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- "Las Políticas Agrícolas y el Comercio en la Víspera de un Nuevo Milenio"Brian Fisher Ph.D. Bureau Australiano de Economía Agrícola y de Recursos
- "Tendencias en las Políticas Agrícolas y el Comercio Agrícola Internacional en el Umbral del Nuevo Milenio" Prof. Gérard Viatté – Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
- "Trazabilidad"Gary Smith Ph.D. – Departamento de Ciencias Animales de la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.
- "Biotecnología Agrícola y del Medio Ambiente: La Ciencia, la Etica y las Oportunidades de Negocios"Alvin Young Ph.D. – Centro para la Excelencia del Riesgo, Departamento de Energía de los Estados Unidos.
- "La Biotecnología Agrícola: el caso Brasilero" Marcio C. Silva-Filho – Departamento de Genética, Escuela Superior de Agricultura "Luiz de Queiroz", Universidad de San Pablo, Brasil.
- "La Ganadería hacia el 2020: La Próxima Revolución Alimentaria"Christopher Delgado, Ph.D. – Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias, IFPRI
Las Políticas Agrícolas y el Comercio en la víspera de un Nuevo Milenio
Ivan Roberts, Troy Podbury, Neil
Andrews, Jammie Penm,
Charmayne O’Rourke y Brian S.
Fisher – ABARE
Bureau Australiano de Economía
Agrícola y de Recursos
Los mercados mundiales de productos básicos (commodities) se han visto severamente afectados por la caída en el crecimiento económico asiático del año pasado. Aunque el pronóstico para la economía mundial ha mejorado sustancialmente en los últimos meses, no se espera que los precios de los productos básicos agrícolas aumenten en forma significativa, principalmente porque la demanda continúa débil y la oferta aumentó.
Si bien es probable que los desarrollos macroeconómicos sigan siendo los principales factores que afectan los mercados de productos básicos agrícolas en el corto y mediano plazo, es factible que las negociaciones que tendrán lugar sobre el tema agrícola en la Organización Mundial de Comercio (OMC) sean de considerable importancia en el largo plazo.
La Ronda Uruguay de negociaciones multilaterales de comercio logró cierto éxito en el objetivo de liberalización agrícola que está en marcha. Debe resaltarse que por primera vez la agricultura ha sido encarada en forma multilateral desde los diversos puntos de vista de las distintas disciplinas. Un logro significativo ha sido el desarrollo de un amplio marco de negociaciones y la implementación de reducciones en la asistencia al agro. La ronda también tuvo éxito al negociar reducciones en los volúmenes de exportaciones subsidiadas y en proveer, al menos, niveles mínimos de acceso a los mercados. Hubo, sin embargo, una serie de limitaciones tanto en lo que fue acordado como parte de la Ronda Uruguay como en la forma en que el Acuerdo sobre la Agricultura ha sido implementado en la práctica.
Si se quiere lograr las ganancias
potenciales que surgen a partir de un comercio agrícola más
liberal, es importante que estas limitaciones sean orientadas y que las
distorsiones inducidas por las políticas de producción agrícola,
el comercio y los precios se reduzcan en forma significativa. Las futuras
negociaciones agrícolas de la OMC deben brindar la oportunidad de
llevar a cabo reformas fundamentales a las políticas distorsionantes.
Es una oportunidad que no se debe perder.
Panorama macroeconómico mundial
Las condiciones macroeconómicas mundiales han sido la principal fuerza impulsora del comercio mundial. Desde el comienzo del cataclismo de la economía asiática, el pronóstico económico mundial se ha debilitado considerablemente. En particular, la actividad económica de Japón ha sido débil. Existe también la preocupación de que el fuerte crecimiento económico que se viene dando en los Estados Unidos disminuya.
Luego de dieciocho meses de evaluaciones pesimistas, la sensación de que la recuperación de la economía mundial está en camino, especialmente en Asia, recientemente ha crecido entre los analistas económicos. El fortalecimiento del crecimiento en Asia se refleja principalmente en una fuerte recuperación económica en Corea del Sur, estabilizando la actividad económica en Japón, y en un mejor desempeño de la economía en el sudeste asiático.
Sin embargo, se espera que este mejor desempeño económico de Asia se vea parcialmente frenado por la declinante actividad económica de Rusia, Ucrania y Latinoamérica, así como por un crecimiento débil en el oeste europeo. Los desarrollos económicos en los países latinoamericanos han sido mixtos durante los últimos meses. Mientras que el pronóstico para la mayor economía de la región, Brasil, ha mejorado, muchos analistas económicos han rebajado sus pronósticos de crecimiento de corto plazo para la segunda gran economía, Argentina.
En los pronósticos mundiales y australianos de ABARE sobre productos básicos, se estima que el crecimiento económico mundial aumentará levemente a un 2,6% en 1999, a partir de una estimación del 2,5% para 1998.
En el año 2000, se espera que mejoren las condiciones económicas del Japón y el occidente de Europa, pero se estima que el fuerte crecimiento económico de los Estados Unidos se moderará. Se espera que continúe la recuperación económica de Corea del Sur y del Sudeste Asiático, respaldada por una mayor confianza del consumidor y de los negocios, así como en la baja de las tasas de interés. Se estima que el crecimiento económico en China, sin embargo, continuará moderándose a corto plazo. Existen indicios de que no es probable que persista la caída económica en Latinoamérica en el año 2000.
Se considera que el crecimiento económico mundial aumentará modestamente al 3,1% en el 2000. Esta estimación de crecimiento económico es significativamente menor que las tasas obtenidas antes del comienzo del cataclismo económico asiático. El crecimiento económico mundial fue del 4,2% en 1997 y del 4,3% en 1996.
Restan muchas incertidumbres en el pronóstico a corto plazo para la economía mundial. En el mejor caso, el crecimiento económico mundial podría resultar mayor de lo que se asume actualmente, si la recuperación económica de Asia y de Europa occidental resultara significativamente más firme de lo que se estima actualmente.
En los últimos meses, ha habido un cambio en la fuente de los principales riesgos a la baja para el crecimiento económico mundial. En vez de suponer que la incertidumbre clave está en Corea del Sur y en el sudeste asiático, los principales riesgos surgen ahora por la posibilidad de que el enlentecimiento del crecimiento de la economía en los Estados Unidos sea más significativo de lo que se estima actualmente, ya que la expectativa es que las tasas de interés continúen aumentando en ese país.
El pronóstico económico a corto plazo para Japón se mantiene incierto y depende en forma crítica de la capacidad del gobierno japonés para estimular aún más la economía con medidas fiscales expansivas. El crecimiento significativo en el nivel de deuda del sector público en los últimos años ha reducido notoriamente la flexibilidad del gobierno japonés para realizar gastos deficitarios adicionales sin disparar un aumento de las tasas de interés en el largo plazo. Se estima que la carga de la deuda en el sector público actualmente es de alrededor del 110% del producto bruto interno del Japón, y se espera que aumente considerablemente en el corto plazo.
Existe evidencia de que es poco factible que persista la caída económica de Latinoamérica en el año 2000. Sin embargo, existe considerable incertidumbre en el pronóstico a corto plazo para América Latina. Preocupa que las reformas económicas que actualmente están siendo llevadas a cabo en un grupo de países latinoamericanos puedan disminuir sustancialmente cuando las condiciones externas a las que se enfrentan estos países gradualmente mejoren. Las lentas reformas estructurales podrían afectar en forma significativa el ritmo de la recuperación económica de la región.
Luego del 2000, se espera que el
crecimiento económico mundial se fortalezca y alcance una tasa más
consistente con su potencial. Se supone que el crecimiento aumentará
al 3,5% anual a mediano plazo (al 2004). Esto es marcadamente menor que
el promedio anual del 4,0% logrado en la segunda mitad de los años
80, pero más alto que el 2,7% registrado en la primera mitad de
los 90.
Perspectivas para los productos básicos agrícolas
A pesar del débil crecimiento económico en los últimos años, la pronunciada baja en los precios de muchos productos básicos agrícolas ha sido en parte reflejo de los niveles récords de producción mundial. Por ejemplo, la producción mundial de trigo aumentó en alrededor de un 14% en los últimos dos años, pero el consumo subió solamente un 6% en el mismo período. La producción mundial de oleaginosas se incrementó en alrededor de un 10%, mientras que el consumo aumentó sólo un 5%.
A pesar de que el pronóstico de crecimiento económico mundial ha mejorado, los precios de los productos básicos permanecen deprimidos. Entre mayo y agosto de 1999, por ejemplo, la mayoría de los precios agrícolas permanecieron bastante incambiados o disminuyeron aún más. Una excepción fue el azúcar, para la cual los precios mundiales crecieron casi un 10% en este período, aunque el aumento partió de bajos niveles históricos.
Cereales
Los precios mundiales de los cereales han presentado una tendencia decreciente desde 1996. Como consecuencia de una oferta abundante de granos provenientes de abundantes cosechas, combinada con una demanda debilitada de importaciones mundiales (en parte como resultado del cataclismo económico asiático) se ha dado un aumento en los stocks de granos de los últimos dos años. Esto ha ejercido una fuerte presión a la baja en los precios mundiales de cereales.
Si se supone un crecimiento económico mundial más modesto, que incluye una recuperación económica significativa en la mayoría de los países asiáticos y latinoamericanos, luego del 2000 se espera que la demanda de granos se fortalezca. Sin embargo, es probable que debido a más incremento en la producción mundial, ésta iguale el crecimiento de la demanda, y es de esperar que los precios aún se mantengan por debajo de los picos de mediados de los 1990. Más allá del 2000, una mayor demanda proyectada de importaciones ocasionará una expansión en el comercio mundial y cierta restricción en los stocks mundiales disponibles tanto de trigo como de granos gruesos.
Se espera un incremento en la demanda de cereales proveniente principalmente de los países en desarrollo. Se estima que las tasas de crecimiento mundiales generales de población sigan una tendencia decreciente pero que las poblaciones de la mayoría de los países de África y Oriente Medio, y de algunos países asiáticos y latinoamericanos continúen creciendo a tasas relativamente altas.
Se proyecta que el consumo mundial de trigo aumente en alrededor de un 5% al fin del mediano plazo, y que este crecimiento se deba en su mayor parte a países de ingresos medios y bajos. El uso del trigo como alimento explicará una gran parte del aumento del consumo, donde se espera que el uso global de trigo para alimento factiblemente caiga a medida que los precios del trigo suban con relación a aquellos de otros forrajes.
Se proyecta que el comercio mundial de trigo aumente en el mediano plazo, reflejando el aumento de las importaciones en la mayoría de los países de Asia, Medio Oriente, Noráfrica y Latinoamérica a medida que el consumo supera la producción interna en estas regiones. Se espera que Brasil, Irán y Egipto continúen siendo los mayores importadores de trigo del mundo.
Es esperable que la demanda de forraje aumente en el mediano plazo, impulsada por una mayor expansión de las industrias ganaderas en los Estados Unidos y China. Es probable que las mejores perspectivas de producción ganadera intensiva en la China Taipei y Corea del Sur aumenten el consumo de forraje en el norte de Asia. Se espera que el consumo de forraje aumente en Sudamérica, como reflejo de un incremento sostenido en la demanda de forraje por parte de la avícola brasileña y de la emergente industria argentina de alimentos de origen bovino.
Oleaginosas
Una demanda estancada de alimentos combinada con una oferta abundante de harinas, como consecuencia de una actividad altamente agresiva, aparejaron precios a la baja durante 1998. Se espera que el pronóstico de los precios siga difícil durante 1999, ya que la demanda por harinas se mantiene débil y la producción alta.
En el mediano plazo, se espera que los precios mundiales de la soya se recuperen lentamente luego de tocar fondo en 1999-2000. Contribuyendo a esta recuperación habrá cierta mejora en la demanda de harinas para forraje, a partir de un mayor crecimiento de las economías asiáticas (que traerá como consecuencia una mayor demanda de carne), una mayor producción de cerdos y aves de corral en Europa y los Estados Unidos, y un alza en el ciclo ganadero norteamericano que resulta en una derivación más importante de ganado de recría.
Se proyecta que la producción mundial de oleaginosas aumente lentamente a mediano plazo. Se estima que se multiplicarán las áreas plantadas con oleaginosas en China e India (donde el incremento de producción se consumirá en el mercado interno) y en Latinoamérica. Los incrementos en la productividad y los rendimientos conducirán a una mayor producción en los Estados Unidos, a partir de la creciente adopción de variedades de oleaginosas modificadas genéticamente, las cuales contribuirán a la expansión.
Fibras
Los precios de las fibras han bajado desde 1994-95, debido principalmente al crecimiento contenido de los gastos en textiles del consumidor y por los altos niveles de disponibilidad de fibras. Ha habido una fuerte competencia entre las fibras naturales y las fibras sintéticas a medida que la producción de sintéticos se expandía rápidamente. Como consecuencia de la declinación que, a largo plazo, se vislumbra en la participación de las fibras naturales en el mercado textil mundial, los productores de lana y algodón enfrentan el reto de definir su lugar en el mercado textil del futuro.
Lana
Si bien se espera que la demanda de lana se mantenga relativamente débil a corto plazo, se aguarda cierta reacción como respuesta a un aumento del desarrollo económico en algunos de los principales mercados europeos, Sur Corea y en la China Taipei. Otro factor positivo en el mercado va a ser que continuará la reducción de la disponibilidad de lana.
En un entorno general de rendimientos decrecientes para los productores de lana, la producción mundial de lana ha caído durante los 1990s desde 3.3 millones de toneladas en 1990-91 a 1.4 millones de toneladas en 1998-99. Aunque Australia continúa siendo el mayor productor mundial de lana, la producción de lana esquilada ha sufrido una declinación sostenida, y se pronostica que baje un 4% para alcanzar las 637 mil toneladas en 1999-2000. Se espera que el número de ovejas esquiladas continúe disminuyendo, debido a que muchos productores reorienten sus recursos a empresas alternativas, en particular los cereales.
El nuevo indicador del mercado del este llamado, Intercambio Australiano de Lana, pronostica un promedio de 575 centavos por kilo en 1999-2000, cerca de un 5% más alto que el promedio de 550 centavos por kilo para 1998-99. Los altos niveles de stocks de lana no trabajada continuarán apareciendo en el mercado en el corto plazo.
Se estima que la demanda de lana se mantenga deprimida a mediano plazo, en respuesta al crecimiento económico moderado en Europa Occidental y Japón. Una posible declinación en la respuesta de la demanda al por menor debido a los cambios en los ingresos de los consumidores en las economías desarrolladas también puede actuar como un inhibidor del crecimiento del consumo.
Algodón
El algodón enfrenta muchos de los retos que amenazan a otras fibras –tales como precios bajos y fuerte competencia- pero la producción mundial de algodón ha continuado creciendo con retornos relativamente altos para el algodón en comparación con otras alternativas en la mayoría de los países productores. En los últimos años, el precio mundial del algodón (Indice Cotlook "A") ha bajado en alrededor de un 20% respecto del récord logrado en 1994-95.
Se espera que los precios del algodón (en términos reales) continúen cayendo en el corto a mediano plazo. Se presume que la producción mundial de algodón se expanda más rápidamente que el consumo y así contribuya a cierto incremento en los stocks.
A pesar de la disminución de la producción mundial de algodón en 1998-99, se proyecta que la producción aumentará a mediano plazo. China, los Estados Unidos, Uzbekistán, Pakistán e India continuarán siendo los mayores productores de algodón.
A mediano plazo, el consumo mundial de algodón en rama se proyecta aumentado en un 8% a partir del nivel de 1998-99. La demanda de algodón en rama en Asia también se incrementaría. También se espera que crezca el consumo del algodón en rama en el este de Europa y la ex-Unión Soviética. Sin embargo es de esperar que los incrementos en el consumo de algodón en el mediano plazo continúen restringidos por una fuerte competencia proveniente de los sintéticos de bajo precio.
Carne
El crecimiento de la población mundial y del ingreso, combinado con la caída de los precios reales de la carne, tuvo como consecuencia un incremento en el consumo agregado de carne de casi el 60% desde 1980. Prácticamente todo el crecimiento se ha dado en las carnes porcinas y en la avícola, con un consumo relativamente estable en la carne bobina y ovina. En los países desarrollados, el consumo de carne avícola ha aumentado mucho a expensas del consumo de carne bobina. En muchos países en desarrollo, la rápida comercialización de las industrias porcinas y avícolas, combinada con una conversión eficiente de las raciones relativa a la producción bobina, ha tenido como resultado que la disponibilidad de carne porcina y de aves aumente más rápidamente que la disponibilidad de carne bobina.
En el mediano plazo, la producción y el consumo agregados de carne se incrementarían. Es más, se espera que continúe la tendencia a la baja en el consumo de carne bobina y ovina que será sustituido por el consumo de carne de cerdo y aves.
Carne bobina
A mediano plazo, una oferta menor de carne bobina, combinada con una demanda asiática más fuerte, se espera que produzca un incremento de precios en los mercados bobinos del Circuito del Pacífico. Se espera que como muchos países asiáticos están comenzando a emerger de las dificultades económicas de 1998, la demanda en estos países se recuperará gradualmente en el corto plazo.
Se espera que el aumento pronosticado en el consumo japonés a corto plazo, combinado con la disminución proyectada de la producción de carne bobina en Japón, conduzcan a un incremento en las importaciones de carne bobina en ese país. En Corea del Sur el mercado bovino ha cambiado en forma dramática. En el último año, el stock de ganado bovino en Corea ha disminuido y el consumo de carne bovina ha aumentado notoriamente. Como resultado ha habido una reducción en los stocks de carne bovina lo cual ha abierto el camino para un aumento en el consumo de carne bovina importada. El consumo de carne bovina en Corea del Sur aumentó en un 25% en lo que va del año hasta mayo del 1999.
A mediano plazo se espera que la demanda de carne bovina crezca lentamente en los mercados del Circuito del Pacífico. Esto refleja una demanda reducida en los Estados Unidos (dado que los consumidores sustituyen carnes competitivas de precios bajos por carne bovina) y sólo un modesto crecimiento económico en Japón. Sin embargo, se proyecta que la menor producción de carne bovina – que resulta, en buena parte, de las actividades cíclicas de reformulación de las manadas en Estados Unidos – más que compensará la disminución en la demanda. Así se prevé que los precios de la carne bovina en el Circuito del Pacífico aumentarán en términos reales hasta cerca del año 2002-03, cuando la creciente producción norteamericana ocasionaría una baja en los precios de la carne bovina.
Se espera un lento crecimiento en el total del consumo de carne bovina en Japón a mediano plazo. A partir de la liberalización del mercado bovino japonés, los productores internos han sufrido la presión de la disponibilidad acrecentada de productos importados de bajo precio: la producción bovina japonesa ha disminuido un 14% desde 1994. Se pronostica que la liberalización de las importaciones producirá más presión en la producción interna de carne bobina en los próximos años. Las importaciones bovinas japonesas aumentarían a mediano plazo.
Se proyecta que el consumo bovino en los Estados Unidos continuará en baja uniformemente a mediano plazo. Desde mediados de los 1970s, el consumo de carne bovina en los Estados Unidos ha mostrado una tendencia a la baja mientras que el consumo de carne porcina, y particularmente la carne avícola, ha aumentado. En los próximos años una disminución en los precios reales en la carne avícola (causada por una gran oferta de carne avícola) probablemente acelere esta tendencia, mientras que se pronostica que la baja en los precios reales del cerdo va a mantener constante este consumo. Se proyecta una disminución del 12% hasta llegar a 27 kilogramos (peso al detalle) en el consumo de carne bovina por persona en los Estados Unidos a mediano plazo.
Un fuerte crecimiento en las exportaciones ha caracterizado el mercado bovino uruguayo, convirtiéndose Brasil en el mayor mercado para la carne bovina uruguaya en 1997 y 1998. Sin embargo los problemas financieros actuales en Brasil y la consecuente devaluación de la moneda brasileña factiblemente debiliten la demanda, produzcan un brusco descenso en las importaciones de carne bovina y un incremento en las exportaciones de carne bovina hacia otros mercados latinoamericanos, Europa y el Oriente Medio. Como resultado es factible que el Uruguay reoriente parte de su comercio hacia los Estados Unidos.
Tanto Uruguay como Argentina tienen establecidas sus cuotas de carne bovina en los Estados Unidos en 20.000 toneladas (en comparación con Australia que tiene una cuota de 378.000 toneladas). En 1998 el Uruguay utilizó solamente la mitad de su cuota mientras que Argentina usó solamente una cuarta parte. Se pronostica que la oferta de carne bovina norteamericana se restrinja a medida que se pone en práctica la reconstrucción de manadas luego de las altas tasas de faena de 1998 y comienzos de 1999. A medida que se faenan menos vacas en Estados Unidos y que la oferta interna de carne bovina manufacturada se resiente es de esperarse que el Uruguay se acerque a completar su cuota con Estados Unidos en 1999 y 2000. En Argentina si bien se pronostica que la producción de carne bovina aumentará el próximo año, la oferta aún permanece escasa como consecuencia de una gran baja en la producción en 1998. Como resultado se espera que las exportaciones a los Estados Unidos aumenten sólo marginalmente.
Lácteos
Se pronostica que los precios mundiales de referencia de la leche en polvo desnatada permanezcan contenidos a mediano plazo. Las principales razones que explican esta contención de precios son los altos niveles de stocks intervencionistas norteamericanos de leche en polvo desnatada, una demanda interna débil por parte del sector de alimentación para el ganado en la Unión Europea y más subsidios a las exportaciones norteamericanas. Se espera que el aumento en la colocación de productos lácteos con derecho a subsidios a las exportaciones conforme el Plan de Incentivos a las Exportaciones de Productos Lácteos de los Estados Unidos (DEIP), agregue presión a precios ya de por sí bajos en 1999-2000.
Luego de la disminución en el número de vacas en la Unión Europea y por los altos niveles de stocks de intervención para la leche en polvo desnatada, se espera que una demanda menor de la leche en polvo desnatada para ración contribuya a la caída de los precios mundiales de leche en polvo desnatada (en términos reales). Es más, la leche entera y algunos productos más baratos derivados del suero están reemplazando la leche en polvo desnatada en las raciones animales.
Se espera que las importaciones de leche en polvo desnatada se incrementen en China, Indonesia, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y en países de bajos ingresos de Africa y América Latina dado los bajos precios en la leche en polvo desnatada y el supuesto de mejora en la actividad económica en la región asiática a mediano plazo.
La producción mundial de leche se incrementaría levemente a mediano plazo a una tasa anual de alrededor del 1%. Se espera que la producción de leche se expanda en regiones donde el consumo interno se está expandiendo más rápidamente - Asia (India, Paquistán y China) y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay) -, agregándose a una producción creciente en Australia y Nueva Zelandia y, en menor grado, en los Estados Unidos.
Los precios internacionales de la manteca se mantendrán contenidos en el mediano plazo, ya que la demanda de Rusia, el más grande importador de manteca del mundo, permanece débil. Los precios mundiales de la manteca se afirmarán levemente (en términos reales) hacia el 2002, cuando se espera que la demanda de manteca aumente como resultado del aumento del ingreso en Asia y Latinoamérica y de la recuperación de la demanda en Rusia hacia el 2003.
Azúcar
Asia se ha convertido en la mayor región de crecimiento de demanda de azúcar. El consumo de azúcar en Asia aumentó en 10 millones de ton. entre 1990-91 y 1998-99, a una tasa promedio de aumento de más del 3% por año. Este ha sido el resultado predominantemente de un fuerte crecimiento económico que ocurrió en toda la región en la mayoría de los años 90. La demanda de azúcar en Asia es relativamente sensible a los cambios en los ingresos de los consumidores.
Los precios mundiales del azúcar disminuyeron desde un promedio de U$S 8,4 c/lb en enero de 1999 a U$S 5,5 c/lb en abril, antes de obtener una recuperación parcial de U$S 6,3 /lb a mediados de agosto. En forma subyacente a la reciente caída de los precios del azúcar ha habido una revisión sustancial al alza en la producción de azúcar en varias de las naciones que son las mayores productoras de azúcar del mundo. En China, India, Tailandia, Brasil y Cuba, se ha dado una producción de azúcar mayor a la esperada que tuvo como resultado una sostenida acumulación de stocks mundiales. Se proyecta que en el mediano plazo los precios del azúcar aumenten a partir de los bajos niveles que experimentaron durante 1998-99.
Se prevé que el consumo mundial de azúcar aumente en forma marginal en el corto plazo. La principal razón por la que este incremento esté por debajo de las tasas que se lograron a mediados de los años 1990, ha sido el bajo crecimiento económico en muchos de los países asiáticos. En consecuencia, se pronostica que los precios mundiales del azúcar permanecerán débiles en el corto plazo.
A mediano plazo se proyecta que el consumo mundial de azúcar aumente debido principalmente a un fuerte aumento esperado en la demanda de azúcar en Asia y Africa. Se proyecta que el consumo de azúcar en Asia se incremente a una tasa anual del 2% principalmente debido a que comenzaría nuevamente un fuerte crecimiento en los ingresos.
Se proyecta que el rápido aumento de la población en Africa y una actividad económica que se incrementará en forma significativa, traerán como consecuencia un aumento en el consumo de azúcar en más de 2 millones de toneladas hacia el 2003-4. Sin embargo, dado que la perspectiva es de un leve aumento en el ingreso de la región, se espera que el consumo per cápita permanezca sumamente bajo (alrededor de 13kg por persona) comparado con el de algunos países desarrollados (más de 50kg por persona).
Las políticas brasileñas respecto de sus industrias azucareras y de combustibles alcohólicos tendrán gran influencia en las tendencias de producción futuras en ese país y son importantes para el mercado mundial de azúcar. La liberalización económica y la desregulación son factores claves que impulsan el desarrollo de las industrias azucareras y de combustibles alcohólicos en Brasil, obligando ambos factores a que los cultivadores y procesadores sean más eficientes. Se espera que el azúcar brasileña se mantenga competitiva en el mercado mundial a medida que Brasil continúa desregulando su industria azucarera, moderniza sus puertos y reduce sus costos de transporte entre el molino y el puerto. Es factible que estas políticas estimulen una producción mayor de azúcar y resulten en mayores volúmenes de exportaciones de azúcar desde el Brasil.
Negociaciones sobre la Agricultura en la OMC
Las negociaciones sobre la agricultura previstas en la OMC, que comenzarán a partir de la reunión ministerial en Seattle a fines de 1999, representan una oportunidad de realizar progresos sustantivos en la liberalización de las políticas agrícolas internacionales. Una prueba para estas negociaciones será el grado en que se reducen las distorsiones inducidas por las políticas. Esto requerirá encarar las limitaciones del Acuerdo sobre Agricultura, que surgieron en la negociación de la Ronda Uruguay, así como lograr reducciones sustantivas en las formas distorsionantes de asistencia.
La necesidad de reformas multilaterales para la agricultura
Actualmente la asistencia a la agricultura –medida por la tasa nominal de asistencia -(el cociente entre el monto de la asistencia y el monto de producción no asistida multiplicado por 100)- casi ha alcanzado niveles históricos extremos. La asistencia en los países de la OCED es casi tanta como a los que se llegó en los niveles sin precedentes a mediados de los años 1980 (figura 5; OCED 1999). De hecho, las ayudas a la agricultura en Europa Occidental en ese período han sido las más altas que se recuerden, con la posible excepción de fines de los años 1930 (figura 6; OCED 1999; Tyers y Anderson 1992). En 1998, la asistencia total a la agricultura en los países desarrollados aún era tan alta como la de los niveles de los años 1990. Es más, existen pruebas de que los niveles de asistencia se mantendrán muy altos o que aún se incrementarán en 1999. Por ejemplo, se estima que las ayudas por pagos directos en Estados Unidos han aumentado en un 80% en el año fiscal norteamericano de 1999 (octubre de 1998 septiembre de 1999; Ministerio de Agricultura norteamericano).
La asistencia a la agricultura se concentra en los países desarrollados de Europa Occidental, Japón y, para algunos productos primarios, los Estados Unidos, pero no están limitados a estos. Existen muchos factores que tienen influencia sobre los niveles de asistencia para las industrias agrícolas a través del tiempo en diversos países. Estos incluyen, entre otros, los cambios en los precios de insumos y productos, los niveles de los ingresos agrícolas, el tamaño de la agricultura en la economía y las actitudes políticas respecto de la producción industrial. Puede observarse, sin embargo, que los niveles de asistencia tienden a fluctuar en forma inversa a los movimientos de corto plazo en los precios de los mercados mundiales.
La agricultura se ha quedado atrás respecto de otros sectores importantes en obtener ganancias económicas a partir de la liberalización del comercio. Estas ganancias derivan de una eficiencia incrementada en el uso de recursos que obedece a una mayor especialización, con beneficios potenciales mundiales y en la mayor parte de las economías. Hay muchos ganadores a partir de la liberalización del comercio, incluyendo a los contribuyentes de impuestos y a los consumidores, en países con grandes distorsiones, y los productores eficientes mundialmente, que resultan en ganancias económicas netas para el mundo en general. Las negociaciones multilaterales de amplio espectro, no sólo para la agricultura sino para muchos sectores, brindan una oportunidad para que los países logren estas ganancias.
Componentes necesarios para el éxito
Para lograr los beneficios económicos potenciales mundiales e internos a partir de la reforma de la política sobre la agricultura, debe reorientarse el saldo de producción de países que actualmente tienen mucha asistencia hacia países con baja asistencia. Esto permitiría lograr un incremento en la producción agrícola en los países productores más eficientes.
La clave para este cambio es que los productores y consumidores de países donde los precios actualmente están aislados de los precios de mercado, enfrenten a los precios de mercado más bajos, que se acercan a ellos y que varían con los precios de los mercados mundiales. Esto no impide que los países provean asistencia a su agricultura. Entonces, si los países desean continuar con al asistencia, para evitar la mayor parte de los costos, esa asistencia debería ser provista de forma tal que la distorsión que genere al mercado sea mínima y no sólo que "se acuerde" que lo es.
Los enfoques para lograr reducciones en las distorsiones del mercado pueden variar. Sin embargo los máximos beneficios se obtendrían imponiendo las máximas reducciones a la asistencia de aquellos productos que están más protegidos. Estos incluyen entre otros, el arroz, el trigo, forraje, azúcar y leche en Japón; trigo, forraje, oleaginosas, azúcar, leche, carne vacuna y carne ovina en la Unión Europea, y azúcar y leche en los Estados Unidos. Además muchos productos agrícolas reciben altos niveles de asistencia en países tales como la República de Corea, Islandia, Noruega, Suiza y Turquía, asistencia que debe ser reducida si desea contribuir a disminuir las distorsiones significativas a los mercados y al comercio mundiales.
Acceso a los mercados
La reducción de las barreras al comercio es un factor crítico cuando se expone a los productores y a los consumidores más abiertamente a los precios del mercado y se busca asegurar acceso al mercado a los productores competitivos. Una reducción en las barreras permitiría a los consumidores de aquellos países que actualmente restringen las importaciones, obtener beneficios a partir de precios más bajos y de fuentes más diversas. Si se logra obtener recursos a partir de un rango más amplio de fuentes, los consumidores se beneficiarían de una mayor seguridad alimentaria.
Muchos aranceles límites o máximos exceden los aranceles reales. La reducción en las barreras arancelarias será ilusoria si las rebajas en los límites arancelarios no reducen los aranceles reales –los que son la base tanto para las negociaciones como para los compromisos.
Puede lograrse algún beneficio a partir de más acceso a los mercados expandiendo el acceso mínimo mediante el uso de cuotas arancelarias. Hasta el momento, sin embargo, las cuotas arancelarias se han usado tanto para bloquear la asistencia a los precios altamente distorsionantes como para expandir el acceso a los mercados. Si han de lograrse las ganancias potenciales que implican la expansión del acceso a los mercados, el mecanismo de cuotas arancelarias debería ser transitorio, donde el comercio eventualmente superaría la cantidad definida para la cuota arancelaria. De lo contrario, estas continuarán siendo usadas prácticamente de la misma forma que los aranceles a las importaciones, a los cuales se pretendió reemplazar. En muchos casos, los aranceles por encima de la cuota son prohibitivos en la actualidad.
Para que las cuotas arancelarias sean usadas a su máximo potencial, como forma de hacer progresar el comercio, los acuerdos administrativos no deben impedir la realización de importaciones dentro de las cantidades asignadas a las cuotas arancelarias.
Asistencia interna
Que los productores y consumidores estén más expuestos a los precios mundiales no significa que deba eliminarse la asistencia a la granja. Es más, si se adoptaran acciones hacia una asistencia interna genuina no correlacionada o desvinculada, se lograrían muchas de las ganancias económicas de la liberalización al tiempo que se posibilitaría cierto nivel de asistencia a la granja.
Si la asistencia no vinculada ha de ser efectiva en reemplazar formas distorsionantes de proteccionismo al mercado, es esencial que sus condiciones aseguren que la distorsión es mínima y que esas condiciones son aplicadas en forma consistente. Para que la asistencia sea efectivamente desvinculada, el precio que los agricultores reciben por su producción debe ser el precio mundial del mercado y los costos marginales no deberían ser afectados por pagos de asistencia. Si los agricultores creen que pueden influir en los niveles de asistencia futura a partir de decisiones de producción actuales, la distorsión de la asistencia no será mínima.
Los acuerdos de limitación a la producción, que se aplican actualmente, bloquean la capacidad de producción y no son completamente independientes. Sería un gran adelanto que los cambios en estas políticas aseguren que son completamente no correlacionadas. Si esto no ocurre, los pagos que se realicen bajo tales esquemas deberán estar sujetos a reducciones negociadas.
Subsidios a las exportaciones
Los subsidios a las exportaciones están comprendidos dentro de los acuerdos de asistencia que más distorsionan el mercado. Con las marcadas reducciones que han ocurrido para algunos productos primarios, la posibilidad de que existan más rebajas substanciales o aún de que se eliminen los subsidios a las exportaciones, aparece como razonablemente objetiva. Este resultado debería ser parte esencial de un acuerdo exitoso.
Sin embargo, sería una vacua victoria si el principal efecto de la reducción o eliminación de los subsidios a las exportaciones fuera una reorientación hacia el proteccionismo interno que aún es marcadamente distorsionante, y que se ha dado con los acuerdos llamados de ‘limitación a la producción’. Esto refuerza la necesidad de asegurar que los acuerdos de asistencia interna que no están eximidos de rebajas estén adecuadamente desvinculados.
Los beneficios de la liberalización
Existe una aparente paradoja con la protección a la agricultura. La mayor parte de las economías ganan liberalizando el comercio y reduciendo los subsidios que distorsionan el mercado, y aquellos que más ganan son aquellos que tienen, más proteccionismo y más distorsiones. En el caso de la agricultura, los gobiernos de estos mismos países tienden a ser los que menos desean efectuar reformas por razones políticas.
Los beneficios de la liberalización han sido ampliamente difundidos, pero los ajustes típicamente se concentran por región. Con la liberalización, los anteriores receptores de asistencia enfrentan ajustes de costos y pueden incurrir en pérdidas financieras. Los potenciales perdedores son visibles y se los oye, mientras que los numerosos ganadores están sumamente dispersos y logran ganancias frecuentemente pequeñas. Además las relaciones entre la liberalización y las ganancias subsecuentes no suelen ser evidentes para los ganadores. De donde se deduce que lograr el consenso interno para una reforma en la agricultura puede ser muy difícil.
El camino hacia la reforma puede simplificarse a partir de los enfoques internacionales cooperativos para reducir en forma mutua la asistencia a la agricultura. Si todos los países redujeran su proteccionismo, los precios de mercado se incrementarían y se convertirían en más estables mientras que los costos de los ajustes disminuirían. Como los otros también reducen las protecciones, también disminuirá el miedo a que los productores internos se vean socavados por los productos subsidiados de los competidores.
Las ganancias económicas potenciales que surgen por la liberalización de la agricultura se ven ilustradas en el análisis de los efectos que tendría una reducción del 36% en todas las formas de proteccionismo en todos los países, utilizando el modelo de equilibrio general GTAP desarrollado por Hertel (1997). Esta era la rebaja en la tarifa acordada en la ronda Uruguay y se asume que las reducciones reales en todas las formas de asistencia alcanzarían este nivel. Estas reducciones en las protecciones llevan a ganancias económicas estimadas globales de más de 34 mil millones de dólares por año. Quienes más ganarán serán las economías donde la asistencia a la agricultura es actualmente más alta ya que son aquellos que tienen las mayores distorsiones. Sin embargo, la mayoría de los países, incluyendo aquellos en el Grupo Cairns de países con baja asistencia a la agricultura, China e India, también ganan (figura 8).
Enfoques a la reforma
Hay dos enfoques principales para reducir las distorsiones a los mercados agrícolas según lo establece el Acuerdo de la OMC sobre Agricultura. Uno era reducir las barreras al comercio y los subsidios que distorsionan el mercado, tanto internos como a las exportaciones. El otro era estimular a los países a reorientar su asistencia de precios altamente distorsionantes hacia acuerdos de limitación a la producción, o no correlacionados, menos distorsionantes. Los pagos que se realicen conforme estos acuerdos están eximidos de las reducciones acordadas a la asistencia interna.
Ha habido un cambio en el equilibrio de la política desde el comienzo de los años 1990. La asistencia a partir de pagos directos ha aumentado y el proteccionismo al precio de mercado ha disminuido, aunque aún sea por lejos la principal forma de asistencia.
Las principales ganancias que se obtienen en la reducción de las barreras al comercio y a las distorsiones del mercado, como resultado de la Ronda Uruguay, fueron las reducciones en las barreras al comercio y en los subsidios a las exportaciones.
Acceso al mercado
Generalmente han sido escasas las reducciones en los niveles arancelarios reales a partir de la arancelización por la cual las barreras arancelarias y las barreras no arancelarias se convirtieron en aranceles y fueron negociados a la baja. Las razones incluyen un periodo base, en el cual los niveles de protección fueron los más altos del último medio siglo por lo menos, y el grado de latitud que se le dio a los países para determinar los niveles de los aranceles básicos (arancelización sucia).
Se produjeron algunas ganancias al asegurar el acceso actual y la apertura a los mercados a partir de acuerdos de acceso mínimos, utilizando como mecanismo relevante las cuotas arancelarias. Sin embargo, estas ganancias no son grandes. Los aranceles que corresponden por encima de las cuotas a las importaciones generalmente han sido prohibitivos, permitiendo que las cuotas arancelarias sean usadas en gran medida como herramientas para administrar el comercio dentro de sistemas proteccionistas altamente distorsionantes, más que para efectuar valuaciones de precios o mantener los mercados abiertos.
En ocasiones, se usan precauciones especiales, como una parte integral de los sistemas de gestión del mercado, que se supone proveen un colchón para los productores contra imprevistos en las importaciones y precipitan las reducciones en los precios del mercado. Con el azúcar de la Unión Europea, por ejemplo, ellos efectivamente tornan irrelevante la reducción negociada en el nivel arancelario.
Asistencia interna
Las disciplinas de asistencia interna acordadas en la Ronda Uruguay probablemente sean más débiles que las de acceso al mercado y las de subsidio a las exportaciones. La ‘medida agregada de asistencia’ para cada país que iba a ser reducida estaba muy difundida en la agricultura, permitiendo una amplitud considerable para reorientar la asistencia entre bienes primarios cuando cambiasen las condiciones del mercado. Importa además que el período base adoptado, 1986-88, fue uno de alta protección, así que al volver a condiciones de mercado más normales, los países tenían muy poco que hacer para cumplir con los compromisos.
Tal vez algo más importante es que se excluyeron de las rebajas grandes áreas de la asistencia interna sobre la base de que producían distorsiones o limitaciones mínimas a la producción. Algunos tipos de asistencia que fueron incluidos en estas categorías realmente bloquean recursos hacia los usos más distorsionantes que fueron establecidos en políticas previas. Además otras formas de asistencia consideradas de mínima distorsión, tales como los gastos en investigación y desarrollo, la infraestructura, los servicios de extensión y de asesoramiento, los servicios de marketing y promoción, los subsidios a los seguros, los programas medioambientales, o la asistencia regional, serían marcadamente distorsionantes del mercado si no se aplicaran en los niveles óptimos.
El acuerdo actual fomenta la reorientación de la asistencia hacia áreas donde haya habido cierto éxito en lograr reducciones, tales como los subsidios a las exportaciones, hacia la asistencia interna, especialmente en las categorías que están eximidas de las reducciones en el proteccionismo interno acordadas.
Subsidios a las Exportaciones
La reducción de las exportaciones subsidiadas es tal vez la principal ganancia de la Ronda Uruguay. Los subsidios a las exportaciones competitivas invadieron el mercado del trigo a partir de mediados de los 1980s hasta mediados de los 1990s. Las exportaciones subsidiadas han disminuido en gran forma desde ese momento. Sin embargo, este avance es en parte ilusorio ya que la Unión Europea ha reemplazado muchos de estos subsidios a las exportaciones de cereales por pagos de compensación directos que cubren la producción, incluyendo las cantidades exportadas. Estos pagos retienen muchas características de las distorsiones a la producción y al comercio pero están excluidos de los compromisos de reducción.
Para los productos lácteos, los límites negociados respecto de los subsidios a las exportaciones están conteniendo levemente a las exportaciones subsidiadas. Los límites para la manteca exceden en gran forma las expectativas de los volúmenes de exportación subsidiados y no son una restricción. Para la leche en polvo desnatada, los países que subsidian están usando los créditos a los subsidios a las exportaciones no utilizados de los primeros años del período de implementación, para permitirles exceder los límites de los volúmenes anuales en los años subsiguientes.
La desvinculación y los acuerdos de limitación a la producción
El cambio hacia los pagos directos se ha dado principalmente en la Unión Europea para cosechas importantes y para la carne de vaca, estando estos pagos incluidos bajo los límites de producción o arreglos (caja azul) como se definió en el acuerdo. Los Estados Unidos han retenido pagos sustanciales de asistencia directa a las cosechas más importantes pero han cambiado a acuerdos más independientes. La asistencia bajo los acuerdos de desvinculación y de limitación a la producción está exenta de las limitaciones a la asistencia interna conforme este acuerdo.
La desvinculación, que significa deshacer los vínculos entre la asistencia y las variables claves del mercado que incluyen la producción, los precios y el uso de insumos, permite que se pague a los agricultores asistencia por los ingresos de forma tal que distorsione menos al mercado. Esta desvinculación tiene la posibilidad de someterlos tanto a productores como a consumidores directamente a los precios mundiales.
Una asistencia desvinculada, si está correctamente implementada, puede disminuir sustancialmente las distorsiones del mercado. En consecuencia es preferible la reorientación de la asistencia hacia pagos desvinculados si ese proteccionismo no va a desaparecer completamente. Sin embargo aún los acuerdos de desvinculación diseñados e implementados en la forma más exigente, pueden ocasionar distorsiones a la producción de alguna forma a través de los seguros y de los efectos de la riqueza.
Toma tiempo implementar los beneficios de cambiar a pagos directos desvinculados a fin de reducir las distorsiones al mercado. La mayoría de los recursos que durante años fueron atraídos hacia las actividades protegidas por precios asistidos, continuarán siendo usados para actividades agrícolas, probablemente durante muchos años después de que los pagos por asistencia se hayan desvinculado. Estas rigideces mantienen a la producción por encima de los niveles que se aplicarían si los pagos por asistencia nunca se hubieran realizado. Sin embargo, en el largo plazo, si los acuerdos de desvinculación son rigurosamente aplicados, la producción se acercará a los niveles factibles de ser alcanzados sin proteccionismo.
La efectividad de la desvinculación para reducir distorsiones se verá frustrada si los agricultores esperan poder influir en los beneficios de pagos futuros debido a opciones actuales en la producción. Por ejemplo podrán aumentar los rendimientos utilizando más insumos si creen que los beneficios futuros probablemente estén asociados a los beneficios de aquellos años que sigan al período base inicial.
En los Estado Unidos los pagos directos por asistencia a las cosechas más importantes están relativamente desvinculados en sentido directo desde l996. Sin embargo, los productores norteamericanos aún no están respondiendo a los precios del mercado mundiales debido a otras formas de asistencia que incluyen tasas a los préstamos, préstamos para marketing y subsidios para competitividad en el área algodonera. Por tanto, el sistema proteccionista norteamericano para el trigo, forraje y algodón no está completamente desvinculado. Estas otras formas de asistencia están dentro de los límites muy liberales que se acordaron bajo la Ronda Uruguay.
El gobierno norteamericano aumentó en forma decidida las tasas de pagos directos por asistencia en 1998 cuando los precios mundiales cayeron. Sin embargo, esto fue hecho de forma tal que implicaba que los productores norteamericanos seguían respondiendo al margen aproximadamente a los mismos precios que hubieran debido enfrentar sin la asistencia adicional. Por ello, es probable que los pagos adicionales no hayan tenido efecto sobre los incentivos a los productores. Sin embargo, otorgar pagos más altos cuando los precios mundiales están más bajos podría dar una señal a los productores de que el riesgo de los precios futuros estará contenido por aumentos en los pagos directos. Con el correr del tiempo, esto podría reducir los incentivos para que los agricultores como grupo diversifiquen las inversiones y, en consecuencia, se obtengan niveles más altos de producción agrícola. También si el aumento del proteccionismo le indica a los agricultores norteamericanos que el mecanismo para ajustar los pagos en los años futuros puede depender de sus decisiones de producción, entonces se vería erosionado el grado de desvinculación de los actuales acuerdos. Es más, los pagos extras podrían reducir las expectativas al riesgo de los cultivadores, reduciendo su capacidad de respuesta a las condiciones del mercado.
El cambio de rumbo desde el proteccionismo a los precios del mercado hacia los pagos directos en la Unión Europea se observa en la figura 11. La asistencia conforme los acuerdos de limitación a la producción adoptados por la Unión Europea para las cosechas arables (cereales, cosechas de oleaginosas y para proteínas) y para la carne bovina a partir de 1992 fueron excluidas de las rebajas acordadas a la asistencia interna. La misma incluye pagos en compensación por las cosechas y pagos por cabeza de ganado, aún mantiene elementos que distorsionan la producción. Por las cosechas, los agricultores individuales reciben pagos por áreas efectivamente plantadas, sujeto a acuerdos bajo programas de reducción de áreas, aunque se supone que existen límites regionales a los pagos. Estos arreglos bloquean la capacidad de producción en niveles cercanos a los del período básico, mientras que los adelantos en la productividad, en particular, la capacidad de respuesta de la producción de cereal a los fertilizantes, continúa aumentando la producción. Para la carne bovina, el grado en el cual los pagos directos han reemplazado el proteccionismo es menor que para los cereales. Los pagos por cabeza están asociados a la cantidad de animales y proveen incentivos para mantener stocks de animales y de producción cerca de los niveles distorsionados del período básico.
Los sistemas de asistencia de la Unión Europea tanto para las cosechas arables como para la carne bovina, siguen siendo híbridos entre la asistencia a los precios, respaldada por las medidas limítrofes y los subsidios a las exportaciones y los pagos directos. Los niveles de asistencia a los precios son ahora mucho más bajos que antes de 1992, ya que las reducciones han sido reemplazadas por los pagos de compensación y por cabeza. Aquella parte del proteccionismo representada por la diferencia entre los precios mundiales y los precios internos, sigue siendo en este sistema tan distorsionante del mercado como siempre. Existen otros elementos desvinculantes para las cosechas arables porque los pagos están basados en rendimientos pasados y no en los actuales. Sin embargo, hasta el momento esto no parece haber sido efectivo en reducir la intensidad de la producción.
En general las reformas en la Unión Europea a partir de 1992 han llegado a reemplazar los acuerdos de mercados muy distorsionantes por condiciones algo mejores pero aún continúan existiendo arreglos notoriamente distorsionantes respecto de la mayoría de las desviaciones en la producción que existían antes. Sin embargo estas reformas han reducido el alcance de las distorsiones al consumo que derivaban de la asistencia al mercado que se aplicaba anteriormente.
Amenazas al éxito de las negociaciones
Pueden ser identificadas varias amenazas a las negociaciones sobre la agricultura. En particular, algunos gobiernos pueden verse atraídos por políticas proteccionistas antes que por enfoques orientados hacia mercados que miren hacia el exterior.
Los cataclismos en las monedas asiáticas
Como consecuencia de las crisis en las monedas asiáticas existe el riesgo de que algunos de los países afectados directamente se vuelquen hacia adentro. También existen riesgos a partir de la situación en la demanda deprimida en las importaciones mundiales y la valuación de la moneda que ha ocurrido en los países desarrollados. En los Estados Unidos, por ejemplo, los ingresos de los agricultores han sido afectados tanto por una baja demanda de las exportaciones como por una moneda revaluada. Uno de los resultados ha sido el surgimiento del proteccionismo agrícola. Generalmente los Estados Unidos son partidarios de la liberalización del comercio para obtener los beneficios del crecimiento económico. La prédica, en la práctica, de este rol será importante para alcanzar el éxito en las negociaciones.
El grado de impacto de los cataclismos asiáticos sobre las negociaciones agrícolas dependerá en parte de los tiempos de recuperación de los países asiáticos afectados. Si bien están surgiendo algunos signos de recuperación económica, una completa recuperación va a requerir reformas estructurales significativas. Será necesario que estas reformas sean exitosas si se quiere lograr un crecimiento económico sostenible.
La autoridad norteamericana ‘fast track’ (pista rápida)
El respaldo norteamericano a acuerdos de comercio más liberales y con mercados menos distorsionados será importante para que se dé un resultado exitoso en las negociaciones que vendrán. El congreso norteamericano no ha otorgado aún la facultad de ‘fast track’" a las negociaciones que vendrán. Esta facultad permitiría que cualquier acuerdo que se alcanzara fuera considerado rápidamente por el congreso y que fuera aceptado o rechazado en su conjunto en forma íntegra. La ausencia de esta facultad permitirá al congreso aceptar, rechazar, o modificar las componentes individuales del acuerdo. Esta situación podría marcar límites sobre lo que los Estados Unidos están preparados a aceptar en las negociaciones. Podría aún impedir que se logre un ‘acuerdo’ final en las negociaciones agrícolas. Mientras que la falta de esta facultad de ‘fast track’ representa un reto mayor para lograr un acuerdo final, no impedirá que las negociaciones comiencen. Sin embargo, garantizar la facultad ‘fast track’ implicaría dar una señal importante de que los Estados Unidos están comprometidos en que se logre un resultado satisfactorio en las negociaciones.
La ‘multifuncionalidad’ de la agricultura
Otra posible amenaza a las negociaciones surgiría del creciente énfasis que se está poniendo en la denominada naturaleza ‘multifuncional’ de la agricultura, particularmente en los países desarrollados con altos niveles de proteccionismo a la agricultura.
Quienes propugnan por el concepto de ‘multifuncionalidad’ enfatizan los beneficios agregados de la agricultura, a los que no es factible asignar precio, y que se adicionan a la oferta de alimento y de fibras. El foco de este argumento está en los beneficios que oscilan alrededor de valores medioambientales, la vida rural, los valores culturales, el desarrollo rural y el empleo rural. En un contexto de política, la provisión de la asistencia a la agricultura es vista en algunos países como un mecanismo apropiado para mejorar estos beneficios.
Sin embargo, además de los factibles beneficios extras o positivos de la agricultura existen subproductos negativos. Estos incluyen el daño al medio ambiente, tales como los flujos de desechos químicos y animales que se cuelan en las reservas de agua, el incremento en la salinidad y la pérdida de la vegetación. Es más, existen pruebas fehacientes de que la protección a la agricultura empeora estos subproductos negativos (Agencia de Protección al Medio Ambiente de los Estados Unidos 1990; Mahé y Ortalo-Magné 1999).
Es importante reconocer que el uso de protecciones a la agricultura en un país para obtener beneficios multifuncionales, disminuye los beneficios provenientes de la agricultura en cualquier otro lugar, incluidos los beneficios multifuncionales. Esto se aplica también a los países en desarrollo.
Un enfoque más eficiente y potencialmente más efectivo para lograr los objetivos multifuncionales es utilizar pagos específicos que están orientados a proveer el resultado multifuncional. En verdad, ya existen políticas orientadas cuyo objetivo explícito es lograr algunos de los beneficios de los subproductos multifuncionales.
Donde esto es así, ya se están encarando estos subproductos. En consecuencia, no hay razón para perseguir esos beneficios a partir de la protección agrícola de amplia base. Como la protección no se orienta hacia un objetivo específico, este enfoque no es ni efectivo ni eficiente. Por lo tanto, no hay razones para fomentar precios internos por encima de los precios de mercado o subsidios generales a la agricultura, a fin de lograr objetivos multifuncionales.
Bloques de Comercio Regionales
Otro factor que podría afectar la eficacia de las negociaciones futuras es el desarrollo de los bloques de comercio regionales. En particular, la Unión Europea intenta un proceso de expansión de sus miembros para incluir varios países europeos del este. Los niveles de asistencia a la agricultura en estos miembros potenciales están actualmente muy por debajo de aquellos en la Unión Europea. En las próximas negociaciones agrícolas será importante asegurar que aquellos compromisos sobre la agricultura en los cuales participen países individuales no puedan ser debilitados o esquivados por aquellos países que pertenezcan a bloques de comercio en el futuro.
La Situación de los Países en Desarrollo
Las implicaciones de la liberalización del comercio para los países en desarrollo son importantes, tanto para el éxito de las próximas negociaciones como para los adelantos en las economías de estos países.
En la Ronda Uruguay a los países en desarrollo se les acordó un tratamiento especial y diferencial permitiéndoles menores rebajas a los aranceles, un período de implementación más largo y exenciones más amplias a las rebajas en la asistencia interna, que a los países desarrollados.
Existe una gran diversidad entre los países en desarrollo en su dotación de recursos, estado de desarrollo y estructuras económicas e institucionales. Muchos tienen niveles mucho más bajos de protección a la agricultura y asistencia, que los que tienen los países desarrollados, pero algunos tienen protecciones importantes.
En muchos países en desarrollo las instituciones que respaldan a mercados que funcionan en forma eficiente, tales como los derechos de propiedad transferibles y seguros y los sistemas administrativos y jurídicos que permiten disminuir el costo de las transacciones, no están adecuadamente establecidos, como sí lo están en los países desarrollados. Algunos también tienen infraestructuras inadecuadas. Algunos tienen ingresos y distribuciones de propiedad sesgados y algunos grupos en la sociedad pueden estar críticamente excluidos de los beneficios a la reforma del comercio. En tales casos, las reformas institucionales y el desarrollo de la infraestructura junto con la liberalización del comercio y las inversiones, serán necesarios para llevar a cabo su potencial de desarrollo económico y de mejoras en la riqueza que aquella puede traer consigo.
Como ya se ha discutido la protección en los países industrializados puede tener impactos económicos sumamente negativos en los países en desarrollo. La imposición de tales costos a los países en desarrollo no tiene justificación. De todos modos, debido a la creciente globalización, los costos y los riesgos de no abrir las economías están aumentando.
En las próximas negociaciones, los países en desarrollo pueden elegir enfoques que varían desde buscar la liberalización para un amplio rango de sectores que incluyen a la agricultura en los países desarrollados, y en los propios, hasta defender su propio proteccionismo y no ejercer presión sobre los países desarrollados para que liberalicen. Lo primero promete ganancias económicas para ellos así como para los países desarrollados. Lo último factiblemente traiga como resultado la reducción de las ganancias económicas tanto interna como mundialmente.
Dado que las distorsiones en el mercado debidas a las protecciones agrícolas son más grandes en los países desarrollados, la liberalización para la agricultura resultará en una reorientación de la producción agrícola hacia aquellos países en desarrollo que tengan la ventaja comparativa de convertirse en grandes exportadores. Los países en desarrollo como grupo se beneficiarían de la liberalización agrícola.
Los países en desarrollo agrícolas exportadores y aquellos que emergen como exportadores claramente se benefician de la liberalización de la agricultura. Esta situación es menos clara para los importadores de productos agrícolas dado que los precios agrícolas mundiales serían algo más altos que si no se diera la liberalización y, dependiendo del efecto que tengan en estimular la producción alimentaria interna, los pedidos de importaciones de alimentos podrían aumentar. Dado que algunos no van a tener una ventaja comparativa en la agricultura, la liberalización multilateral es importante para un amplio rango de actividades, dando a dichos países las oportunidades de beneficiarse en forma global a partir de las ganancias en el comercio de otros sectores.
El potencial principal para el crecimiento del mercado en la demanda alimentaria está en los países en desarrollo. Sin embargo, este potencial sólo podrá ser explotado con el crecimiento económico. La liberalización del comercio, y para muchos, otras reformas institucionales y el desarrollo de la infraestructura, serán pre-requisitos para lograr este potencial de crecimiento.
Comentario final
Las próximas negociaciones
de la O.M.C. representan el momento de la verdad para la reforma del comercio
multilateral en la agricultura. Se ha hecho mucho trabajo preparatorio
para acercar la agricultura realmente al sistema de comercio multilateral.
Pero ese trabajo será de valor limitado a menos que las distorsiones
del mercado en la agricultura puedan ser reducidas en forma sustantiva
hacia los niveles de otros importantes bienes transables.
Referencias
Tendencias
en las Políticas Agrícolas y el Comercio Agrícola
Internacional
en el Umbral
del Nuevo Milenio
Gerard Viatte
Director para la Alimentación,
Agricultura y Pesca, OCED, París
La OCED y la Política Agrícola
La OCED es una organización intergubernamental, que comprende 29 Países Miembros (los tres países norteamericanos, países europeos, Japón, Australia y Nueva Zelandia). Por lo tanto no es una organización universal, pero el espectro de sus miembros es suficientemente amplio como para representar las variadas situaciones económicas y políticas.
La OCED también está activamente involucrada en un diálogo con otros importantes países no-Miembros. Esto es particularmente importante en el campo de la agricultura, donde un número de actores principales no son miembros de OCED. Argentina, Brasil y Chile tienen el status de observadores en la Comisión para la Agricultura de OCED, y se han establecido varias formas de diálogo con algunos otros países, por ejemplo China, Rusia, Sud África.
Una de las características principales de la OCED es su capacidad de integrar todos los aspectos de las políticas (económicas, sociales, medio ambientales, etc.). Esto tiene especial relevancia para la política agrícola, dado que no puede ser ya más considerada en forma aislada.
El trabajo de la OCED está basado en análisis económicos llevados a cabo por el Secretariado, que orientan un debate multilateral entre los Gobiernos Miembros en un conjunto de comités y que sirven para el diálogo y para la orientación de las políticas.
En el caso de la agricultura, los Países Miembros tienen posiciones políticas muy diferentes, lo que significa que frecuentemente existen tensiones entre ellos. Sin embargo, se ha logrado cierto grado de consenso para la orientación de las políticas agrícolas, en particular en las reuniones ministeriales de la OCED.
A pesar de que la OCED es una organización
intergubernamental, se ha prestado gran atención al diálogo
con el sector privado, en particular, con el sector agro-alimentario, a
través de un grupo de organizaciones nacionales o internacionales.
Tradicionalmente ha habido contactos muy estrechos con organizaciones internacionales
granjeras, en particular IFAP, y recientemente se han estrechado los lazos
con la industria agro-alimentaria, organizaciones no gubernamentales medioambientales,
organizaciones de consumidores, etc.
La Reforma de la Política Agrícola
Los Principios de la OCED de 1987
Desde el comienzo de los años 80, la OCED ha llevado a cabo un trabajo de análisis muy intenso para demostrar la necesidad de una reforma sustancial en las políticas agrícolas. Era obvio que las políticas agrícolas tradicionales basadas en la protección a los precios y en el proteccionismo limítrofe estaban conduciendo a desequilibrios graves en los mercados internos (excedentes) y a agudas tensiones en los mercados internacionales ("guerras por el subsidio a las exportaciones"). Sobre la base de este trabajo de análisis, los Ministros de la OCED acordaron en 1987 establecer un conjunto de principios para la reforma de las políticas agrícolas, que estaba basado principalmente en el concepto de orientación de mercado. Los Ministros realizaron acuerdos sobre la base de una reducción progresiva y concertada de la protección, en particular la protección a los precios. Reconocieron, sin embargo, que podrían ser necesarias otras medidas políticas menos distorsionantes con propósitos medioambientales u otros, tales como reintegros directos. Esta decisión de la OCED de l987 fue el punto de referencia en las políticas agrícolas. Tuvo lugar prácticamente al mismo tiempo que la declaración de Punta del Este, en la que se lanzó la Ronda Uruguay de negociaciones.
La Evolución desde 1987 hasta 1998
Las políticas agrícolas efectivamente fueron reformadas en la mayoría de los países de la OCED, pero estas reformas han sido parciales y frecuentemente demasiado lentas. En una importante reunión que tuvo lugar en marzo de l998, los Ministros de Agricultura de la OCED reconocieron que "se han hecho progresos pero resta mucho por hacer".
El nivel de protección disminuyó en forma significativa entre l987 y l997. Como muestra la medición realizada por el concepto de EPP (Estimación de Protección a los Productores) desarrollado por la OCED, las protecciones bajaron del 41% al 32% del valor de producción. Sin embargo, la tendencia se ha invertido en l998 y el EPP aumentó nuevamente del 32% al 37% en un año. Efectivamente, como respuesta a las presiones sobre los ingresos agrícolas, las políticas agrícolas en l998 estuvieron marcadas en muchos de los países de la OCED por el recurso a medidas adicionales de subsidio y de protección, que no fueron consistentes con los objetivos a largo plazo de la reforma. Los acontecimientos en 1998 sugieren que las reformas de la política agrícola y la liberalización del comercio arriesgan estancarse o revertirse cuando surgen presiones del mercado.
Varios desarrollos de la política protegieron en 1998 a la agricultura de las señales del mercado: se introdujo un conjunto adicional de medidas de protección al ingreso. Aunque algunas por lo menos respetan en forma parcial el criterio operativo de transparencia, objetividad y flexibilidad adoptado por los Ministros de Agricultura de la OCED, tales medidas podrían generar expectativas de protección continuada. En respuesta a la baja en los precios de los productos básicos (commodities) y a la débil demanda en muchos de los países fuera de la OCED se aumentaron algunas tarifas elegidas en algunos países y hubo un mayor uso de los subsidios a la exportación y de los créditos. Aumentaron los stocks retenidos públicamente de productos básicos agrícolas, a pesar del uso continuado de medidas cuantitativas para controlar la producción. El agudo incremento en el nivel de protección a los productores en l997 reflejó que para muchos países las barreras comerciales impedirán que los cambios en los precios mundiales sean trasladados en forma íntegra a los mercados internos.
En términos generales, las protecciones a la agricultura se mantienen bastante altas y la OCED ha estimado que alcanzaron U$S 362 mil millones o el 1,4% del PBI de la OCED en 1998. De todas formas los promedios de la OCED esconden amplias variaciones en el nivel de protección entre los países, que abarcan un rango entre el 1% (Nueva Zelandia) hasta alrededor del 70% (Suiza, Noruega, Corea, Japón) del total de pagos agrícolas en 1998. También existen amplias variaciones entre los productos básicos, correspondiendo al azúcar, la leche y el arroz el registro de los niveles más altos de protección.
Un desarrollo generalmente positivo es que la cuota de pagos directos en el total de protecciones ha aumentado, aunque las protecciones al precio de mercado aún superan el 65% del total de protecciones. Los pagos presupuestarios asociados a los productos básicos (commodities) ascendieron a más del 15% en 1998, mientras la protección que puede ser considerada ciento por ciento no asociada a la producción representó alrededor del 20%.
La Nueva Problemática en la Política Agrícola
La reunión de Ministros de Agricultura de la OCED de marzo de 1998 (la primera que se realizó desde 1992) proveyó de una oportunidad internacional única para evaluar el progreso en la reforma de la política agrícola y para dar directivas futuras. Los Ministros de la OCED formalmente acordaron un conjunto de objetivos compartidos para las políticas agrícolas futuras. Como se ha especificado en el Comunicado Ministerial, hubo amplio consenso en que los Gobiernos Miembros de la OCED proveyeran el marco adecuado para asegurar que el sector agro-alimentario:
A primera vista los objetivos mencionados anteriormente parecen muy amplios y potencialmente en contradicción unos con otros. De hecho el reto de la política es fortalecer las complementariedades intrínsecas entre los objetivos compartidos, y con ello permitir a la agricultura que manifieste su carácter multifuncional en una forma transparente, orientada y eficiente. El reto al perseguir los objetivos compartidos es utilizar un rango de medidas de política bien orientadas y enfoques que puedan asegurar que la preocupación creciente con respecto a la salud alimentaria, seguridad alimentaria, a la protección del medio ambiente y la viabilidad de las áreas rurales pueden obtenerse mediante formas que maximicen los beneficios, sean más eficientes en costos, y eviten la distorsión de la producción y el comercio.
Criterios Operativos para la Política Agrícola
No es suficiente obtener un acuerdo sobre los objetivos básicos de la política agrícola. También es esencial acordar sobre algunas condiciones básicas para la implementación práctica de las políticas agrícolas. Los Ministros de la OCED acordaron entonces sobre un conjunto de criterios operativos para las medidas de política que se aplicarían tanto en los contextos interno como internacional. Conforme este acuerdo de los Ministros de Agricultura de la OCED, las características de las políticas serían:
Política Comercial
Agrícola
El Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre Agricultura (ARUA)
Se han dedicado muchos análisis al ARUA, incluso por la OCED, en particular la de un Taller de la OCED, que tuvo lugar en octubre de 1998 sobre Asuntos Emergentes en el Comercio Agrícola.
No hay duda de que el ARUA representa un avance sistématico en las políticas agrícolas internacionales, ya que la agricultura fue incluida por primera vez en un acuerdo internacional del GATT. Este resultado positivo es la consecuencia de la presión política de los países exportadores y del realismo político de algunos otros. También pudo ser posible debido a que se habían desarrollado las herramientas de negociación necesarias, tales como la estructura de tarifas y la MAP (Medida Agregada de Protecciones) que derivó del concepto EPP desarrollado y aplicado por la OCED desde mediados de los ‘80s.
Otro elemento positivo del ARUA es el reconocimiento de que las políticas comerciales agrícolas no pueden estar aisladas de las políticas internas. La complementariedad entre los "tres pilares" del ARUA (acceso al mercado, subsidios a la exportación, protecciones internas) representa, por lo tanto, un desarrollo significativo en el pensamiento sobre las políticas agrícolas.
Sin embargo, el ARUA ha tenido un impacto bastante limitado en los últimos años. Debido a que los mercados agrícolas han sido algo inestables en los primeros años de implementación, las disciplinas sobre la reducción de subsidios a las exportaciones no eran realmente necesarias.
Las Limitaciones del ARUA
A pesar de este progreso conceptual, el ARUA ha mostrado una serie de limitaciones.
Para muchos países y productos básicos las tarifas de importación siguen siendo muy importantes. En promedio, para los bienes agrícolas las tarifas continúan en el nivel del 40%, comparado con el nivel del 5 al 10% para otros productos. Para un conjunto de productos básicos agrícolas las tarifas siguen siendo altamente prohibitivas, en muchos casos por encima del 200% (por ejemplo, en Canadá para la lechería, en los Estados Unidos para el azúcar y la lechería, en la Unión Europea para el azúcar y la lechería también, en Japón para cereales, el azúcar y la lechería). También han surgido dificultades en la administración de la cuota de las tasas de las tarifas. Es más, aún existe un marcado proceso de escalas en las tarifas que penaliza los productos agrícolas procesados.
Los compromisos sobre la reducción
de protecciones internas en general no han tenido impacto en las políticas
agrícolas. Para la mayoría de los países el nivel
de protecciones está significativamente por debajo de los acuerdos
MAP, ya que estos acuerdos fueron hechos sobre un período base relativamente
viejo (1986-1988). En la mayoría de los países el proteccionismo
real ya había sido reducido entre el período base y la entrada
en vigencia del ARUA en 1995. Es más, los compromisos MAP están
asociados al total de las protecciones internas y no son específicos
por productos. Finalmente, las excepciones contenidas en la "caja verde"
y en la "caja azul" dejan mucho espacio para maniobrar.
La Agenda para la Próxima Ronda de la Organización Mundial del Comercio (OMC)
Cualesquiera sean las decisiones que se tome respecto de la Ronda del Milenio en la Conferencia Ministerial de la OMC en Seattle, es claro que será necesario realizar negociaciones sobre la agricultura como parte de la "agenda estructurada". Efectivamente, el artículo 20 del ARUA establece que las negociaciones para continuar el proceso de reforma se iniciarán un año antes del fin del período de implementación.
Y el contenido más obvio de estas negociaciones será ampliar los compromisos sobre los tres pilares. Definitivamente será necesario extender la reducción tarifaria y, en particular, corregir las asimetrías que resultan de algunos de los picos en las tarifas. También será importante rever la definición e implementación de las cuotas de las tasas de las tarifas.
Respecto de los subsidios a las exportaciones, ampliamente se reconoce que continúan constituyendo una fuente importante de distorsiones en los mercados agrícolas internacionales, en particular en la actual situación de bajos precios internacionales. Se han hecho propuestas para eliminar completamente los subsidios a las exportaciones y constituyen una señal interesante para las negociaciones futuras.
En el área de las protecciones internas, la atención se centrará en las excepciones actuales cubiertas por la "caja azul" y la "caja verde". La cuestión se suscitaría sobre si las medidas clasificadas en la caja verde no son realmente distorsionantes de la producción y del comercio. En forma más general, toda la cuestión de los pagos directos será un asunto central para la política agrícola futura, aun desde el punto de vista interno. Cada vez más, se otorgan pagos directos con un objetivo medio ambiental y será necesario evaluar si realmente se están alcanzando estos objetivos ambientales, es decir, si los pagos directos son "doblemente verdes".
Dependiendo de las decisiones que
se tomen en Seattle, las negociaciones agrícolas también
deberán tomar en cuenta algunos aspectos generales, tales como el
medio
ambiente, la salud alimentaria, la política de competencia,
etc. En todos estos campos, el sector agrícola es uno de los afectados
en forma más directa y uno sobre el cual los gobiernos y los ciudadanos
son más sensibles.
El Pronóstico a Mediano Plazo de los Mercados Agrícolas
Los desarrollos de las políticas agrícolas, tanto en el nivel nacional como en el internacional, también sufrirán influencias por la evolución de los mercados.
La situación del mercado mundial en 1998 estaba caracterizada por un récord en la baja de los precios de muchos productos primarios (commodities). Aunque la crisis económica en el sudeste de Asia y Rusia ciertamente han tenido un efecto depresivo en los mercados mundiales, la tendencia a la baja en los precios mundiales fue también debido a una reacción normal de la oferta a los precios muy altos –a veces precios récord- que se registraron a mediados de los ‘90s. La severidad en la declinación de los precios en 1998 es el resultado de la combinación de una disminución significativa en la demanda de importación por los países golpeados por las crisis económicas, por un lado, y por el incremento en la oferta en los países de la OCED y otros países exportadores.
La más reciente Perspectiva Agrícola de la OCED, publicada en marzo de 1999 y que abarca hasta el 2004, predice que la situación del mercado mejorará en forma progresiva, al tiempo que ocurren ajustes en la oferta en los países de la OCED y si se confirma la recuperación en alguno de los países golpeados por la crisis económica. Sin embargo, aun cuando se cumplieran estas dos condiciones, el pronóstico es de aumentos más moderados en los precios y en el comercio que los proyectados uno o dos años atrás en la Perspectiva Agrícola de la OCED, particularmente para el año 2000.
En cualquier caso, esta recuperación esperada presupondría que los gobiernos no incrementen su intervención en el mercado con medidas que impidan o retarden el reajuste de la producción requerido dado los actuales precios no lucrativos. Al respecto un factor clave es la existencia de restricciones más fuertes en el uso de medidas de asistencia a las exportaciones.
La esperada recuperación sería impulsada principalmente por la vuelta al crecimiento de las regiones fuera de la OCED (proyectado 3.8% en el 2000 y alrededor del 4.5% para el resto del período hasta el 2004). Esto implicaría mayores requerimientos de importación, provistos fundamentalmente por los países de la OCED y algunos países no pertenecientes a la OCED, tales como Argentina (la cual expandiría sus exportaciones a una tasa superior a la de los exportadores de la OCED). En comparación con el promedio del período 1993-97, el máximo crecimiento proyectado en las exportaciones netas del área de la OCED se encuentra en las carnes, donde el cerdo y las aves de corral muestran las ganancias más altas para el 2004 debido a la creciente competencia de precios comparado con otras carnes. El incremento proyectado para las exportaciones netas de cereales es del 17%, con cargamentos mayores de granos brutos que explican buena parte del incremento.
Bajo los supuestos arriba mencionados, los precios mundiales del maíz y el trigo se fortalecerán cerca de los U$S 120 y U$S 153 por tonelada respectivamente, hacia el 2004. Estos precios serán levemente inferiores al promedio de 1993-97. Las exportaciones de cereales por los países de la OCED a los de regiones fuera de la OCED se incrementarán cerca del 10% para el trigo llegando a ser de alrededor de 91 mt, y más del 12% para los granos en bruto a unas 83 mt en el 2004, comparado con 1993-97. La participación en el mercado cerealero internacional de los Estados Unidos, Australia y Argentina aumentará, mientras que la de Canadá y la Unión Europea declinará, con referencia al promedio de 1993-97.
Para la carne bovina, el fin del ascenso en el ciclo ganadero norteamericano determinará el comienzo del crecimiento de la producción en Oceanía. Junto con el incremento de la demanda más adelante en el período de pronóstico, particularmente a medida que la economía coreana se recupere y abra las importaciones de carne bovina, esta situación resultará en un incremento de más de un 25% en el precio de las carnes bovinas en el mercado del Pacífico entre 1998 y el 2004.
La situación de corto plazo en la Unión Europea estará caracterizada por una fase descendente cíclica en la producción, ampliada por las medidas del BSE que reducen los stocks. Sin embargo, más allá del 2000 los stocks de carne bovina tenderán a subir nuevamente. Se espera que los precios del ganado en los países del Mercosur sufran un brusco descenso en el corto plazo, ya que la producción general oscila hacia arriba en esta fase de demanda brasileña débil. Esto será seguido de una modesta recuperación hacia el 2004.
Las carnes de aves de corral continuarán aumentando su participación en el mercado cárnico, con algunas excepciones, tales como Japón y Corea. Mientras las exportaciones netas en la OCED de carne de cerdo y aves de corral continuarán incrementándose, se esperan pocos cambios en las exportaciones netas de carne bovina en la OCED, y la de carne ovina continuará declinando.
Sin embargo, estos resultados dependen de los supuestos de crecimiento económico en los países fuera de la OCED que se mencionaron anteriormente, que presumen un progresivo retorno a tasas de crecimiento similares a las que se dieron antes de 1997. Pero si se diera una recesión más amplia y profunda en los países fuera de la OCED, el impacto en los mercados mundiales de productos básicos sería significativo. Este sería el caso particularmente en los últimos años del período del pronóstico, dado que los incrementos renovados proyectados de la oferta encontrarían una demanda débil. Si la tasa de crecimiento de las economías en los países fuera de la OCED fuera un 1% por debajo de las tasas supuestas para el período 1999-2000, los precios mundiales promedio durante esos años serían entre un 0,5% y un 2% por debajo de lo que ahora se proyecta, dependiendo del producto.
Conclusiones
Las políticas agrícolas están efectivamente atravesando tiempos de transición. Si bien se ha logrado algún progreso durante los últimos 10 años, ciertamente se requieren reformas ulteriores.
1. Los primeros retos para los gobiernos y para la comunidad internacional son asegurar que la agricultura se torne más orientada al mercado, menos distorsionada por la intervención estatal, y que al mismo tiempo logre el objetivo de eficiencia económica y sustentabilidad; dos objetivos que requieren ser conciliados.
2. Las políticas agrícolas tendrán que integrarse más con otras políticas, en particular, en relación con el comercio, el medio ambiente, el desarrollo rural, etc. Uno puede aún preguntarse si realmente existirá una política agrícola per se en 10 o 20 años. De todos modos, la política agrícola deberá ser fundamentalmente distinta de la actual. El sector agro-alimentario progresivamente será afectado por otras políticas y menos por medidas de política agrícola tradicionales.
3. La política interna agrícola estará determinada cada vez más por los acuerdos internacionales, tanto multilaterales (OMC) como regionales (ALCA, Mercosur).
4. Estos desarrollos requerirán
un
nuevo proceso de elaboración e implementación de la política
agrícola y, más especialmente, nuevas instituciones que
provean un marco para el diálogo entre los gobiernos y todos los
grupos involucrados (no solamente asociaciones de productores, sino también
consumidores, científicos, medioambientalistas, etc.). El proceso
parlamentario deberá reconocer el creciente número de participantes
en juego en la política agrícola y las crecientes interrelaciones
entre la política agrícola y otras políticas.
Bibliografía seleccionada reciente de la OCED
Gary Smith, Ph.D.
Departamento de Ciencias Animales
– Universidad Estatal de Colorado, EE.UU.
Los conceptos de trazabilidad, rastreo y verificación de fuente significan simplemente la capacidad de rastrear a los animales a través del sistema de producción, tan atrás como sea necesario ir, a fin de identificar en ese sistema a los animales individuales y a su carne. Se hace esto principalmente por razones de seguridad de la carne, tanto desde el punto de vista químico como microbiológico.
Se trata, de hecho, de una espada de doble filo porque existirán recompensas para el productor que generó un producto superior, pero también habrá castigos para aquel en cuya carne se detecten residuos químicos o bacterias nocivas.
En los Estados Unidos los productores están preocupados por el rastreo, la trazabilidad, la verificación de fuente; desean las recompensas, temen los castigos.
Recientemente asistí al Congreso Mundial de Carnes en Dublín, Irlanda, y en representación de los Estados Unidos, identifiqué aquellos factores que son importantes para nosotros y orientan la demanda de carne bobina. Había allí otros representantes de la Unión Europea, de la Argentina, de Nueva Zelanda y de Australia, quienes representando a sus países decían: Estas son las cosas que son importantes para nosotros, a fin de que podamos vender carne bobina.
Hay dos lugares en el mundo donde existe gran preocupación por el bienestar animal, dos partes del mundo donde se preocupan mucho por el medio ambiente y dos partes donde se preocupan por los organismos genéticamente modificados. Así, esos son los orientadores de la demanda en la Unión Europea y Nueva Zelandia. Actualmente no hay orientadores de demanda en la Argentina ni en los Estados Unidos, pero va a haber.
Algunos clientes muestran su insatisfacción frente a compañías que no pueden rastrear a los animales, que dañan el medio ambiente y que manejan mal o maltratan a los animales, no comprando sus productos.
Así que en los Estados Unidos decimos que dado que mundialmente existe la preocupación respecto de estos temas, hemos de hacerlo. Deberemos seguir el liderazgo de países que desean que se rastree los animales. La Unión Europea se preocupa por el rastreo, Nueva Zelanda desea que se rastreen, el Canadá desea que se identifiquen en forma individual los animales. Existen también dos lugares en el mundo donde el bienestar animal es una preocupación: uno es el Reino Unido donde existen supermercados llamados TESCO (ellos garantizan el bienestar animal y un manejo y tratamiento adecuados de los animales que producen la carne que venden en sus comercios).
Uno de mis colegas de la Universidad de Colorado, el Dr. Temple Grandin, viaja por todo el mundo para la corporación Mc Donald’s a fin de asegurarse que las gallinas que ponen los huevos, las gallinas que son usadas para proveer los productos avícolas, las vacas que producen la leche y los novillos que producen la carne que se vende en la cadena Mc Donald’s, son tratados en forma humana.
De modo que si estas cosas están aconteciendo globalmente o en el mundo, deberemos cumplir con estos aspectos en los Estados Unidos para tener clientes contentos. Si queremos clientes en el largo plazo, deberemos tener clientes contentos en el corto plazo.
Ahora bien, esto implica hacer selección genética, e implica realizar un correcto manejo y gestión de los animales, implica preocuparnos por el medio ambiente y por el bienestar animal. Deberemos mirar cuidadosamente cuánto podemos usar de ingeniería genética. ¿Podemos usar transgénicos? Tal vez no.
¿Podemos usar maíz transgénico? Tal vez no. ¿Podemos usar soja transgénica? Quizá no. Porque debemos, de hecho, estar orientados hacia el consumidor. Y para estar orientados al consumidor debemos, hemos de cumplir, con lo que denominamos la garantía del consumidor. Decimos en los Estados Unidos que hemos de proveer a los consumidores internos e internacionales con productos que son seguros desde el punto de vista bacteriológico y químico, que son sanos, que son de primera calidad, que consistentemente son apetitosos, y debemos hacer esto sin comprometer al medio ambiente o al bienestar del animal.
Llamo a la última parte de esta aseveración la "Parte 7 de la garantía del consumidor": que no comprometemos el bienestar del animal o del medio ambiente. ¿Cómo vamos a hacer esto?.
En parte, a través del rastreo y de la identificación individual del animal, a través de nuestra preocupación por el bienestar animal y asegurándonos que tratamos al entorno de la forma correcta. El aire, las partículas en el aire, el metano en la atmósfera, el agua del suelo, los olores, las vistas, los sonidos, podrían ser factores que hagan que nuestros consumidores no deseen comer nuestros productos.
Tengo un amigo, el Dr. Russell Cross, que era el responsable del Servicio de Seguridad e Inspección para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y ex-presidente de la compañía llamada Red de Seguridad Alimentaria. Él dio una charla en 1998 en el simposio Internacional de Ganado en Houston, Texas, donde dijo: "¿Deberemos de hecho tener que identificar a los animales en forma individual? ¿Deberemos rastrearlos?". Y dijo: Primeramente, hay dos grupos que nos van a hacer rastrear a los animales: el gobierno y los consumidores. Y expresó:
La razón por la cual deberemos hacer esto es porque existe preocupación por la sanidad alimentaria. Comentó que la necesidad de identificar a los animales individualmente en Europa radica en que se dio la enfermedad de la vaca loca (E.E.B.) y su conexión con su nueva variante (C.J.D.). Murió gente en Europa porque comieron carne bobina de animales que tenían la enfermedad de la vaca loca. El Dr. Cross dice: En Europa desean identificar en forma individual a los animales porque los consumidores temen contagiarse con C.J.D. por comer carne bobina de animales que tienen la enfermedad de la vaca loca.
Esto crea una excelente oportunidad para que el Reino Unido y la Unión Europea digan: Esta es una forma efectiva de mantener a las carnes norteamericanas fuera de nuestra oferta. Si continuamos perdiendo en las disposiciones de la O.M.C. respecto de la prohibición de las hormonas, entonces usaremos a la identificación individual de animales (rastreo, trazabilidad, verificación de fuente) como la próxima barrera comercial no arancelaria para impedir que la carne bobina norteamericana entre en Europa.
He hablado en los últimos dos días con dos caballeros que estuvieron en el programa anoche y me dijeron: la identificación individual de los animales, el rastreo, la trazabilidad, van a ser usados también para excluir a las carnes bobinas de otras partes del mundo. Así que para asegurarse el acceso al mercado usarán los requerimientos de cumplimiento con las normas de la Comunidad Europea.
Conforme lo acordado en los acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT, la Unión Europea no puede exigir ningún requerimiento fitosanitario con el cual ellos mismos no cumplan. Por tanto, nosotros, en los Estados Unidos, Ustedes en Uruguay y el Mercosur, deberemos hacer lo mismo que hacen ellos respecto del rastreo, o nos mantendrán fuera de ese mercado, y la O.M.C. va a respaldar eso, ayudará a mantenernos fuera del mercado si no cumplimos con los requerimientos de rastreo.
¿Por qué necesitamos la trazabilidad? He identificado varias razones que se me ocurren para que sea necesario rastrear los animales, y buena parte de ellas refieren a la calidad de la carne que es producida por ese animal.
Primeramente, ¿por qué rastrear? ¿Para determinar a quién pertenece el animal? ¿Qué productor o ranchero lo produjo?
Segundo: ¿Quiénes eran los progenitores del animal, quiénes fueron su padre y su madre? Digamos que la carne de un productor no tiene buen sabor. Queremos saber cuál de los animales la produjo. Queremos saber qué animal produjo la carne dura a fin de que no produzcamos más animales como ese. Por tanto, deberemos rastrear hacia atrás para averiguar cuáles animales producen carne bobina no apetitosa.
¿Qué ocurriría si un producto cárnico tuviera una bacteria nociva en él? Si tuviera E-coli 0157:H7 en ella, ¿podríamos usarla con propósitos de sanidad cárnica? ¿Podríamos usarla para rastrear aquellos productores que tienen un problema de sanidad? Y, finalmente, el rastreo es importante cuando se usa en programas de carnes con marca: La carne Angus certificada, la carne Hereford certificada, la carne Laura magra y la carne natural Coleman son programas de carne bobina en nuestro país.
¿Por qué necesitamos rastrear hacia atrás? Para asegurar que tenemos controlado el proceso. Si podemos controlar el proceso que obtiene esos productos, queremos poder rastrear hasta los animales individuales. Podemos rastrear grupos de animales usando un proceso común.
La segunda cosa que está ocurriendo en nuestro país, y creo que también en el de Ustedes, es que históricamente hemos elegido los stocks de semillas y, en consecuencia, hemos producido lo que los productores pensaron que era mejor para ellos. La filosofía ha sido: produzcamos lo que deseamos producir, y el consumidor estará feliz. Esto no es cierto.
En 1999, no podemos estar "orientados a la producción". Debemos, de hecho, estar orientados al consumo. Debemos comenzar con lo que el consumidor quiere e ir hacia atrás en el sistema, haciendo en cada paso lo que sea necesario para producir el producto que los consumidores desean, el que están dispuestos a comprar, por el cual pagarían un premio o al cual serían fieles.
Hacer eso es estar "orientado al consumidor". En algunos países europeos, estar orientado al consumidor significa permitir que los consumidores miren una porción de carne en el supermercado y luego (por televisión o escribiéndolo en un cartel) permitir que el consumidor vea una foto de la familia que la produjo, o puede haber una foto en el paquete; a esto le denominamos verificación de fuente, eso es rastrear, eso es trazabilidad. Pero para lograr el rastreo, no se requiere que se realice la verificación de fuente, el seguimiento de un animal individualmente a través del sistema; creo que puede ser un grupo de animales producido por gente que tiene el control sobre ese sistema de producción.
En los Estados Unidos discutimos qué queremos rastrear, pero queremos rastrear grupos de animales. Lo que los productores de ganado desearían lograr en la ronda Seattle del Gatt es que la Unión Europea nos permita identificar grupos de animales que provienen de un mismo origen. Después de todo, ¿qué diferencia haría saber cuál animal está implicado en una situación de rastreo, mientras sepamos dónde se originó el grupo de animales, cómo fueron tratados y si pueden poner en peligro la salud del consumidor o no?
Con respecto a la implementación de la trazabilidad, ¿cómo van a hacerlo los productores? Pueden hacerlo de muchas maneras. Pueden marcar los cuernos, marcar el cuero, o pueden usar caravanas (los marcadores metálicos cuestan 10 centavos en los Estados Unidos, o marcadores plásticos que cuestan un dólar, o marcadores electrónicos que se venden por U$S 1,75 a U$S 6). O también los productores podrían usar el "escaneo" de las retinas o el sistema de posicionamiento global (GPS).
En Australia los productores ponen un pequeño marcador alrededor de la cola del ganado cuando lo envían al mercado (es un pequeño pedazo de papel similar al marcador que se pone en las valijas en los aeropuertos). A medida que el ganado pasa por el mercado se le ponen marcadores en las colas que identifican, verifican la fuente, cuentan a los compradores de dónde proviene el animal.
Podemos mantener la identidad individual de un animal fácilmente hasta el punto de marcar la carcaza, hasta el punto en el que decidimos cuáles son los factores de gordura, musculatura y calidad de la carcaza, pero existen verdaderas dificultades si se continúa más allá de la carcaza.
¿Cómo podemos mantener la pista de los animales? Podemos usar caravanas en la oreja; puede tratarse de algo tan simple como un marcador metálico o plástico, o puede ser un identificador electrónico. Podemos transferir ese número electrónicamente o podemos poner un marcador con código de barras sobre la carcaza, lo cual nos permitirá usar ese número para correlacionar al animal vivo con la carcaza a través del proceso de clasificación y fabricación.
Se hace mucho más difícil seguir las carcazas de los animales y de los cortes cuando se corta la carcaza en trozos, y aún más difícil cuando se muelen las partes de la carcaza en pequeños pedazos. Pero podemos seguir el rastro del ganado y de las carcazas simplemente verificando las caravanas en la oreja y escribiendo los números en papel.
Si se ponen identificadores electrónicos en la oreja del animal, se puede usar un aparato (transponder) que lee el número del marcador electrónico y lo correlaciona con el número en la carcaza y en el carro transportador. Estos carros transportadores tienen una serie de agujeros con una forma única, de forma tal que donde quiera que vaya la carcaza suspendida en el transportador por la fábrica, se la puede rastrear. El rastreo por transportador está instalado en dos tercios de las plantas de los Estados Unidos.
Una vez que la carcaza se convierte en bifes, lomos, asados, o materia prima para la carne picada, tenemos grandes dificultades para rastrear estas partes cuando las plantas industriales son muy grandes.
Las mayores plantas de almacenado de carne bobina en los Estados Unidos cortan 450 carcazas por hora, 5900 carcazas por día. ¿Pueden imaginarse tratar de rastrear cada pedacito de grasa o músculo de cada uno de esos animales? Esto requeriría una gran cantidad de marcadores, y en algunos casos el marcador sería más grande que el pedacito de carne que estaría rastreando.
La trazabilidad puede ser útil para retroalimentar la palatabilidad de la carne. Esta implica el aroma, la jugosidad y la ternura de la carne cocida. ¿Podemos hacer esto? ¿Tenemos que hacer esto? Hay gente que piensa que todo bife vendido en un restaurante debe tener un número en él, a fin de que si el consumidor lo come y no le gusta, el propietario puede decir: Ahaa!! Gary Smith produjo esa carne. Vamos a hacerle pagar por esa carne dura. Esto es ridículo, porque si queremos mejorar el sabor, la jugosidad y la ternura de la carne, debemos hacerlo a partir de la selección genética. Podemos tomar la progenie de un toro, quitarle un pequeño bife, cocinarlo, medirlo con máquinas o por paneles de degustación entrenados e identificar la genética de los animales productores de carne que deseamos producir la próxima generación.
Existen pocas razones para rastrear la fuente de la carne de un animal individualmente cuando se trata de corregir los problemas de palatabilidad. Los productores deberían lograr el control del proceso a partir de la genética y nunca producir carne de ganado que no dé productos que satisfagan a aquellos que la comen. En los Estados Unidos quisiéramos garantizar que toda experiencia de consumo de carne fuera positiva. Queremos que el consumidor esté contento con cada experiencia degustativa; pero a menos que podamos controlar genéticamente la palatabilidad nunca podremos lograr eso. La cantidad de compradores individuales de carne que en un supermercado obtienen partes de la carcaza de un único animal es 542. Debemos encontrar las carcazas de aquellos animales que podrían producir carne insatisfactoria antes de que sus cortes lleguen al sistema de mercado.
No podemos permitirnos desilusionar a 542 clientes individuales; por tanto, deberemos controlar genéticamente la palatabilidad de la carne, y no esperar a que la carne dura sea encontrada en el mercado y luego rastrearla hasta su fuente. No queremos que 542 personas que se molestaron por lo que comieron, encuentren y culpen a la gente que produjo esa carne inadecuada al paladar. En cambio, lo haremos seleccionando aquellos animales cuya carne no es dura, y entonces, esos problemas no ocurrirán.
El significado de esta última afirmación es que los productores de carne deberían tratar de efectuar la selección para lograr animales cuya carne no sea dura. Los productores no deberían tratar de encontrar aquellos que son excepcionalmente tiernos, porque eso es mucho más difícil de hacer.
Lo que deseamos hacer es encontrar a antecesores de la progenie que produce carne dura y eliminarlos. Si esto se hace, el promedio de palatabilidad de la carne mejorará y tendremos menos clientes insatisfechos.
La trazabilidad es importante para asegurar la sanidad en la carne. Si la carne que tiene residuos no permitidos de una sustancia química puede ser encontrada suficientemente rápido, podrá ser rastreada hasta el animal y a la granja/rancho. La industria norteamericana hace esto, por ejemplo, con los residuos de los antibióticos, y yo estoy seguro que la industria uruguaya también lo hace. En los Estados Unidos verificamos la orina o las muestras de riñón usando una prueba "S.T.O.P." o una prueba "F.A.S.T.". En la prueba S.T.O.P. tomamos un hisopo, lo frotamos alrededor del riñón, lo colocamos en una bandeja y determinamos si el animal tenía residuos de antibióticos en sus fluidos corporales cuando el animal fue sacrificado.
Es más difícil rastrear el origen de una bacteria fotogénica hasta el animal o la granja. Si una carcaza estuviera contaminada por baterias y otra no lo estuviera, ¿podría aseverarse que la diferencia era debida a la presencia o ausencia de bacterias en dos animales vivos?
Si la carcaza estuviera limpia (no tuviera bacterias), y una trabajadora la tocara y le dejara bacterias, ¿de quién sería la culpa porque la obrera no se lavó las manos? ¿Del productor o de la trabajadora? Ese es el problema con las bacterias; no podemos decir que porque un bife está contaminado fue culpa del productor simplemente debido a que esa persona crió al animal.
Existe demasiada cantidad de orígenes de bacterias; hay mucha contaminación en el aire y en el agua, y aquella debida a la contaminación recíproca de la carne en contacto con otra carne. Por tanto, no es posible buscar las bacterias en el mercado, y culpar de su presencia al productor de ganado. Esto no debe ocurrir, no debe hacerse. Ocurren demasiadas cosas entre la producción y el consumo que pueden causar que existan gérmenes en el producto final.
Entonces, ¿qué deben hacer los productores? Remitir los animales tan limpios como puedan, hacer que el empaquetador sea limpio, hacer que el detallista sea limpio, hacer que la gente que cocina sea limpia, para que le llegue al consumidor limpia.
Si deseamos verificar una cepa o serotipo específico de un germen, la única forma segura de hacerlo es a partir de la impresión digital del ADN o del autoanálisis de anticuerpos; estos dos métodos identifican en forma única a animales individuales y a las cepas de gérmenes. El costo de la impresión digital del ADN es alto pero es un método seguro para identificar las bacterias. Si deseamos identificar específicamente a un animal individual, lo haríamos con la impresión digital del ADN o con el autoanálisis de anticuerpos.
Podemos producir carne bobina bacteriológicamente sana si todos aquellos que intervienen en la secuencia de producción, empacado y venta al detalle hacen su parte. El Programa de Aseguramiento de la Calidad para la Carne Bobina de la Asociación Nacional de Productores de Carne Bobina en los Estados Unidos está tratando de enseñar a todos que realicen su parte para mantener segura la carne.
Se acaba de terminar un estudio en la Universidad del Estado de Colorado en el cual fuimos a 5 ciudades de los Estados Unidos e interceptamos a personas que estaban comprando carne en comercios minoristas. Nos dirigimos a ellos y les dijimos: "Hola. Soy Gary Smith de la Universidad del Estado de Colorado. Queremos saber si la mayoría de la gente lleva la carne a su casa y la coloca en el freezer o en la heladera. Podría llevarse esta tarjeta, que ya tiene la dirección impresa (dirigida a nosotros en la U.E.C.) y que ya tiene sello del correo, y cuando llegue a su casa escriba a qué hora pone el paquete de carne en el freezer o en la heladera". Por supuesto, lo que realmente queríamos saber era cuánto tiempo tardaba el cliente en llegar a su casa y poner la carne en cualquier lugar frío. Un tercio de los 2500 compradores de carne a los que accedimos en las 5 diferentes ciudades de los Estados Unidos tardó más de 2 horas en llevar la carne a su casa y enfriarla.
¿Por qué importa cuánto tiempo tarde en enfriar o congelar la carne después de comprarla? Porque si estuviera contaminada y el comprador la coloca en su auto, y en el ambiente exterior la temperatura es 93 grados F, los microbios aumentarán su número dramáticamente. Dentro del auto la temperatura sería de 120ºF en 20 minutos y de 140ºF en 40 minutos. Dado que el intervalo de generación del E.coli 0157:H7 es de 17 minutos en temperaturas ambientes altas, 10 bacterias originales serían 1280 bacterias en dos horas. Por tanto, los consumidores deben hacer su parte. Deben manejar el producto con cuidado luego de comprarlo. Esto es lo que la industria norteamericana está tratando de hacer en los programas de aseguramiento de calidad de la carne bobina (B.Q.A.): hacer que todos aquellos que estén involucrados sepan exactamente cuál es su rol en hacer segura la carne y mantenerla.
Podemos identificar los problemas químicos y los problemas bacteriológicos, para animales individuales ya sea usando su secuencia en el matadero (para animales solos) o el turno en el que se procesan (para grupos de animales), a fin de permitir la identificación de los animales que puedan presentar riesgos sanitarios en su carne.
La impresión del ADN puede ser usada para identificar en forma única a los animales. El autoanálisis de anticuerpos también puede ser usado para identificar animales en forma única. Hay productores que usan ambos métodos en los Estados Unidos para rastrear animales. Y esos dos métodos permitirán una identificación única de animales individuales con propósitos de rastreo.
En los programas de carne bobina con marca, lo que intentamos hacer es procesar suficientes animales de una sola vez en un día de procesamiento de planta. Mantenemos esos animales y carcazas juntos, como grupo, los sacrificamos juntos, los industrializamos juntos, los empacamos juntos y garantizamos que son de un mismo tipo porque fueron mantenidos juntos durante todo el proceso.
Si los animales no son procesados al comienzo de un día de operación de la planta (comenzando cuando todo está limpio y en condiciones sanitarias), deberíamos poder limpiar entre turnos, para poder asegurar fehacientemente que no hemos introducido contaminación cruzada de bacterias. Por tanto, si el procesamiento se realiza durante un día de trabajo deberemos limpiar completamente la planta, usar diferentes moledoras, tener más gente y perder más tiempo identificando cosas; pero podemos hacerlo, de hecho, para asegurar la integridad del producto de los programas de carne bobina con marca.
De entre los programas de carne bobina con marca en los Estados Unidos, existen 35 de ellos que han sido aprobados y son monitoreados por la U.S.D.A.; uno se llama "Suprema Alianza de la Granja", el cual es propiedad de la cuarta mayor compañía de empaque de los Estados Unidos, National Beef (Carne Bobina Nacional), y que promueve, como su programa de carnes con marca más exitoso, al de carne de buena calidad de origen Angus. Procesan ganado que cumpla con los requisitos del programa en forma conjunta, los industrializan juntos, los mantienen separados y los venden como tales. Existen otros programas a cargo de asociaciones de productores, uno identificado con la carne Hereford. En estos programas el productor lleva a sus animales a un lote de cría que es acreditado por la Asociación Americana Hereford. Se los alimenta allí y cuando están listos para ser procesados son llevados a la Compañía de Carnes Nebraska en Omaha, Nebraska. Esa planta procesa la carne Hereford certificada y envía el producto a los restaurantes y supermercados.
La ventaja de la Alianza para la Carne Hereford Certificada (dicho sea de paso, el Programa de Carne Hereford Certificada fue calificado en el tercer lugar del ranking de programas de carne certificada en Norteamérica el año pasado a partir de un estudio realizado por la Universidad del Estado de Oklahoma), el beneficio para un productor en comparación con otras alianzas/sociedades, es en el repago financiero; para cada novillo/vaquillona que cumplió con los estándares del programa de carne Hereford certificada el año pasado el productor recibió un premio en dólares.
Existen otros programas de carne con marca en Estados Unidos que son dirigidos por personas. Uno de ellos está dirigido por una señora llamada Laura Freeman quien vende "la Carne Magra de Laura". La "Carne Magra de Laura" es un producto natural que ha sido seleccionado para ser magro y en cuya producción no utilizan promotores de crecimiento ni antibióticos. En todos los programas de carnes con marca el rastreo es muy importante; debe ser hecho y debe ser controlado. El rastreo de la "Carne Magra de Laura" se hace por grupos, por lotes, a fin de lograr la trazabilidad.
¿Sería imposible para nosotros en los Estados Unidos rastrear cortes por individuo? No, no lo sería. Podríamos hacerlo. Para ello, debemos ir muy lentamente, deberíamos tener muchos más trabajadores, deberíamos tener muchas más caravanas con códigos de barras; realmente deberíamos enlentecer lo que hacemos, pero podríamos hacerlo, excepto para los huesos y la carne picada. Realmente no podríamos mantener la pista de los cortes a menos que lo hiciéramos procesando un lote de ganado por vez (un grupo de animales al mismo tiempo). Pero, en las circunstancias presentes, en las plantas norteamericanas, simplemente no hay forma de que efectivamente podamos hacer eso a la velocidad y con el personal que actualmente usan nuestras instalaciones.
En Francia, tienen plantas muy pequeñas y usan 9 personas para cortar una sola carcaza. Ponen todas las partes en un container individual; pueden hacer esto porque van despacio. Nosotros no podríamos hacerlo a menos que cambiáramos completamente la forma en que hacemos las cosas, y tengo entendido que Uds. en el Uruguay tampoco podrían.
En Irlanda, están usando etiquetas con códigos de barras para identificar los cortes individuales. Cuando cortan en trozos una carcaza los etiquetan y aunque los cortes vayan a un área donde hay otros de muchas carcazas juntas, transfieren los números de etiquetas a los números de cajas; así, están manteniendo la identidad con un sistema de marcado. Para hacer esto en Uruguay deberían ir muy, muy despacio y tendría más costo hacerlo.
La Universidad del Estado de Colorado recientemente completó un estudio para la Asociación Nacional de Productores de Carne Bobina en el cual la pregunta que se hacía era: Si una persona come una hamburguesa de carne que pese 4 onzas, y contrae E.coli 0157:H7, ¿podría Ud. ir a su refrigerador o al lugar donde compraron la hamburguesa de carne picada, encontrar una hamburguesa del mismo lote e identificar al animal del cual proviene el germen contaminante? ¿Cuántos animales intervendrían en esa hamburguesa? Determinamos que el número mínimo de animales en una sola hamburguesa era 55 y el máximo 1081,50. Así que 1082 animales podrían estar tomando parte de esa hamburguesa. Sería extremadamente difícil para la ciencia determinar al culpable (la carcaza, el animal, el lote de cría, el rancho) en el escenario que recién hemos descripto.
¿Existe información que indique que en los Estados Unidos los productores pueden recibir pagos por el rastreo de los animales? Si, hay. Hay cuatro estudios. Uno fue hecho por la Universidad A. y M. de Texas, que determinó que en San Antonio, Texas, los consumidores podrían pagar un premio de entre 4 y 10 centavos la libra por la verificación de fuente, para saber quién produjo ese corte particular de carne.
La segunda evidencia surge de una cadena de supermercados en el Norte de Carolina. Brad Graham, de la Compañía Harris Teeter, dijo que su compañía podía vender productos cárnicos con verificación de su genética, con verificación de fuente, por 30 a 80 centavos de premio la libra.
La tercera indicación en ese sentido proviene de la Asociación Nacional de Productores de Carne Bobina, en un proyecto llamado "Selección de Carne Tierna". En el Programa de Selección de Carne Tierna, 40% de los consumidores que comían carne dijeron que pagarían 50 centavos la libra por más carne tierna.
Y la última prueba proviene de la Universidad del Estado de Kansas que llevó a cabo una serie de estudios en los que se preguntó a los consumidores: ¿Pagaría Ud. un premio por la carne que ha sido pasteurizada con vapor o agua caliente a fin de eliminar las bacterias? Los consumidores dijeron: Sí, pagarían entre 29 a 34 centavos la libra por carne bobina tratada con esos procedimientos. Así que, en realidad, se puede obtener un premio por un producto que tenga verificación de fuente.
¿Cuáles son las formas que se podrían usar para identificar individualmente a los animales? A continuación siguen ejemplos sobre algunos sistemas de identificación que se usan en los Estados Unidos para identificar animales individualmente.
Se ha prestado mucha atención al uso de caravanas electrónicas, pero hay otros sistemas que se pueden usar y que son mucho más baratos.
Entre los sistemas de identificación que se puede usar pero que aún no fueron puestos en práctica en los Estados Unidos están el "escaneo" de retinas y el sistema australiano basado en la toma de impresiones del ADN. De lo hecho por la Asociación Nacional de Productores de Carne Bobina se han concentrado en la identificación por medio de caravanas electrónicas. Recientemente se formó una organización llamada U.S.A. C.I.S. (Estados Unidos de América, Servicio de Información sobre Ganado), el cual está basado en las caravanas electrónicas.
De los sistemas que es posible utilizar hemos elegido las caravanas electrónicas, pero hay otros sistemas que pueden usarse y muchos han sido investigados por gente en los Estados Unidos y Canadá: implantes bajo la piel, bolitas cerámicas que se ponen en el estómago, impresión del ADN, autoanálisis de anticuerpos y "escaneo" del iris o la retina.
Sólo puede realizarse una identificación absoluta mediante el autoanálisis de anticuerpos o impresiones del ADN. Pueden usarse identificadores plásticos en las orejas. Pueden insertarse bajo la piel implantes identificatorios electrónicos subdérmicos pero migran, se mueven y es posible que se incorporen en una porción de la carne. No podemos usar los implantes subdérmicos. Ahora en Europa se está utilizando un sistema de "escaneo" de la retina para rastrear cerdos; combinando el uso del "escaneo" de retinas con el sistema de posicionamiento global, podemos determinar dónde se encuentra un animal en cualquier momento.
El Dr. Bruce Golden de la Universidad del Estado de Colorado ha desarrollado un sistema para usar el "escaneo" de retinas más el sistema de posicionamiento global. Esta tecnología es usada por la Corporación para el Mejoramiento del Cerdo (P.I.C.) para identificar a los cerdos en la Unión Europea. En Colorado, para seguir criminales; la gente sale de prisión pero aquellos que, por ejemplo, molestan niños llevan un brazalete en la pierna que permite al sistema de posicionamiento global identificar dónde se encuentran en cualquier momento, mientras tengan el brazalete en su tobillo. El uso de este último sistema cuesta U$S 11,11 por día; no sería económicamente rentable. Podríamos usar este sistema para el ganado pero no necesitaríamos tener una retroalimentación continua por lo que podría hacerse en forma más barata. Existe un uso potencial para tales sistemas (especialmente el "escaneo" de retinas) para el ganado en los Estados Unidos y en otras partes del mundo.
La Asociación Nacional de Productores de Carne Bobina (N.C.B.A.) tiene actualmente un sistema denominado "sistema de identificación de ganado". La N.C.B.A. es muy cuidadosa sobre la forma en que está siendo usado, porque temen que el gobierno pueda presentarse y acusar a los productores de ganado de contaminar la carne. Por tanto, la N.C.B.A. es cautelosa respecto de cuánta información será manejada y a quiénes va a proveer dicha información. El directorio del Servicio de Información sobre Ganado de los Estados Unidos, debería estar de acuerdo en proveer dicha información al gobierno ya que de lo contrario el gobierno no tendría acceso a los datos identificatorios de su ganado. El grupo que trabaja para la N.C.B.A. implementando este sistema, es un grupo denominado Ag-Info-Link, una compañía que tendrá los medios para realizar el marcado con caravanas electrónicas, levantar la información, leerla, rastrear los carros, seguirla hasta el momento en que la carcaza es calificada. El sistema Ag-Info-Link, sin embargo, no tiene la capacidad de seguir los cortes al por menor o la carne molida. El sistema Ag-Info-Link comienza con caravanas en las orejas del ternero, y los sigue hasta que son puestos a pastar, o dentro de un lote de cría, mientras los animales están en el grupo de cría, cuando van al matadero y hasta que la carcaza es calificada para establecer su valor, pero no más allá de eso.
Hay un grupo de compañías que incluyen Ag-Info-Link, Merial Corporation y All-Flex, que han establecido la "Red de Carne Bobina". La "Red de Carne Bobina" ayudará a los productores a aprender a gestionar el ganado a fin de que mejore su aprovechamiento. El costo es razonable, una caravana cuesta entre U$S 1,70 y U$S 2,75 (los precios han bajado, cuando hice este "slide" eran de U$S 2,75, ahora son de U$S 1,70). La Red de Carne Bobina cobra una tasa de inscripción de U$S 1,50, U$S 1.000 por un aparato que levante los datos (transponder) y recogen, analizan y remiten la información por Internet sin cargo. El objetivo de la Red de Carne Bobina es recoger y resumir los costos de producción, los costos de las ganancias, la eficiencia alimentaria en el lote de cría, los grados de calidad y de rendimiento a nivel de la empaquetadora, y no es rastrear la carne bobina o seguir la carne hasta los consumidores y averiguar si les gusta o no.
¿Cómo están los Estados Unidos respecto del rastreo? Algunos en los Estados Unidos preferirían rastrear animales individuales, pero los productores norteamericanos están interesados en los lotes o grupos de ganado más que en la productividad, el desempeño y la palatabilidad de los animales individuales. No somos capaces, o no estamos interesados en tratar de lograr la identificación individual de los animales con el objetivo de rastrear la sanidad microbiológica de la carne. Como país rastrearemos grupos de animales, tal como lo han hecho Ustedes en el Uruguay desde 1973. En 1973 Ustedes comenzaron a seguir los grupos de animales debido a la enfermedad de la fiebre aftosa. Creemos que este es un esfuerzo admirable y los Estados Unidos se beneficiarían con la implementación de un sistema similar; por tanto, la industria norteamericana tratará de seguir al ganado de la misma forma que Ustedes lo hicieron en el Uruguay por razones de sanidad. Pero nuestros productores preferirían no hacerlo si el objetivo fuera intentar asegurarse que no tienen problemas bacteriológicos. Los productores norteamericanos están interesados en seguir al novillo hasta el momento en que comemos su carne -de la portera al plato- pero desean enfatizar la palatabilidad, el desempeño y la productividad de animales individuales y la sanidad de la carne para lotes o grupos de animales. En términos de trazabilidad los productores norteamericanos harán lo que sea necesario para lograr el acceso a los mercados; por tanto, han mantenido su mente abierta frente a lo que ocurrirá en el futuro. Los productores norteamericanos no van a decir que no rastrean los animales. –si se requiere que se los rastree para vender en el mercado internacional, lo harán.
¿En qué estado está el rastreo en los Estados Unidos? Como industria, estamos en el punto en el cual tratamos de que la carne bobina se adecue a con lo que creemos que nuestros consumidores internos e internacionales preferirían. Los productores norteamericanos efectuarán las verificaciones necesarias para vender en otros mercados.
¿Qué está ocurriendo con el rastreo en Europa? En el Congreso Mundial de Carnes se mencionaron un par de cosas que me parecieron interesantes. Una de ellas refería a los países por los cuales actualmente se solicita la identificación individual de los animales. Esos países que tienen un rastreo obligatorio son Finlandia, Bélgica y Francia. La mayoría del resto de los países europeos tiene rastreos voluntarios. Además se mencionó allí que: (A) en la Unión Europea la mayoría de los países están siguiendo grupos de animales (no animales individuales) y (B) que los requerimientos de rastreo en la Unión Europea no se aplican para la carne molida o carne curada (ellos tampoco pueden rastrear los productos molidos).
Por tanto, en Finlandia, Bélgica y Francia es obligatorio rastrear pero no en el resto de la Unión Europea. Existen fuertes programas nacionalistas en cada país que intentan que la gente, si vive en Irlanda, coma carne irlandesa. Están rastreando grupos de animales, no animales individuales, pero están de acuerdo en que no es posible rastrear carne picada o curada.
En un reciente viaje a Irlanda, quedé impresionado por el énfasis que se ponía en la carne y los productos avícolas de origen irlandés. Toda su carne bobina era 100% irlandesa, tenían cerdos y pollos irlandeses, algunos productos eran naturales u orgánicos, pero siempre irlandeses. Se están desarrollando en Europa programas de provisión de alimentos muy fuertemente nacionalistas.
¿Qué están haciendo respecto del rastreo en el Reino Unido? Sus circunstancias son distintas debido a su reciente experiencia con la encefalitis espongiforme bobina (enfermedad de la vaca loca). Actualmente han establecido una unidad gubernamental dentro del país para seguir a los animales. Esa unidad supervisa un programa que consiste en registrar a los novillos en el momento en que nacen, poniendo caravanas de identificación en las orejas de los terneros, los cuales tienen un pasaporte con páginas donde se puede escribir cosas, retirar las hojas y pasarlas a medida que el animal transcurre su vida. El sistema del pasaporte en el Reino Unido tiene el objetivo de asegurar que se pueda controlar la encefalitis espongiforme bobina y, por tanto, lograr la confianza del consumidor respecto de la carne.
Por tanto, Gran Bretaña tiene un sistema de rastreo que consiste en ponerle dos caravanas a los animales (una en cada oreja), los animales deben ser registrados ante las autoridades centrales; cada animal tiene un pasaporte, y cada vez que el animal cambia de ubicación o de propiedad, se entrega una página a la persona que recibe al animal.
Hay una ley que entra en vigencia el 1º de enero del 2000 por la cual la Unión Europea exige la trazabilidad para permitir la venta de carne bobina en sus países.
Existe una organización en el Reino Unido que para certificar dicho cumplimiento exige que desde el momento en que nace un ternero se le coloquen las caravanas. Esas caravanas deben seguir al animal a lo largo de su vida, el cual debe tener un pasaporte con páginas. Ese pasaporte (guía) tiene páginas individuales que pueden ser remitidas a la autoridad central cuando el animal cambia su ubicación o de propiedad.
En Australia han decidido que identificarán a los animales de acuerdo con lotes o grupos, y luego cuando las carcazas de los animales individuales en ese lote son separadas (entre la 10ª y la 11ª costilla para calificar las carcazas y exponer el área del ojo de la costilla (ribeye)), tomarán un trozo de papel secante y lo pasarán por el ojo de la costilla. Ponen el papel secante, que ahora tiene sangre de animales individuales, en una bolsa de papel, identificada según el origen por un código de barras que corresponde al número original del animal. Las bolsas son almacenadas en lotes o grupos y solamente si algo malo acontece (si se encuentran residuos químicos o bacterias) rastrean hasta el lote o grupo. Si existe esta necesidad, recuperan las bolsas y una a una comienzan a imprimir el ADN en el papel secante de las bolsas individuales hasta que concuerda con la carne que presentó problemas. Cuesta U$S 15 hacer una muestra de la impresión del ADN. Los australianos tienen lotes o grupos de animales hasta de 200 individuos. Almacenan los papeles secantes hasta por 6 meses. Esperarán para ver si algo pasa, porque entonces necesitarán imprimir el ADN para identificar al animal. Confían en que usando este sistema podrán identificar animales individualmente.
¿Cómo están los países sudamericanos respecto del cumplimiento con el edicto de la Unión Europea en términos de trazabilidad del producto? Uno de mis antiguos estudiantes, el Dr. Nelson Huerta, quien es el representante en Venezuela de la Federación de Exportadores de Carne de Los Estados Unidos, me buscó información y quisiera contarles lo que pudo averiguar.
El Dr. Huerta dijo que en Brasil actualmente pueden identificar los cortes de carne por el número de lote, y han prometido a Bruselas la completa trazabilidad de los cortes individuales, pero el Profesor Eduardo Valizio expresa: "No creo que sea posible cumplir en tiempo con el requerimiento de la Unión Europea". Entonces, en Brasil lo hacen por lotes de animales o grupos de animales, pero no creen que vayan a ser capaces de cumplir con los requerimientos de la Unión Europea para la fecha límite del 1º de enero del 2000.
¿Dónde están Ustedes en el Uruguay respecto de la trazabilidad? El Dr. Nelson Huerta citó al Dr. Héctor Lazaneo, quien dijo: "Tenemos un programa que creemos que permitirá identificar a los animales en grupos. No lo hemos verificado o chequeado para estar completamente seguros de que cumple, pero es, de hecho, el sistema que ha estado en uso en el Uruguay desde el tiempo en que los funcionarios del gobierno uruguayo les indicaron a la Unión Europea y al resto del mundo cómo podía ser rastreado el ganado debido a la enfermedad de la fiebre aftosa".
El Dr. Nelson Huerta dijo: "El Uruguay está a la cabeza de todos los países de Sudamérica respecto de la trazabilidad. El Uruguay está más cerca de cumplir con las nuevas disposiciones de la Unión Europea que cualquier otro país de Sudamérica y se les debe una deuda de gratitud a los funcionarios del gobierno uruguayo por poner a los productores de carne bobina en esa posición".
Finalmente, ¿Cómo están
respecto de la trazabilidad en Venezuela, Chile y Argentina? El Dr. Nelson
Huerta dijo: "Aún no somos capaces de asegurar la trazabilidad".
El Dr. Rivas, Ministro de Agricultura y Labranza de Venezuela, dijo: "Se
están implementando programas tanto en Chile como en Argentina,
pero ninguno de ellos es capaz de cumplir con la fecha límite de
enero".
Biotecnología
Agrícola y del Medio Ambiente:
La Ciencia,
la Etica, y las Oportunidades de Negocios.
Alvin L. Young, Ph. D.,
Director del Centro para la Excelencia
del Riesgo
Departamento de Energía
de los Estados Unidos
Deseo agradecer al Ministro de Economía y Finanzas y a la Directora Ejecutiva de URUGUAY XXI, Dra. Lilián Arbiza, por la invitación que me permite estar hoy con Ustedes. Es un gran placer para mí retornar a Montevideo. No solamente estamos en el umbral de un nuevo milenio sino que estamos en el umbral de los mayores adelantos en la ciencia y la tecnología. El siglo XX ha presenciado grandes adelantos en la física, la química y el transporte, pero el siglo XXI será el siglo de la biología, la agricultura, el medio ambiente y la medicina.
He tenido el honor de estar aquí en 1995 y realizar una alocución en la apertura del Centro de Biotecnología de Las Brujas. Mi presentación y reto a la audiencia que asistió a la conferencia fue que para que una nación capitalice los valores que tiene en ciencia y tecnología debe planificar estratégicamente el futuro y en cómo invertir en la ciencia y la tecnología que están surgiendo. Esta Conferencia confirma que el Uruguay y las naciones de esta región están realizando pensamiento estratégico.
Desearía compartir con Uds. mi visión del impacto y de las increíbles oportunidades que brindan las biotecnologías y de los retos para su aplicación y aceptación por parte de los consumidores. Primero y brevemente desearía discutir los factores necesarios para el éxito de los negocios agrícolas en el próximo siglo. Luego discutiré el impacto que las biotecnologías tendrán en la agricultura, el medio ambiente y nuestra salud. La eventualidad de poder hacer reales esos beneficios, dependerá de la aceptación pública que tengan los productos de esas tecnologías, y, por último, desearía sugerir algunas directivas para las oportunidades de negocios.
Los factores que son críticos para el éxito en el establecimiento de una economía fuerte y viable de negocios agrícolas: los tres primeros (inversiones en investigación, salud, educación, a partir de instituciones flexibles y con capacidad de respuesta) refieren a tres de las seis áreas en las cuales una nación deberá estar dispuesta a invertir y desarrollarse, a fin de capitalizarse en biotecnología:
1. Financiar la investigación básica/fundamental y la recolección y preservación de los recursos genéticos.
2. Proveer el marco regulatorio para la seguridad medioambiental, sanitaria y alimentaria de los productos. Y,
3. Entrenar y educar a la próxima generación de científicos, ingenieros y técnicos.
Los últimos tres factores (la promoción de la agricultura, el comercio basado en la reciprocidad, los derechos de propiedad intelectuales, y el acceso a los créditos, el transporte, los mercados y la extensión) proveen:
4. Mecanismos para comunicar conocimientos y productos.
5. Mecanismos para la transferencia tecnológica desde la investigación fundamental hacia los ámbitos industriales y de negocios. Y,
6. Mecanismos para el intercambio internacional y las oportunidades de negocios.
Ningún país o nación tiene el monopolio de la ciencia, ni la capacidad industrial para desarrollar el rango de productos que esta tecnología eventualmente diseminará. Será crítico que las naciones trabajen juntas a fin de preservar el germoplasma y armonizar el desarrollo seguro y el comercio de estos productos.
Si se dan estos factores y son desplegados, los resultados pueden incluir la seguridad alimentaria, una agricultura sustentable y una población más sana y con mejor nivel económico, que administre sus recursos naturales a través de un uso más eficiente del agua, la energía y el trabajo. Porque, de hecho, la crisis del futuro, en mi opinión, no será una crisis por el clima mundial, sino una crisis en la disponibilidad y el uso del agua y la energía. Las inversiones y aplicaciones de la nueva ciencia y tecnología pueden ayudarnos a prepararnos para esta crisis potencial.
Permítanme ahora que comparta con Uds. la incitante ciencia que está aconteciendo y los asombrosos productos que están saliendo del laboratorio y que están en diferentes etapas de comercialización. La clave para esta nueva ciencia es la comprensión de cómo los genes (material genético) de las plantas y animales interactúan a fin de hacer productos u organismos más saludables. Vastas regiones de la superficie de la tierra tienen suelos demasiado salados como para soportar la agricultura. Pero gracias a la ingeniería molecular (genética), se está modificando las plantas para que se desarrollen aun cuando son regadas con agua que tiene altas concentraciones de sal. Estos resultados incrementarán la productividad de las cosechas mundiales cuando se aplique la nueva tecnología al trigo, el maíz u otras cosechas comerciales. Otras áreas limítrofes de la investigación sobre vegetales incluyen la tolerancia a las sequías, el uso mejorado de fertilizantes, la tolerancia a las enfermedades, la resistencia selectiva a los pesticidas y una mejor tolerancia al almacenamiento y a los daños.
Esta revolución en la agricultura está ocurriendo ahora. Grandes áreas de cosechas genéticamente modificadas de soja, maíz, algodón y canola han sido cultivadas en forma exitosa en el hemisferio occidental. En los Estados Unidos este año (1999) se plantaron 15 millones de hectáreas con cosechas transgénicas, en las cuales las hierbas, los insectos, y los virus son controlados fácilmente, requirieron menos tareas de labranza y minimizaron la erosión de los suelos. En todo el mundo en 1999 se están cultivando alrededor de 28 millones de hectáreas de plantas transgénicas. Se pronostica que esta superficie se triplicará en los próximos 5 años, asumiendo que podemos demostrar a los productores y a los consumidores los beneficios de esta nueva tecnología.
Se están llevando a cabo investigaciones muy estimulantes que muestran que las plantas transgénicas producen alimentos más sanos y que pueden ser usados como fábricas químicas. Sabemos que además de las vitaminas y los minerales hay otras cosas más que hacen a una buena nutrición. Muchos otros componentes de los alimentos contribuyen a la salud. Necesitamos comprender el rol de estos componentes no-nutrientes (por ejemplo los glucosinolatos) en el mantenimiento de la salud, determinando su ocurrencia en frutas y vegetales, cómo estos son metabolizados y cuál es el saldo entre los beneficios y el riesgo de ingerir tales compuestos. Ejemplos de ello son las recientes investigaciones sobre los fitoquímicos y sobre los productos nutricionales terapéuticos. Sabemos que existen compuestos en las plantas que mejoran su buen estado, por ejemplo, los anuncios recientes sobre los beneficios de beber vino tinto. Muchos de estos fitoquímicos parecen estar asociados con una menor morbilidad en la vida adulta. El objetivo de incrementar su contenido en los alimentos será apremiante. Actualmente, se están desarrollando esfuerzos para cambiar los tipos de lípidos (grasas) que se dan en nuestras cosechas, frutas y vegetales, para obtener productos más saludables para nuestros ciudadanos. Un aspecto incitante de esta investigación es que la forma más eficiente de obtener resultados es a partir de la semilla. Las semillas contienen todas las modificaciones genéticas y son neutras respecto del tamaño de las plantaciones y de los límites de las naciones.
La revolución de las plantas sigue adelante. Está siendo impulsada por la aplicación con destreza de enormes recursos en cerebros, dinero y tecnología. Muy pronto estarán disponibles alimentos más sanos en todo el mundo. La revolución ha traído consigo tensiones sociales y económicas a nivel mundial que pueden persistir. En el largo plazo, las plantas proveerán respuestas renovables útiles al inevitable agotamiento del petróleo y sus productos.
Pasemos ahora a la biotecnología animal y a las oportunidades que se encuentran allí. El centro de esta investigación está sobre el crecimiento y la eficiencia alimentaria, el mejoramiento reproductivo, la resistencia a las enfermedades, la adecuación al medio ambiente, y la calidad y diversidad alimentarias. Permítanme describir las oportunidades y el "poder" de la ingeniería genética en los animales, describiendo la investigación transgénica que involucra al cerdo doméstico. Hoy en día, estamos presenciando grandes esfuerzos de investigación acerca del cerdo que abarcan no solamente a la carne, sino a la sangre humana genéticamente manejada producida por el cerdo. Una compañía privada ha desarrollado en forma exitosa hemoglobina humana en el torrente sanguíneo de los cerdos. Este producto está mostrando que es funcionalmente normal en los humanos y que no produce reacciones adversas. Es el candidato ideal para convertirse en el sustituto a gran escala de la sangre humana. Sus grandes ventajas serían el bajo costo y la desaparición del riesgo de transmisión del SIDA y la hepatitis. Y los órganos, ¿pueden usarse? De ahí surge la reciente discusión en los diarios acerca de los xenotransplantes.
Me gustaría dedicar algunos minutos a hablar sobre los xenotransplantes, los transplantes de células, tejidos y órganos de una especie a otra. Los científicos han volcado su atención a los xenotransplantes debido a la escasez de órganos humanos a ser transplantados. Cada 16 minutos se agrega un nombre nuevo a la lista de espera para transplantes de órganos en los Estados Unidos. La Administración de Drogas y Alimentos ha concluido recientemente que los xenotransplantes a partir de los cerdos son seguros para el uso humano. Al igual que muchos de los asuntos contenciosos que refieren a la biotecnología, los xenotransplantes plantean su propio conjunto de cuestiones éticas, por ejemplo: ¿es correcto "experimentar" sobre los humanos?, ¿obtuvimos el permiso del receptor humano, quien ha sido correctamente informado? Existen asuntos sobre el bienestar animal, por ejemplo: los cerdos, ¿van a ser tratados correctamente y matados en una forma humana? Finalmente tenemos el asunto de la asignación de los recursos, por ejemplo: ¿cómo desea gastar la sociedad los dólares del servicio de salud?
Estos adelantos y otros descubrimientos
contemporáneos están comenzando a borrar la diferencia entre
la investigación agrícola y la investigación en otras
ciencias biológicas. En efecto, no parece demasiado extraño
imaginar el día en que buena parte de los ingresos agrícolas
provengan de la venta de productos que no son ni alimentos ni textiles.
Pero esta estimulante visión del futuro puede verse comprometida
si no prestamos atención al respaldo crítico de un adecuado
financiamiento, reglas sensatas y una comunicación efectiva.
Factores que Influyen en la Aceptación
Pública de la Biotecnología, enfatiza que existen múltiples
protagonistas (públicos) que tienen un interés directo en
el resultado del debate respecto del uso de esta tecnología. La
regulación de la biotecnología debe basarse en principios
científicos sólidos, en los cuales la intensidad del control
sea de magnitud adecuada al nivel de riesgo. Tenemos que tener un sistema
regulatorio que garantice la seguridad, pero también es importante
asegurar que no creamos una sistema pesado de control que asfixie la innovación.
Tal acción puede exigir a los científicos que generen un
papeleo innecesario respecto de proyectos que ya sabemos, a partir de una
larga experiencia, que son realmente seguros. Este equilibrio es difícil,
pero hemos de lograrlo si la tecnología ha de florecer, dado que
muy pocas veces una única nueva tecnología ha prometido un
espectro tan amplio de beneficios – en la salud, la agricultura, la energía
y el medio ambiente.
En conclusión, la biotecnología es un proceso inestimable debido a la rápida, segura y precisa transferencia de información genética específica de un organismo a otro, a fin de crear resultados finales predecibles. Como tal, las naciones, tales como el Uruguay, deben ver a la biotecnología como un componente importante de un sistema agrícola equilibrado, eficiente, bien administrado y responsable por el medio ambiente, que usa lo mejor de la tecnología y la ciencia.
Los recientes descubrimientos en el campo de la biotecnología han hecho de las ciencias biológicas uno de los campos más estimulantes del esfuerzo científico --especialmente para aquellos con creatividad y visión. Recién estamos comenzando a explorar las diversas aplicaciones multidisciplinarias de estos descubrimientos. Sin embargo, en el complicado y exigente mundo en que vivimos, otros factores distintos de la tasa de avances sensacionales en investigación, van a influir en los logros científicos. Una reglamentación cuidadosamente pensada, una comunicación efectiva y el compromiso de financiamiento de largo plazo a la investigación, van a jugar roles igualmente importantes en la determinación del futuro de la biotecnología.
El año pasado, hemos presenciado una cantidad creciente de editoriales y artículos escritos en la prensa popular, primero en Europa y más recientemente en los Estados Unidos, que describen en lenguaje exagerado los "peligros y efectos desconocidos" de la adopción de las nuevas variedades de cosechas y de los alimentos que provienen de ellas. Nosotros, en la comunidad de negocios agrícolas, no debemos olvidar que nuestra mayor responsabilidad es alimentar a una población mundial creciente.
Si no participamos en las discusiones
sobre la biotecnología, arriesgamos alentar que un público
mal informado y enfurecido crea que no se va a beneficiar con los resultados
de nuestro trabajo. ¡Qué gran tragedia sería esto,
a la luz de los retos que enfrenta nuestro planeta!
La Biotecnología Agrícola: El Caso Brasilero
Marcio C. Silva-Filho
Departamento de Genética
– Escuela Superior de Agricultura "Luiz de Queiroz"
Univesidad de San Pablo - Brasil
Primeramente quisiera agradecer a los organizadores, especialmente a la Dra. Lilián Arbiza y a Carolina Marques, y a todos aquellos que me están hospedando en estos dos días y decirles que estoy muy complacido de estar aquí, que he disfrutado mucho el Uruguay y que espero volver en un futuro próximo.
Bueno, para mostrarles desde dónde vengo. Trabajo en Piracicaba que es una ciudad de 300.000 habitantes, ubicada en el Estado de San Pablo, en el centro sur del Brasil, donde he estado trabajando por los últimos cinco años, en la Facultad de Agricultura de la Universidad de San Pablo. Aquí se ve nuestro principal edificio donde está la administración aquí arriba.
El tema del cual voy a hablar a continuación es el de las plantas transgénicas en Brasil y respecto de los organismos genéticamente modificados (OGMs). Voy a tratar de darles una idea de la situación actual y algunos de los problemas a los que nos enfrentamos en las investigaciones y en la liberación en la naturaleza. Espero que para el final de la charla podamos hablar con mayor detalle sobre algunos de estos puntos. Pero dado que estamos hablando en un encuentro sobre negocios agrícolas, voy a mostrarles algunos puntos, voy a subrayar algunos puntos, referidos al negocio agrícola en Brasil.
Brasil es uno de los países más grandes del mundo con más de 800 millones de hectáreas, de las cuales casi el 64% son tierras cultivables, tierras para la agricultura, pero menos de 50 millones (30 millones de hectáreas) están cultivadas, y ellas representan el 90% de la tierra cultivable del mundo.
Pero el Brasil tiene una peculiaridad dado que es uno de los pocos países del mundo que pueden llegar a duplicar su área cultivada. En toneladas de granos, la soja y el maíz representan alrededor de 65 millones de toneladas y en 1997 el Brasil tuvo un superávit de 13 mil millones de dólares solamente en negocios agrícolas. De hecho, los negocios agrícolas representan entre el 35% y el 40% del producto nacional bruto en 1997.
Con referencia a la biotecnología o a las plantas transgénicas en el Brasil, antes de 1995 no había legislación al respecto. No había ninguna ley referida a la manipulación de organismos genéticamente modificados o a su liberación en la naturaleza. En 1995 el presidente firmó una ley con los principios generales de bioseguridad en Brasil. La bioseguridad, entonces, comienza en 1995. Al mismo tiempo hubo otro importante acontecimiento que fue la creación del Comité Nacional de Bioseguridad en Brasil, que se ha denominado CTNBIO cuyo principal objetivo es establecer la política nacional de bioseguridad en Brasil. Este comité es responsable por la autorización de todas las actividades sobre OGMs en Brasil (desde la manipulación hasta la liberación de los organismos modificados en la naturaleza), y también de seguir el desarrollo de la bioseguridad y es responsable de liberarlos en la naturaleza.
Este comité está compuesto de 36 miembros, 18 miembros titulares y 18 miembros suplentes. La mayor parte de ellos pertenece a la comunidad biotecnológica. Tenemos especialistas del campo humano, animal, vegetal y medioambiental. También hay algunos representantes de otros ministerios del Brasil, tales como Ciencia y Tecnología, Salud, Educación, Medio Ambiente y Relaciones Exteriores. No debemos olvidar a la agricultura con dos representantes de las ciencias animales y vegetales. Este comité también tiene representantes de los consumidores, del área de negocios en biotecnología y también representantes del trabajo. Es un comité muy heterogéneo, y a veces existen muchos problemas debido a esta diversidad.
Este comité tiene una serie de directivas. La primera fue definida en 1996 con el establecimiento de los comités internos de bioseguridad en todas las instituciones que manipulaban organismos genéticamente modificados (OGMs). Cada institución o facultad debe tener un comité interno de bioseguridad, y también en esta primer declaración existió el requerimiento de un certificado de calidad en bioseguridad. Luego de crear el comité interno, el grupo debe solicitar al comité nacional, el cual analiza la solicitud y dice: "OK" o "No", respecto de la manipulación de estos OGMs. En la actualidad hay 112 laboratorios o instituciones en Brasil que trabajan con organismos genéticamente modificados, y cerca del 45% representan universidades. En la Universidad de San Pablo están alrededor del 15 % de todos los laboratorios del país. Existe una serie de compañías privadas que trabajan con transgénicos y también algunas instituciones de investigación, principalmente en el área pública.
Otro acontecimiento se dio a fines de 1998, cuando el comité, el CTNBIO, dio autorización para la liberación comercial de la soja lista para la cosecha. Pero hace cuatro meses, un juez federal actuó en contra de esta autorización y ha prohibido la comercialización de esta soja lista para la cosecha de Monsanto, y también exigió el requisito de un informe de impacto medioambiental, o estudio, y también de una definición más precisa sobre el etiquetamiento de esta comida transgénica. Así que actualmente en el Brasil y en forma oficial no podemos comercializar plantas transgénicas.
Digo "en teoría", porque sabemos que en Río Grande del Sur el último año se han cultivado más de 200.000 hectáreas de soja y este año el área aumentará a más de un millón de hectáreas.
En Brasil, actualmente la biotecnología y especialmente las plantas transgénicas son un tema candente y hay un intenso debate. Lo que es más importante, se ha convertido en una discusión política y económica, en vez de ser una de carácter científica.
Otro punto importante es respecto de la desinformación, el error de percepción del público, lo cual nos conduce a otro tema que es la mala interpretación sobre lo que son los transgénicos. Algunas personas dicen: "Esa comida frankenstein", etc.
El tema es que no existe consenso en la comunidad científica. Los científicos en bioquímica, genética o microbiología tienen menos restricciones en aceptar esta nueva tecnología, pero la gente que trabaja en las ciencias medioambientales es menos receptiva a esta nueva tecnología. No existe en absoluto consenso.
De hecho, algunos estados que incluyen a Río Grande del Sur, y aún San Pablo, tienen algunos proyectos de ley que exigen una moratoria de entre cinco y diez años para la comercialización de los productos transgénicos, que preocupan a una parte significativa de la comunidad científica. Además hay otros estados en Brasil que se están convirtiendo en estados libres de transgénicos para lograr alcanzar algunos mercados específicos (especialmente en Europa).
Otro ítem a mencionar son algunas preocupaciones sobre aspectos económicos, especialmente el monopolio del mercado o el tema sobre si los transgénicos pueden ser útiles para los pequeños productores. Las razones de índole política también influyen en la percepción pública, tales como la dependencia tecnológica. Los aspectos referidos al medio ambiente también están en el centro del debate.
¿Qué pasa con los riesgos? ¿Fueron bien calculados? No es menos importante la preocupación sobre la biodiversidad en el sentido de que los genes pueden salirse y cruzar hacia algunos parientes en la naturaleza. Finalmente, están las preguntas que no han sido bien contestadas respecto de la seguridad y la salud.
Pero, lo que es interesante e intrigante, especialmente para mí, es lo que yo llamo la paradoja brasileña. No podemos comercializar ningún producto transgénico en Brasil, no podemos cultivar soja transgénica, pero el Brasil importa muchos productos que se sabe incluyen comida transgénica en alguna etapa del proceso, tales como el chocolate, el maíz para acaramelar (pop), los helados, el ketchup, etc. ¿Cómo podemos prohibir la comercialización si importamos una serie de productos diferentes, especialmente desde los Estados Unidos?
Pasemos a hablar un poco sobre las plantas transgénicas en el Brasil. De hecho, las primeras pruebas de campo en el Brasil se dieron en 1997, cerca de doce años después que las primeras en los Estados Unidos y en otros países del mundo. Durante este período de dos años ha habido más de seiscientas pruebas de campo. Como pueden ver aquí hay una serie de compañías que trabajan con plantas transgénicas en Brasil, tales como: Monsanto, Agrevo, Novartis, Agroceres, Braskalb, Pioneer, Embrapa, la cual es una institución pública de investigación, Copersucar, la cual es una compañía brasileña productora de caña de azúcar, y muchas otras.
Cuando miramos la distribución de estas pruebas de campo vemos que Monsanto concentra más del 85% de las pruebas de campo. Es interesante saber que Monsanto ha comprado varias compañías productoras de semillas de maíz en Brasil, razón por la cual concentra más del 80% del mercado brasileño. También tenemos que Novartis, Agrevo, Embrapa, etc. también llevan a cabo algunas pruebas de campo.
Con referencia a los cultivos que se están desarrollando, podemos ver que el maíz representa el 93% de las pruebas de campo en Brasil. Dado que Monsanto tiene alrededor del 70% del mercado de semillas de maíz en Brasil, estos datos no sorprenden. Por otra parte, la soja representa el 4% y el algodón el 1,3%.
¿Qué podemos decir de las características que están siendo probadas? Como pueden ver la resistencia a los herbicidas representa el 60% de las pruebas de campo en Brasil. La resistencia a los insectos cerca del 40% y la resistencia a los virus el 0,4%, mientras que ambos (resistencia a insectos y herbicida) el 1,6%. Si observamos este slide podemos ver que el 99% de las pruebas de campo en Brasil refieren a la resistencia a los herbicidas y a los insectos.
En nuestro laboratorio, hemos realizado muchas tareas sobre el desarrollo de plantas resistentes a los insectos siguiendo diferentes estrategias. Y hemos tenido éxito en desarrollar la caña de azúcar transgénica expresando diferentes genes. Uno de ellos también refiere a la soja, que incluye inhibidores de proteínas. También hemos realizado una serie de ensayos biológicos con insectos, y hemos obtenido plantas resistentes a los insectos, tales como el insecto de la caña de azúcar.
Otro proyecto interesante que se está desarrollando en Brasil, en San Pablo, es el uso de las plantas como bioreactivos, las plantas que producen proteínas de valor farmacéutico, y un primer estudio que fue muy interesante, en el cual se logró producir la hormona de crecimiento humano en las plantas de tabaco. Ahora se está expresando la hormona de crecimiento humano en el maíz y también expresando la insulina y otras proteínas de valor farmacéutico.
Respecto de las perspectivas que yo creo tiene el Brasil, el punto principal es que creemos que es necesario promover un entendimiento amplio respecto de los OGMs a fin de informar a la gente sobre lo que son los transgénicos.
Otra aplicación serían las actividades educativas respecto de los avances científicos en biotecnología, midiendo los beneficios y los riesgos y tratando de informar mejor al público. Otro asunto de importancia es que existen cada vez más inversiones, ya sea públicas o privadas, y que una de las más importantes radica en proyectos sobre el genoma.
Es así que en San Pablo hay cuatro proyectos en desarrollo sobre el genoma. Estamos siguiendo a dos bacterias responsables por dos serias enfermedades en los citrus y uno de estos proyectos sobre el genoma que terminará en los próximos dos meses es el primer patógeno vegetal que está siendo seguido.
También hemos comenzado un proyecto referido a la caña de azúcar y estamos también participando en el proyecto de genoma del cáncer, en una actividad compartida con el Instituto Ludwig. Creemos que realmente el genoma va a ser importante en el próximo siglo.
Gracias por su atención.
La Ganadería hacia el 2020: La Próxima Revolución Alimentaria
Christopher Delgado, Mark Rosegrant,
Henning Steinfeld, Simeon Ehui, y Claude Courbois.
IFPRI - Instituto Internacional
de Investigación de Políticas Alimentarias, EE.UU.
Se está llevando a cabo una revolución en la agricultura mundial que tiene profundas implicaciones para la salud humana, los seres vivos y el medio ambiente. El crecimiento de la población, la urbanización y el crecimiento del ingreso en los países en desarrollo están impulsando un incremento masivo en la demanda por alimentos de origen animal.
Estos cambios en las dietas de miles de millones de personas podrían incrementar en forma significativa el bienestar de muchos pobres en las áreas rurales. Los gobiernos y la industria deben prepararse para esta continua revolución con políticas de largo plazo e inversiones que satisfagan la demanda de los consumidores, mejoren la nutrición, dirijan las oportunidades de crecimiento del ingreso hacia aquellos que más lo necesitan y alivien la presión sobre el medio ambiente y la salud pública.
Transformación del consumo y la producción
A diferencia de la Revolución Verde dirigida por la oferta, la "Revolución Ganadera" está impulsada por la demanda. Desde el comienzo de los años 1970s hasta mediados de los 1990s, el volumen de carne consumida en los países en desarrollo aumentó casi tres veces respecto de lo que aumentó en los países desarrollados. El consumo del mundo en desarrollo aumentó a una tasa aún mayor en la segunda mitad de este período, con Asia a la cabeza.
Teniendo una base menor de partida, los países en desarrollo han comenzado a moverse para alcanzar los niveles de consumo del mundo desarrollado, pero aún tienen un camino bastante largo que recorrer, debido principalmente a los bajos niveles de ingresos. Los habitantes de los países desarrollados obtienen un promedio del 27% de sus calorías y del 56% de las proteínas a partir de productos alimenticios de origen animal. Los promedios para los países en desarrollo son respectivamente del 11% y del 26%. La diferencia en los niveles de consumo es un indicador de los dramáticos cambios que aguardan a la producción alimentaria mundial a medida que la Revolución Ganadera se manifieste.
La producción de alimentos de origen animal aumentó más rápidamente allí donde aumentó el consumo. La producción total de carne en los países en desarrollo aumentó al 5,4% por año entre el comienzo de los 1980s y mediados de los 1990s, más de cinco veces la tasa del mundo desarrollado. La producción per cápita siguió el ritmo de la población en la mayoría de las regiones en desarrollo, excepto en el Sub Sahara africano (para la carne) y en el oeste asiático/norte de Africa (para la leche).
La pregunta sobre si estas tendencias en el consumo van a continuar en el futuro ha sido explorada a través del modelo de alimentación mundial por el Instituto de Investigaciones Internacionales sobre Políticas Alimentarias (IIIPA), que incluye datos de 37 países y grupos de países y 18 productos básicos. Conocido como IMPACT (Modelo Internacional para el Análisis de las Políticas de Consumo Agrícola), el escenario básico del modelo proyecta que el consumo de carne y leche en los países en desarrollo crecerá 2,8% y 3,3% anualmente entre comienzos de los 1990s y el año 2020.
Las tasas de crecimiento correspondientes en el mundo desarrollado son 0,6% y 0,2% por año. Para el 2020 los países en desarrollo consumirán 100 millones de toneladas métricas más de carne y 223 millones de toneladas métricas más de leche que las consumidas en 1993, dejando pequeños a los incrementos de los países desarrollados de 18 millones de toneladas métricas, tanto para la carne como para la leche.
Las tasas de crecimiento de la producción de carne hacia el 2020 se acercan muy estrechamente a las del consumo de carne en la mayoría de las regiones. La producción de carne crecerá unas cuatro veces más rápidamente en los países en desarrollo de lo que lo hará en los países desarrollados. Hacia el 2020 los países en desarrollo producirán el 60% de la carne mundial y el 52% de la leche. China liderará la producción de carne e India la de leche.
Consecuencias para los precios de los alimentos en el mundo
El incremento de la producción de stocks ganaderos exigirá que el consumo anual de cereales para su alimentación aumente en 292 millones de toneladas métricas entre 1993 y el 2020. Mientras algunos se preocupan porque estos enormes incrementos aumentarán los precios del cereal en forma sustancial a medida que pase el tiempo, se espera que los precios ajustados por inflación del ganado y los alimentos básicos decaigan hacia el 2020, aunque no tan rápidamente como lo han hecho en los últimos 20 años. En el "peor" escenario, que se está de acuerdo en que es demasiado pesimista, se asume que los requerimientos de granos para alimento por unidad de carne aumentarán un 1% anual hasta el 2020 debido a la industrialización creciente de productos y la falta de un contrapeso como sería un aumento en la eficiencia alimentaria del ganado. Aún así IMPACT muestra que los precios del maíz en el 2020 estarían a lo sumo 1/5 por arriba de su nivel actual y se mantendrían significativamente debajo de los niveles que tenían a los comienzos de los 1980s.
Aun con incrementos en la productividad ganadera muy por debajo de las tendencias históricas, en el 2020 habrá disponible suficiente carne, leche y ración sin que los precios aumenten por encima de aquellos de 1992-94. El factor clave, entonces, no es la disponibilidad, sino qué efecto directo tendrán la producción de stocks ganaderos que se multiplican rápidamente y el consumo, sobre los pobres, el medio ambiente y la salud humana.
El ganado y los pobres
Lejos de considerar que es un factor de disminución en la disponibilidad de alimentos para los pobres, el incremento en el consumo de productos de origen animal puede ayudar a aumentar el poder de compra en alimentos de los mismos. Existen pruebas considerables de que los pobres de áreas rurales y los sin tierra, especialmente mujeres, obtienen una mayor porción de su ingreso a partir del ganado de lo que lo hacen los habitantes rurales de mayor poder adquisitivo (encontrándose las principales excepciones en áreas de ranchos de gran escala, como los de algunas partes de América Latina). Es más, el ganado provee a los pobres de fertilizantes y fuerza de tracción, junto con la oportunidad de explotar áreas comunes de pastoreo, construir garantías y ahorros y diversificar el ingreso. La Revolución Ganadera bien podría convertirse en el medio clave para mitigar la pobreza en los próximos 20 años. Pero la rápida industrialización de la producción favorecida por subsidios comunes muy amplios para créditos de gran escala y el uso de la tierra, podrían dañar este importante mecanismo de generación de ingresos y bienes para los pobres. Quienes definen las políticas necesitan asegurarse que las distorsiones en las mismas no saquen a los pobres fuera del gran mercado en crecimiento en el cual actualmente son competitivos.
Los productos provenientes del ganado también pueden beneficiar a los pobres disminuyendo las deficiencias proteicas y de micronutrientes que prevalecen en los países en desarrollo. Aunque sea un consumo aumentado en pequeñas cantidades adicionales de carne y leche, puede proveer el mismo nivel de nutrientes, proteínas y calorías a los pobres que una cantidad grande y variada de vegetales.
La sustentabilidad del medio ambiente y la salud pública
La preocupación de quienes desarrollan las políticas debería ser los bajos niveles de calorías consumidas por los pobres, la falta de acceso a los productos de origen animal, y la inexistencia de excesos en el consumo. Los mayores riesgos sanitarios provenientes de productos ganaderos en los países en desarrollo derivan de las enfermedades de transmisión animal, tales como la gripe avícola y la salmonella, la contaminación microbiana por manejo no higiénico de comida y compuestos de pesticidas y antibióticos en la cadena alimentaria debidos a prácticas en la producción.
Los efectos de la Revolución Ganadera sobre el medio ambiente también son potencialmente preocupantes. La ganadería contribuye en forma típica a la sustentabilidad del medio ambiente en sistemas de labranza mixtos, que muestran un equilibrio adecuado entre la cosecha y la intensificación ganadera. En estos sistemas el ganado provee el abono y la fuerza de tracción para sustentar la producción intensiva de cosechas. Pero la mayor concentración de animales en áreas periféricas de las ciudades, que se necesitan para cumplir con la creciente demanda urbana de carne y leche, ha llevado a la degradación de las áreas de pastoreo y a problemas de contaminación. Las políticas también han incentivado los excesos de stocks o la deforestación escudando a los productores y consumidores de los verdaderos costos de la degradación medio ambiental. En sistemas sumamente intensivos las grandes cantidades de gases del efecto invernadero y el exceso en los niveles de nutrientes producidos por el ganado plantean peligros para el medio ambiente. Esta contaminación necesita ser reflejada en los costos financieros del productor y del consumidor, aunque raramente lo es.
Conclusiones para las políticas
Algunos quieren detener la Revolución Ganadera. Pero la transformación nutricional que está en marcha en los países en desarrollo, impulsada por el ingreso, la población y el crecimiento urbano, deja poco lugar para que las políticas alteren el difundido incremento en la demanda de productos alimenticios de origen animal. Sin embargo, las políticas pueden ayudar a que la forma que adopte la revolución sea lo más beneficiosa posible para el bienestar general de los pobres. Para que esto ocurra, quienes diseñan las políticas deberán enfocar los siguientes cuatro temas claves:
Los pequeños productores deben estar vinculados verticalmente con quienes procesan y comercializan los productos perecederos. Los pobres encuentran difícil obtener acceso a los activos productivos, tales como el crédito y las instalaciones de refrigeración, y a la información, tal como el conocimiento sobre la prevención de infecciones microbianas. La integración de los pequeños productores ganaderos y los procesadores de gran escala combinaría los beneficios medio ambientales y de mitigación de la pobreza de la producción ganadera a pequeña escala con las economías de escala y los beneficios para la salud humana que se obtienen a partir del procesamiento a gran escala.
Las políticas pueden ayudar a facilitar la incorporación de los pequeños propietarios a la producción comercial corrigiendo las distorsiones que fomentan las economías de escala artificiales, tales como subsidios al crédito en gran escala y el pastoreo. El éxito de este esfuerzo requerirá el compromiso político así como la asociación pública y privada para desarrollar las tecnologías y prácticas necesarias que minimicen los riesgos de enfermedades animales que son inevitables cuando se mezclan animales de grandes cantidades de pequeños productores en una única instalación de acabado o procesamiento. Debería prestarse mucha atención a los temas de productividad ganadera y sanitarios que incluyen el procesamiento pos-zafra y la comercialización.
Se deben desarrollar los mecanismos reglamentarios para el tratamiento de los problemas sanitarios y medio ambientales derivados de la producción ganadera. Las tecnologías que se orientan a los peligros medio ambientales y de salud pública no funcionan a menos que estén respaldadas por normas de observancia forzosa. Será factible que ocurran tales desarrollos institucionales cuando las demandas políticas por mejores reglamentaciones sean fuertes.
Por sobre todo, es necesario incluir
a los pequeños productores en la respuesta a esta dinámica
oportunidad. La falta de acciones políticas no va a detener
la Revolución Ganadera, pero va a asegurar que la forma que adopte
sea menos favorable para el crecimiento, la mitigación de la pobreza
y la sustentabilidad en los países en desarrollo.
Christopher Delgado y Mark Rosegrant son investigadores senior y Claude Courvois es analista investigador en el Instituto de Investigaciones Internacionales para las Políticas Alimentarias. Henning Steinfeld es funcionario senior para la planificación del desarrollo ganadero en la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas. Simeon Ehui es coordinador del Proyecto de Análisis de Políticas Ganaderas en el Instituto de Investigaciones Ganaderas Internacionales.
Este trabajo está basado en el Trabajo de Discusión 28 de Visión 2020 del mismo título.
"Una Visión del 2020 para
la Alimentación, la Agricultura y el Medio Ambiente" es una iniciativa
del Instituto de Investigaciones Internacionales para las Políticas
Alimentarias (IFPRI) para desarrollar una visión compartida y un
consenso para la acción sobre cómo enfrentar las necesidades
alimentarias mundiales futuras al tiempo que se reduce la pobreza y se
protege el medio ambiente. A través de la iniciativa Visión
2020, el IFPRI está reuniendo diferentes escuelas del pensamiento
sobre estos temas, motivando la investigación e identificando recomendaciones.
Los Trabajos 2020 presentan información sobre varios aspectos de
esta temática.