Revista del Plan Agropecuario N° 166 - page 38

Ganadería
a períodos en que la situación pueda
complicarse más, la oferta de animales
aumente y los precios disminuyan.
Manejos extraordinarios
Seguramente, las decisiones que se
tomen en el establecimiento, requerirán
manejos extraordinarios, de pasturas
mejoradas, en parcelas, quizá horarias,
suministro de fardos, suministro de gra-
nos o subproductos o ración, ya sea a
diario o en comederos de autoconsumo.
Esto implica incurrir en costos que hay
que calcular y prever al detalle, y ade-
más, saber por cuánto tiempo se exten-
derá esta operativa, quién se va a encar-
gar de las tareas y cómo se van a llevar a
cabo. Es importante analizar la logística
necesaria, ya que evidentemente, va a
significar una dinámica diferente dentro
del establecimiento, y entre otras cosas,
el personal del que se dispone, sus cua-
lidades y el tiempo extra que demanda.
Una buena planificación redundará en
un máximo aprovechamiento de los cos-
tos extraordinarios en los que habrá que
incurrir.
También habrá que saber a qué ca-
tegoría se le asignará cada tipo de ali-
mentación diferencial. Las opciones de
alimentación mejores o más caras, se
destinarán a las categorías con mayor
eficiencia de conversión (jóvenes), mien-
tras que a las más adultas pueden des-
tinarse las opciones de menor calidad,
para que “llenen la panza” y con algún
suplemento, corregir la calidad. Debe-
mos tener en cuenta además que bajos
volúmenes de suplemento implican un
porcentaje elevado de la dieta en los
animales más chicos.
La caja
Además de todo esto, hay que pensar
la máquina productiva en el futuro para
mantener una estructura que permita
“seguir en carrera” hacia adelante, con
una caja que pueda solventar los dife-
rentes gastos de la empresa. La “bandera
del taxi” sigue baja y por lo tanto, sigue
generando gastos, que a lo sumo pode-
mos tratar de minimizar.
En este proceso hay que considerar una
planificación muy afinada de la caja. El
ajuste de la carga ha llevado a ventas
excepcionales a un año normal y, por
lo tanto, hay que ser muy ordenados en
el manejo de esos recursos económi-
cos extraordinarios que se disponen. En
realidad, es capital que se está hacien-
do efectivo en lugar de estar a disposi-
ción de la producción. Para entenderlo,
podemos pensar en una industria que
tiene que vender una máquina porque
no dispone de lugar para tenerla ya que
hubo un percance con el galpón. El di-
nero que logramos por la venta de esa
máquina, está disponible ahora pero ya
no va a ingresar más por el producido de
esa máquina. El día en que se solucione
el problema del galpón, tendremos que
comprar una máquina nueva y si el dine-
ro se gastó, tendremos que buscar una
fuente de financiamiento para reponerla,
adicionando los intereses a la estructura
de costos.
Con las ventas excepcionales que se es-
tán realizando para ajustar las cargas en
los establecimientos, se está generando
dinero extra disponible en caja, pero eso
va a implicar que esos animales vendi-
dos no van a generar ganancias en el
corto plazo, o sea, que hay que planificar
cómo se va a solventar ese “agujero” en
la caja. Cuando la situación forrajera de
los campos se solucione y sea necesario
reponer los animales que se vendieron,
habrá que disponer de capital para com-
prarlos o planificar una estrategia para
ese momento. Se puede decidir poner
ganado a pastoreo o capitalizaciones, o
buscar algún negocio alternativo, pero es
imperioso tener analizada y pensada la
estrategia y sus consecuencias, para que
los efectos de este período adverso no
se trasladen en el tiempo.
A modo de resumen
Si bien llovió en casi todo el territorio
nacional, la situación causada por el dé-
ficit hídrico, está lejos de ser normal. Las
condiciones frente al invierno no son las
mejores, habiendo zonas muy afectadas
con riesgo de pérdidas importantes de
animales, si no se toman medidas de
manejo extraordinarias.
Reiteramos que los campos naturales
tienen capacidades de carga muy bajas,
y la cantidad de pasto con la que hoy se
cuenta en los diferentes potreros, será la
misma con la que se cuente hasta la pri-
mavera siguiente.
La pérdida de condición corporal de
todos los inviernos, este invierno proba-
blemente sea mayor que en otros años.
La utilización estratégica de las pasturas
mejoradas y suplementos tendrán un rol
importante en todo el sistema producti-
vo, para lo que es necesario afinar la lo-
gística y obtener los mejores resultados
posibles. También será necesario ajustar
los temas sanitarios para minimizar las
pérdidas por estos factores.
Hay que tener en cuenta que puede
haber disponibilidad de dinero en caja
por las ventas extraordinarias que se
han tenido que realizar, pero eso puede
generar “agujeros” en la caja en el futuro.
Es imperioso pensar en el corto y lar-
go plazo, de forma sortear el invierno
minimizando las pérdidas y no dejando
“mal parada” la empresa en el futuro. Es
importante hacer los análisis correspon-
dientes con su consejero de confianza;
muchas veces nos “enredamos” en el
día a día y una persona de afuera puede
ayudarnos a ver las soluciones.
En este momento, es necesario analizar
cada caso minuciosamente, para poder
definir junto a un técnico, las mejores
decisiones; existen herramientas, para
poder salir lo menos “golpeado” posible
de esta situación.
Esperemos que “Don Invierno” sea
manso y corto.
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