de comercialización, asociaciones, etc. Implica también nuevos métodos que permitan acercar y estimular la búsqueda de información, de soluciones especificas y su aplicación bajo condiciones locales.

La extensión rural deberá además::

  • incluir una serie de actividades con individuos, grupos e instituciones, que brinden desde información técnica básica hasta gerenciamiento, contemplando la mejora de los recursos humanos y el desarrollo organizacional.
  • fortalecer el intercambio de experiencias entre los productores, facilitando su comunicación con otros agentes económicos, sociales y políticos.
  • favorecer el desarrollo del conocimiento de los productores y demás actores del sistema, promoviendo su creatividad y facilitando su involucramiento activo en diferentes actividades encarando aspectos críticos del siglo XXI: la seguridad alimentaria, la sustentabilidad de la producción y el desarrollo rural.
Se tratará de un trabajo con la gente, no para la gente, "facilitando" el aprendizaje a través de procesos de interacción humana.

La propuesta es reforzar aspectos claves de la producción, desarrollar las capacidades humanas y la organización social local. Vista de esa manera la extensión será un agente catalizador de procesos, consistente en: facilitar la elaboración de diagnósticos, analizar la búsqueda de oportunidades y alternativas, promover el interrelacionamiento entre los distintos actores que componen el sistema, facilitar el acceso a la información y capacitación, así como la formulación de propuestas novedosas en un entorno dinámico y cambiante.

Su aporte al sistema se deberá complementar con el de la educación formal, de manera de que hombre y mujeres "aprendan a aprender", hoy y durante toda su vida.