Revista del Plan Agropecuario N° 166 - page 37

ñadas van a permanecer en el estable-
cimiento, porque permite no desarmar
la máquina de producción y es una
forma de quedar “bien parados” para el
futuro. Con las vacas falladas hay que
analizar las posibilidades de agregarles
valor en el corto plazo o que puedan
permanecer en el establecimiento a la
espera de agregarles valor en el futuro,
transformándose en un fusible si las
condiciones empeoran, en pro de dar
prioridad a los vientres preñados. El
diagnóstico no solo servirá para iden-
tificar las vacas preñadas, sino para sa-
ber el tamaño de las preñeces. No es
lo mismo una vaca que vaya a parir a
inicios de la primavera, con campos na-
turales con muy baja disponibilidad de
forraje, que una vaca que vaya a parir
entrada la primavera, con posibilida-
des de que se haya acumulado algo de
pasto en los campos naturales. Depen-
diendo de la situación, se puede hasta
decidir la venta de algún lote de vacas
que, según su preferencia, pueden ser
las que van a parir temprano o las que
lo van a hacer tarde.
• Boquear las vacas preñadas servirá
para definir las que van a dar su último
ternero y van a ser refugadas una vez
que den cría (CUT). Estas vacas son un
fusible pudiendo destinarles menores
recursos y favorecer la vaca preñada
que va a seguir en el rodeo de cría y
volverá a entorarse en el próximo ser-
vicio.
• La clasificación por condición corporal
de las vacas de cría preñadas es una
herramienta que permite definir las ne-
cesidades del rodeo de cría y asignar
la poca alimentación disponible. Sabe-
mos que para poder obtener buenas
preñeces en el próximo entore, en el
caso de vacas que van a parir por pri-
mera vez debemos tener una condición
corporal de 5 y para vacas multíparas,
4. A partir de estos datos, podemos
definir el camino a seguir para poder
lograrlo e identificar lotes de animales
con dificultades. Se puede decidir que
estos últimos animales no “corran la
carrera” para tratar de llegar a la meta
y, entonces, priorizar las vacas preña-
das que estén más cerca de alcanzarla.
La alimentación de las vacas en peor
estado, no será prioritaria hoy, pudién-
dose definir que luego de paridas, un
tratamiento diferencial que permita
mejorar sus condiciones para volver
a preñarlas, como puede ser asignar-
les potreros con pasturas mejoradas,
realizarles destete temporario, deste-
te precoz, flushing, etc. En este caso,
hablamos de medidas posibles de ser
implementadas dentro de 6 a 7 meses.
También puede decidir la venta de esos
vientres para que no compitan con los
que están en mejor estado.
La recría
Para los animales de recría es nece-
sario saber dónde “estamos parados”
para poder evaluar cuán lejos estamos
de la meta propuesta. Esto vale para las
hembras a entorar o los machos en la
etapa que sea. Seguramente haya ani-
males que no precisen nada especial y
otros sí; la cuestión es identificarlos. Pe-
sar las recrías y analizar la situación, es
un buen punto de partida. Los animales
que están lejos de la meta propuesta,
pueden ocupar lugares de preferencia o
simplemente dejarlos en un potrero para
que no “molesten” a los que están más
próximos, o venderlos y de esa forma
asegurar que los que están bien, lleguen
al objetivo. En la medida que se decida
darles preferencia, probablemente deba
asignársele pasturas mejoradas o su-
plementación (fardos, grano, silo, etc.),
teniendo en cuenta que será necesario
lograr ganancias de peso extraordina-
rias en campo natural. Analizar bien la
situación, manejando datos reales y más
bien conservadores es una buena postu-
ra para no tener que abandonar la pro-
puesta a mitad de camino habiéndole
sacado recursos a otras categorías.
El mercado es un buen aliado para
poder hacer los ajustes necesarios, lo-
grando buenos valores por los anima-
les. Esperar puede significar competen-
cia por los escasos recursos e ingresar
Foto: Plan Agropecuario
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