Revista del Plan Agropecuario N° 166 - page 62

Recursos Naturales
Continuando la serie de artícu-
los publicados en los números
anteriores de la revista, en esta
oportunidad, el manejo de los
mejoramientos de campo será el
eje de esta tercera y última en-
trega. Abordaremos esta temáti-
ca sin perder de vista que cada
productor adapta el manejo fo-
rrajero a su sistema productivo,
por lo tanto hay distintas varia-
bles externas e internas al pre-
dio que influyen en el uso de los
mejoramientos.
Mejoramientos de campo (Parte 3)
Manejo de acuerdo a las estaciones
Ing. Agr. Santiago Barreto Corbo
Ing. Agr. Mag. Phil. Raúl Bermúdez Coquard
El año de la siembra
Como expresamos en el último número
de la revista (N
o
165 de marzo), luego de
la siembra y cierre prudente para estable-
cimiento; se comienzan a cargar, general-
mente con categorías que requieren ese
forraje de calidad en esa época del año
(fin de invierno). Esto en predios criado-
res generalmente coincide con los partos,
entonces es común cargarlos con vaqui-
llonas o vacas recién paridas, así como
con borregas paridas u ovejas de partos
múltiples.
Durante el primer año (año de implan-
tación) se deben realizar pastoreos crite-
riosos, sin llegar a debilitar las plantas
por exceso de pastoreo. Debemos tener
en cuenta que, si el mejoramiento se
instala de buena manera, puede ser muy
longevo. También si en el primer año ya
perdemos plantas, no permitimos buena
semillazón, el sistema radicular no se de-
sarrolla de forma aceptable o no acumula
reservas suficientes (en el caso de las pe-
rennes), tenemos menos probabilidades
de tener un mejoramiento de largo plazo.
Entonces, cualquiera sea la categoría
elegida, se deben manejar cargas mode-
radas durante el primer año.
Esto quiere decir que se comenzaran
a cargar, cuando las plantas tengan un
tamaño como para ser pastoreadas y un
anclaje suficiente como para que la boca
del animal no las arranque.
La carga del primer año
Luego que los animales ingresan, en la
mayoría de los años durante fin de se-
tiembre, octubre y parte de noviembre las
cargas pueden ser de 1,2 a 1,5 UG/ha.
A mediados de noviembre se compara
la situación climática con el estado del
mejoramiento. Si viene llovedor, el mejo-
ramiento tendrá “buena salud” y el pasto
no disminuirá su productividad, por lo
tanto, podemos seguir pastoreando algu-
nos días más con esa carga.
En la medida que las condiciones no
acompañan se debe comenzar a bajar
carga de la misma manera que se ingresó
el ganado, de a poco, sacando las catego-
rías menos sensibles y tratando de llegar
Foto: Plan Agropecuario
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