CULTIVOS FORRAJEROS DE INVIERNO

 

Los cultivos forrajeros de invierno se caracterizan por su rápido aporte en volumen y calidad, con el inconveniente de su alto costo por hectárea, lo que repercute en el costo por kg. de materia seca producida. En condiciones de escasez forrajera esta alternativa aparece como la de respuesta más rápida y segura para solucionar aunque sea en parte los requerimientos de otoño - invierno.
 

Es importante definir cual es el objetivo del verdeo:

Antes que nada debe evaluarse la cantidad de forraje, el momento en que se necesita y el destino que se le va a dar al cultivo: si es solo para pastoreo o también se quiere cosechar, o si se asocia a pradera.

  1. En cuanto a la cantidad de forraje, depende de cada establecimiento plantear un uso del suelo tal que posibilite soportar una determinada carga otoño – invernal, que suele ser la época más critica del año.
  2. El momento en que el forraje se necesita va a determinar la especie a sembrar, ya que obviamente no van a ser similares las necesidades de un lechero a las de un invernador o un criador. Para un lechero el forraje para la parición de otoño implica siembras muy tempranas de avena, entre enero y marzo. En cambio para la invernada en post zafra lo importante es contar con una adecuada oferta de forraje entre mayo y agosto, para lo que se puede esperar un buen resultado con siembras de trigo forrajero y /o raigras. Entre estos casos habrá situaciones intermedias para las cuales la mezcla de especies puede ser la solución.
Aspectos a tener en cuenta:
  • especies y variedades
  • calidad de semilla
  • época de siembra
  • fertilización
  • control de plagas
  • utilización del forraje producido
  • efecto en los animales
A. Especies y variedades: Hoy existen en plaza un rango amplio de especies y variedades que permiten elegir según las necesidades y situaciones del año. Las distintas especies ofrecen la máxima cantidad de forraje en diferentes momentos. Así la avena es un cultivo cuya producción principal es en otoño temprano y luego decrece. El trigo tiene su máxima oferta a fines de otoño e invierno, mientras que el raigrás es de producción principalmente inverno – primaveral.
 
 

PRODUCCIÓN ESTACIONAL DE VERDEOS DE INVIERNO




Para ajustar de manera adecuada las demandas de los animales con la oferta esperada de la pastura es conveniente realizar una presupuestación para lo cual se aconseja asesoramiento técnico. 

Entre los materiales a considerar tenemos :

CEBADA: es un cereal con mucha precocidad, característica que lo diferencia de los demás; se lo puede definir como la "moha de invierno", tanto por su rápida implantación y entrega del forraje como por su escasa respuesta al rebrote; esto último hace que apenas pueda esperarse solo un buen pastoreo del material. Se complementa bien con avenas, resultando una buena alternativa para siembras tempranas (febrero-inicios de marzo) por el rápido aporte de forraje.
Las densidades de siembra pueden ser entre 70-90 kg./Ha. 

AVENA: Especie ampliamente conocida por sus características de buena producción de forraje, buena precocidad, capacidad de macollaje, con posibilidades de siembras a partir de enero. Es susceptible a ataques de pulgón y roya de hoja.
Es un forraje con bajo contenido de fósforo y calcio. 
Tanto en avenas como en cebada el periodo de siembra se extiende desde febrero hasta julio, dependiendo de la variedad.

Si pensamos en siembras de febrero – marzo hay que apuntar a los cultivares de uso más generalizado, como son: 1095 A , RLE 115 y Tucana.
En cambio para siembras de mediados de marzo en adelante se pueden utilizar otras avenas como ser: Amazona, Polaris, Soberana, etc. Estas últimas tienen el inconveniente de encañarse en siembras tempranas, por lo cual no debería considerarse su utilización si se está pensando en cubrir déficits forrajeros de otoño.
En avena la densidad de siembra recomendada es de 100-120 kg./Ha.

RAIGRAS ANUAL: Es una gramínea muy rústica, de buena producción de forraje, excelente calidad, muy buen rebrote, buen comportamiento sanitario y con gran resistencia al pastoreo.
Se resiembra muy fácilmente y es poco afectada por pulgón y roya de hoja.
Excelente respuesta a la fertilización nitrogenada.
Es de producción tardía, comenzando a realizar buenos aportes ya entrado el invierno por lo que se complementa muy bien con la Avena. 

La mezcla AVENA + RAIGRAS es muy buena potenciadora de la producción y ofrece ventajas frente a cultivos puros al complementarse el ciclo de pastoreo de ambas especies. Se utilizan densidades de 60 - 70 kg. Avena + 15 kg. Raigrás por hectárea.

Con siembras de fines de marzo se obtienen pastoreos a mediados-fines de otoño. Si los requerimientos de pastura son más marcados para invierno y comienzos de primavera, la siembra podrá efectuarse a fines de marzo, abril.
En cultivos puros la densidad de siembra de raigrás es de 20–30 kg./Ha.

TRIGO FORRAJERO: Se debe pensar en un cultivar de ciclo largo, ejemplo, Buck Charrúa, Baqueano, INIA Tijereta, etc. Estos trigos permiten el aprovechamiento doble propósito, es decir que dependiendo de las situaciones se puede obtener forraje y grano.
De acuerdo al tipo de material pueden existir problemas de enfermedades y plagas como roya y pulgón.

La fecha de siembra de trigo forrajero debería ser desde marzo hasta los primeros días de abril, no más tarde porque de lo contrario se pierde el potencial de aporte forrajero de la especie.
Las densidades de siembra son a razón de 100 a 120 kg./Ha.
 
 

Cuadro : Resumen De Caracteristicas De Verdeos Invernales

 
 
AVENA
RAIGRAS
CEBADA
TRIGO
Prod. Total (orden)
Densidad siembra
100-200
20-30
80-100
100-120
Días siembra- 1er pastoreo
60-65
90-120
50-60
80-90
Macollaje
Mediano
Alto
Mediano
Alto
Resistencia Pulgón
Nula
Alto
Media
Media
Resistencia pisoteo
Ragular
Buena
Muy Poca
Buena
Recuperación luego del pastoreo
Buena
Muy Buena
Mala
Buena
Se arranca fácil?
Algo
No 
Si
No
Resistencia LLuvia
Regular
Buena
Regular
Ragular
Orden de encañado
Tardío
Tardío
Temprano
Tardío
Apetecibilidad
Buena
Muy Buena
Ragular
Regular-Buena


B. Calidad de semilla, es importante estar seguro de la calidad de la semilla, recordemos que buena parte de la producción se define en la siembra, por lo que no se puede arriesgar usando semillas de procedencia desconocida. Es importante conocer la germinación y vigor de la semilla que vamos a utilizar. 

C. Epoca de siembra Define el momento de utilización de forraje. Siembras tempranas adelantan el momento del primer pastoreo y alargan el periodo de utilización, por lo consiguiente pueden asegurar mejores niveles de producción (carne, leche), no existiendo en general diferencias en la producción total de forraje. Este efecto puede ser más marcado en avenas , trigo y cebada que en el caso del raigrás, ya que éste generalmente no varía el largo del período siembra - primer pastoreo en función de la época de siembra. Por ejemplo, en trigo a medida que se atrasa la época de siembra desde mediados de abril a mediados de mayo, en tan sólo 30 días se duplica el período de tiempo necesario para el primer aprovechamiento, y por tanto la duración del pastoreo es 3 a 4 veces menor, aunque no disminuye en la misma proporción la producción del forraje.

Las siembras escalonadas permiten un uso más eficiente del forraje producido; alargamiento del período de pastoreo; uniformizar la calidad del forraje producido, y la posibilidad de dejar para sembrar por último las chacras más sucias.
 

D. Fertilización Para obtener buena producción de forraje debemos pensar en altos niveles de fertilización, fundamentalmente nitrógeno que es el principal responsable del crecimiento de las gramíneas anuales. 
En cultivos forrajeros la forma más eficiente de utilización del nitrógeno es a través de la fertilización en forma fraccionada. Los momentos más adecuados serían en la siembra, macollaje(si es necesario) y luego de cada pastoreo y encañazon si lo destinamos a grano.

La respuesta es casi lineal; por cada kg. de N producimos entre 10 –40 kg. de materia seca, esta diferencia depende de:

* La especie, por ejemplo el raigrás es más eficiente que la avena en la utilización del nitrógeno ya que produce una mayor cantidad de kgs. de materia seca por kg. de N incorporado.

* Niveles iniciales de fósforo y una adecuada fertilización fosfatada.

* El número de plantas, un cultivo con baja densidad de plantas solo puede aumentar la producción de pasto a través del aumento del número de macollos, en esta situación es recomendable refertilizar antes del macollaje.

* Las condiciones climáticas previas y posteriores a la aplicación, que definen la utilización del fertilizante. Períodos de seca y nula humedad producen una mayor mineralización, lo que significa una elevada disponibilidad de nitrógeno en el suelo, por lo que en algunas situaciones no sería necesario aplicaciones de urea a la siembra. En cambio en periodos de exceso de lluvias y días templados la mineralización es menor, acompañado de una mayor pérdida por lavado en el perfil del suelo, por lo que las plantas tienen menos nitrógeno disponible para su crecimiento (plantas amarillas) Lo que se recomienda es realizar un análisis de suelo para asegurar que existen buenos niveles de nitrógeno como para propiciar una rápida implantación del cultivo.

En todo caso y considerando la movilidad del nitrógeno en el perfil del suelo es conveniente el fraccionamiento de la fertilización (ejemplo a la siembra y luego de cada pastoreo)

En el Cuadro se destaca la respuesta en producción de leche ante el agregado de N a los cultivos forrajeros.
 
 
 

CULTIVO
Lts./LECHE/Há
Avena
Avena + N (*)
2.228
2.628
Raigrás
Raigrás + N (*)
2.510
3.822
Mezcla
Mezcla + N (*)
2.729
3.655
Fuente: INIA "La Estanzuela"
(*) 100 kgs. Urea/Há. 


Para que un verdeo de avena o raigrás produzca unos 8500 kg. de materia seca, la planta precisa absorber 160 kg. de nitrógeno durante su ciclo. Si el suelo no los tiene, obviamente debemos agregarlo a través del uso de fertilizante para asegurar el máximo potencial de rendimiento del cultivo.

Considerando los actuales niveles de precio del fertilizante nitrogenado parece rentable su uso frente a este potencial de respuesta, máxime considerando la previsible escasez de forraje en el próximo invierno. En este caso parece obvia la necesidad de potenciar la producción de todo cultivo que se logre implantar.

E. Control de Plagas : Los pulgones son una de las principales plagas de los cultivos de invierno, el momento crítico son los primeros 40 días, y su efecto es más acentuado en otoños calurosos y secos. Se pueden realizar controles con insecticidas tanto con aplicaciones en semilla (curasemillas) o foliares. En años problematicos pueden comprometer seriamente la producción del cultivo; por lo tanto se debe estar muy atento a la evolución del mismo y aplicar rápidamente las medidas necesarias para evitar el daño económico.
 

F. Utilización del forraje : En la medida que logremos maximizar la utilización de forraje el costo por kg. de producto disminuirá. Manejando bien los verdeos, podemos lograr diferencias en producto superiores al 25% en base al costo del alimento producido.

Para obtener una mayor utilización del cultivo debemos tener en cuenta algunos aspectos: 

*Primer pastoreo, evitar que se arranquen las plantas al pastorear, en lo posible realizarlo con animales livianos.
*Evitar el excesivo pisoteo, principalmente en tiempos lluviosos.
*Pastoreo controlado, dejar una área remanente adecuada para una rápida recuperación del cultivo, lograr escalonar las siembras para evitar que encañe.
 

G. Efecto en los animales: en situaciones de déficit hídrico hay que tener en cuenta:

1. Nitratos, debido a la alta mineralización ocurrida en el suelo, y al lento crecimiento del cultivo se pueden producir altos niveles de nitratos en la planta, la cual al ser consumida por los animales puede ocasionar problemas de intoxicación. Una forma de prevenir esto es fraccionando el consumo de esa pastura e incorporando a la dieta de los animales otros alimentos, como por ejemplo grano o forrajes más fibrosos (fardos, silo).

2. Hipocalcemia, los cultivos de invierno, principalmente avenas con bajo contenido de materia seca (estado vegetativo temprano) poseen un escaso contenido de calcio. Esto provoca en el animal un desbalance nutricional con disminución de Calcio en los animales, fundamentalmente en vacas lecheras de alta producción. Por lo tanto se deberán tomar las precauciones necesarias para no llegar a esta situación (suplementación del ganado con diversas fuentes de calcio).
 

Ing. Agr. Julio Perrachón Plan Agropecuario
Ing. Agr. Francisco Formoso INIA